El Obradorato y la mezquindad priista
Eleazar Ávila.-
La apuesta es muy clara: El PRI Tamaulipas descansará en paz, o bien, ya veremos, de suceder, si una vez después de muerto regresa de su tumba. Así de cruentas son algunas versiones, pero lo que más me admira es la mezquindad de todos los que amasaron fortunas y que, allende su partido, comen y beben y vuelven a beber.
Los decimos a modo de “casi exequias” al Partido Revolucionario Institucional, quien cumplió el pasado cuatro de marzo 94 años de existencia. Por cierto, con dos bastiones en juego este junio.
Coahuila donde lleva franca ventaja, y en un Estado de México, donde muchos dan por hecho dos versiones. El Grupo Atlacomulco mantiene a Edomex como su bastión más importante en la historia, o bien, solamente finge una pelea, porque estarían, como sugieren otros, entregado a Morena en pos de una nueva dosis de impunidad de AMLO al hoy Gobernador, Alfredo del Mazo.
Y no me gustan las encuestas, porque luego muchas son verdaderas genialidades en PowerPoint, al menos las publicitarias, que en el territorio de la percepción, la verdad colectiva es la que ya mencionamos.
Coahuila para el PRI, el Estado de México en ficción total.
En fin, que en el recuento aquí todo se ha cantado con toda claridad, con una palabra que es recurrente. La traición de los hombres a la institución que les dio poder y gloria. Por supuesto, dinero también.
Y en el mediano plazo, la añoranza de los que piensan que tras el periodo del llamado “Obradorato”, muchos de los ahora seguidores en conveniencia de la 4T Morena y AMLO regresan al PRI de sus bonanzas.
¿La tesis de ellos es que Morena-AMLO aun ganando podrían ser no tan rentable? El punto es que podríamos hacer una lista de todos los miembros del llamado Cuadro Distinguido, que están en casita, en sus ranchos, empresas, el Valle de Texas, o el “Estado de Monterrey” disfrutando de los activos, producto de sus agandalles.
Diría Silvio Rodríguez, mientras tanto, los que se quedan soñando: “Qué le digo a los perros que se iban conmigo. En noches pérdidas de estar sin amigos. Qué le digo a la luna que creí compañera. De noches y noches sin ser verdadera. Qué hago ahora contigo. Las palomas que van a dormir a los parques. Ya no hablan conmigo”.
Si esta vez hacemos crítica mordaz, por tantos que conocemos, también están los clase medieros tricolores, que acobardados litigan las traiciones en las redes sociales, pero que no gastan en una manta, una marcha que les rescate de su auto secuestro mental.
No, no creo mentir cuando establecí la tesis de que muchos padecen lo que dado en llamar como el “síndrome de la cobardía estratégica”, la cual es muy evidente, porque se tipifica en su patético duelo y procrastinan el ir a rescatar al PRI que lloran, pero desde sus domicilios, cantinas y tronos.
LO MEJOR DE CADA CASA…
Y aún hay más: Caray, que poco tiempo duró el “Uterinato” de Carlos Solís, a quien pensé era más inteligente, pero sospechamos, su teflón es de los finos y nada se le pega.
Eso sí, hay que reconocer su devoción por Edgar Melhem, quien, por cierto, prefirió salir por la puerta de atrás de 0 y 00, el 13 de diciembre pasado, dejando al reynosense encargado del que sostuvo Don Roberto González Barba, es su “nano partido”.
Edgar y Carlos pasaron por los derechos ciudadanos de la entonces secretaria general, Mayra Ojeda Chávez, quien ya preside al PRI luego que el CEN en un acto de lucidez -chiquito, muy diminuto, por cierto- le determinó sea la legal presidenta del CDE Tamaulipas.
En el mismo espacio de las normas internas, a partir de la resolución, cuenta con un plazo de 60 días “para convocar al Consejo Político Estatal y realizar la elección de la persona que asumirá la presidencia sustituta de dicho Comité”.
Vamos a ver si no resulta que tengamos en ese partido, que fue de mis amores hasta el 2007, con todas sus letras, un líder avaricioso más de los que solamente medran del presupuesto, para sus fines personales.
Total, que como dijo el filósofo de Carbonera. “Bien aventurados los priistas que sobrevivan, que de ellos será el reino de los cielos tricolor”.
Y ya quiero ver los mezquinos alzando la mano.
OTROSÍ: “La duda, esa vaga nubecilla que, a veces, habita los cerebros, también puede entenderse como un regalo. Y no es -lo que queda dicho- una aseveración, ya que, sobre ella, tengo también mis dudas”. Camilo José Cela.
Twitter: @JEleazarAvila