CUADRANTE POLITICO
POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO
Durante los recientes seis años, en Tamaulipas, la empresa familiar, “Cinismo, Burla y Corrupción, S.A, de C.V, impulsó la violencia y la inseguridad en nuestro estado.
Recientemente su accionista mayoritario, el exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca twitteó, algo relacionado con el tema de la inseguridad, buscando llevar agua a las ansias azules que trae por revivir políticamente.
Cabeza se muerde la lengua, porque la herencia que dejó en materia de inseguridad, sigue siendo una de las más deplorables y violentas en la historia de nuestro estado.
Los cabecistas hicieron del engaño, de la simulación y de la burla para el pueblo, la empresa familiar más próspera, sirviéndose a manos llenas, desde el gobierno de Tamaulipas.
Fueron más de dos mil días de impunidad y saqueo. Seis años que siguen gravitando en la memoria de nuestro estado, como un doloroso ejemplo de lo que ya no debe repetirse.
El sexenio azul de Francisco García Cabeza de Vaca, dejó a su paso una estela de azoro, de miedo y depredación. Pero, ante todo, esparció a lo largo y ancho de su oscuro ejercicio público, una espesa niebla de burla y de cinismo.
La prueba más irrefutable del fracaso sexenal del cabecismo, se ubica justamente en la ciudad de Reynosa.
Hablamos de su solar natal donde el amo de los fétidos vientos, construyó lo que presumiría con bombo y platillo, como su obra más relevante en el tema de la seguridad: el célebre Centro General de Coordinación, Comando, Control, Comunicaciones, Computo e Inteligencia, mejor conocido en el argot de la seguridad, como C-5.
Construido sobre un terreno de cinco mil metros cuadrados y con un costo de 4 mil millones de pesos, el inmueble luce hoy totalmente inoperante. O sea que aquellas excentricidades de vanguardia, como la llamada tecnología “Videowall” de última generación, su Centro Coordinador de Operaciones, su helipuerto y sus 191 kilómetros de red de datos híbrida, resultaron un fiasco.
En su momento Cabeza de Vaca publicó: “El C5 está equipado con tecnología especializada, que nos permite ampliar nuestras capacidades de vigilancia. Así como apoyar las investigaciones de la fiscalía, mejorar la respuesta ante emergencias y fortalecer los procesos de control y confianza en las instituciones”. Lo anterior fue el 17 de noviembre de 2021.
Pero unos meses después, la crisis de seguridad y la ingobernabilidad, pusieron en evidencia lo que Cabeza calificaba como un portento y una fortaleza.
El tres de marzo del 2022, grupos delincuenciales balacearon las cámaras de vigilancia del C5 y sembraron el terror en Reynosa. Días antes, el 24 y el 25 de febrero habían reportado se habían reportado actos vandálicos y de destrucción contra los equipos de seguridad y video vigilancia.
Hoy se sabe que aquella cacareada inversión de 4 millones para el C5 de Reynosa, adoleció de múltiples irregularidades en la aplicación de sus recursos presupuestales.
La empresa del cinismo y la corrupción S.A de C.V ha dejado saldos vergonzantes y tristes a su paso.
Es una Sociedad Anónima, pero no de capital variable como podría pensarse, sino de Cabeza de Vaca.