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Américo; su misión, acabar con los negocios al amparo del gobierno

Por: Mauricio Fernández Díaz

Ciudad Victoria.- Por fin, Américo Villarreal Anaya ha puesto el sello que lo distinguirá en los siguientes seis años: erradicar la corrupción del gobierno del estado. Es verdad que el tema ya lo había tratado en campaña, pero esta vez lo ha colocado en el centro de todas sus acciones. Quiere que lo comparen con las administraciones anteriores y pasar a la historia en esta materia. Habló duro contra el latrocinio de los funcionarios y sus desvíos, y el público lo ovacionó por su valor.

Ya se esperaba que el doctor Villarreal alzara alguna bandera en su mensaje del Primer Informe de Gobierno para captar la atención, y en verdad lo consiguió. No hay nada más difícil en México que acabar con la corrupción; Peña Nieto llegó a decir que eso era cultural e imposible de arrancar. Así que el gobernador se ha impuesto él solo una prueba rigurosa para ser juzgado por los tamaulipecos. Por eso merece el aplauso general, y desde hoy se le debe desear éxito.

Es necesario reconocer que el gobernador tiene razón: uno de los problemas más grandes de Tamaulipas es el autoritarismo y la rapacidad de los mandatarios. Curiosamente, el mismo día en que rendía su informe, en Nueva York, le dictaban 9 años de cárcel a Tomás Yarrington, exgobernador de Tamaulipas.

El doctor Américo Villarreal parte de una realidad: hay 18 mil 300 millones de pesos ejercidos en total opacidad por las administraciones estatales de 2015 a 2022, es decir, en un año de Egidio Torre y en prácticamente todos los de Francisco García Cabeza de Vaca. Estos son datos avalados por la Auditoría Superior de la Federación.

En ese contexto, Villarreal Anaya fijó su postura sobre la corrupción y el tratamiento que le dará su administración. Y lo hizo en público.

“Encontramos una administración orientada hacia el latrocinio… Se acabó el autoritarismo y los negocios inmorales al amparo del poder político… Se combate y se persigue la corrupción con los instrumentos que nos otorga la ley”.

La lucha contra la deshonestidad fue la constante en el discurso del gobernador morenista, a pesar de los pasajes dedicados a temas como educación, seguridad y desarrollo social.

Recordó el burdo intento de los panistas de esconder sus desvíos y hasta sus robos descarados en el proceso de entrega-recepción, por medio de cambios a los lineamientos de la Contraloría y la Secretaría de Administración. Pero hay un karma ineludible para los poderosos que convierten el mundo en un lugar podrido y miserable, como hicieron él y sus colaboradores, y ya les ha llegado la hora.

El último dato que conocíamos sobre las denuncias penales contra ellos indicaba 25 carpetas judiciales, pero el doctor Villarreal nos ha actualizado la cifra.

“Se han integrado hasta ahora 42 denuncias penales por delitos tipificados como cohecho, coalición de servidores públicos y robo. No se trata de venganza, se trata de justicia”. Más de cinco mil personas aplaudieron emocionadas estas palabras, pero hubo dos que batieron las manos con flojera: Irving Barrios y David Zúñiga, el fiscal y el magistrado del Supremo Tribunal Estatal, amigos de Cabeza de Vaca.

El Ejecutivo estatal se comprometió a transparentar desde ahora todos los pagos de su gobierno a proveedores, a diferencia del cabecismo, que abusó de las asignaciones directas. “Con el diseño del sistema general de compras, se transparentan las adquisiciones y se depuran los padrones de proveedores”. Dicha plataforma estará disponible para que los ciudadanos, en uso de derecho, sepan cómo se ejercen los recursos públicos.

En los lapsos en que reflexionó sobre otros temas, el doctor Américo Villarreal compartió datos estadísticos de sus primeros cinco meses de administración, en los cuales hay mejoras claras en los principales indicadores de seguridad, como en realidad ha sucedido, en vez de la farsa difundida por el PAN, que pintaba a Tamaulipas como una Ucrania bajo fuego y abandonada.

Al contrario: hay lugar para el optimismo; han disminuido 41 por ciento los homicidios dolosos en octubre a febrero. Igualmente, bajaron 29 por ciento los secuestros y 16 por ciento los robos a casa.

En el presupuesto de este año, se aumentaron 500 millones de pesos más a Bienestar Social; otros 500 millones adicionales a Salud y 200 millones al programa de Becas Escolares. El DIF Tamaulipas tendrá 250 millones de pesos, y el Fondo de Capitalidad, 370 millones de pesos.

A los trabajadores, la administración del doctor Villarreal les aumentó el suelo hasta 80 por ciento, pero a mandos medios y altos (incluido él mismo), se los rebajó 25 por ciento.

De cualquier modo, el gobierno del estado ejercerá una cifra récord de 72 mil millones de pesos en 2023.

El reto monumental que se ha impuesto Américo Villarreal es manejar este volumen de recursos con transparencia, eficacia y racionalidad, una proeza casi bélica en estos tiempos, en la que otros antes que él fracasaron: Francisco García Cabeza de Vaca tiene orden de aprehensión, Tomás Yarrington ya fue condenado a nueve años de prisión, y Eugenio Hernández espera tras las rejas si lo extraditan a Estados Unidos.

Tamaulipas tiene el deshonroso récord nacional de ser el estado con más gobernadores acusados de corrupción ante un juez. Pero entramos a una etapa transformadora con Américo Villarreal, y todos colaboraremos para cuidarla.

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