Columnas

Cuatro damas

La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

¿Y si la Nomenklatura de MORENA, decide que la fórmula para la senaduría de Tamaulipas el 2024, es para una mujer?
Problemón, para el partido tamaulipeco mayoritario.
Como igual lo sería para las otras organizaciones políticas si se decide dar ese espacio a las féminas.
Veamos.
(Por edad para mostrar respeto).
1.- Sin duda, Maky Ortiz Domínguez, tensará la liga hasta donde pueda en las filas morenistas. Sabe que la candidatura, es garantía absoluta de triunfo; la conmiseración de la Comisión de Justicia del partido guindo, la ha dejado con vida política a pesar de sus conductas de traidora al lopezobadorismo.
No dejará MORENA, hasta tener en mano otra liana por la cual trepar.
Hoy por hoy, se mueve cercana al morenismo junto a su hijo, el alcalde reynosense Makyito Peña Ortiz.
Se ve lejos que pueda jugar un papel protagónico el 2024 en las filas del partido de AMLO.
Es, una profesional del arribismo; no dudó abandonar a los Calderón cuando se convirtieron en pasivos del PAN, así como no le tembló la mano para darle una puñalada por la espalda a Francisco García Cabeza de Vaca.
2.- Carmen Lilia Cantú Rosas. Pocas veces se ha visto en el escenario regional, un personaje con tanto amor al reflector. Es alcaldesa de Nuevo Laredo, pero actúa y se promociona como si fuera la reina Isabel: que la economía de la ciudad va viento en popa, ella saca boletín; que caen lluvias en la ciudad, sale a presumirlo; que un joven deportista destacó en competencias locales o nacionales, de inmediato aparece su foto con él; que el presidente AMLO visita la ciudad, se publicita como el actor -o actriz- principal.
En la contienda por la gubernatura que ganó Américo Villarreal Anaya, envió a su tesorero Roberto Herrera Juárez a financiar al candidato panista Truco Verástegui.
La familia Cantú Rosas, a pesar de ello, siente que se le debe todavía.
Y ahora más: Carlos Cantú Rosas, no ha sido premiado por AVA.
3.- Olga Sosa. Secretaria del Trabajo del gabinete de AVA. Militante activa de la banda del guachicol. Vetada por un cercano familiar del Ejecutivo estatal, entró con calzador: una llamada de Mario Delgado, la regresó al primer plano. “El acuerdo fue una Secretaría para Olga”, dicen que dijo. Aspiraba a la SEP; pero se acercó mucho, mucho, a Villarreal Anaya.
Insoportable: se intoxicó con vitamina.
Ella se hace que la virgen le habla: anda con su sonrisa plástica, por esas calles de Tamaulipas, con la esperanza encendida.
4.- Úrsula Salazar Mojica. La coyuntura le permitió llegar a la Coordinación del Grupo Parlamentario de MORENA en el congreso tamaulipeco. Ha registrado un crecimiento notable en su capital político. Tiene su base en Tampico, en donde toda su familia ha trabajado para AMLO desde que era dirigente nacional del PRD.
Representa el relevo generacional, en un partido que envejeció prematuramente con el arribo de cuadros provenientes de PRI, PAN y PRD.
Su reciente trabajo en la legislatura, le ha ganado respeto y simpatías dentro y fuera de su partido. En parte, a ella se le debe la adhesión de algunos diputados y diputadas en las votaciones que MORENA promueve en el Congreso.
En el puerto, es el contrapeso al factor del guachicol que encabeza la secretaria Sosa.
Son cuatro.
El resto, será bisutería.

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