Por: Mauricio Fernández Díaz
*Indagan a municipios de Tamaulipas por excederse en gasto de nómina
Ciudad Victoria.- La inflación también desgasta a los gobiernos municipales y causa un riesgo de desabasto o escasez de obras. Materiales de construcción, insumos, servicios públicos, todo ha subido, y las ciudades no están exentas de sus efectos. Los buenos alcaldes estiran la cobija para mantener en funcionamiento sus municipios sin sacrificar el bienestar de los ciudadanos. Pero también los hay malos, los que despilfarran en nómina, en funcionarios de dudosa capacidad y hasta en “aviadores”. Y acaba de hallarse a muchos de este tipo.
A pesar de que todo mundo sabe que los municipios pueden inflar la nómina o contratar trabajadores “fantasmas”, aún es difícil hallar esas irregularidades o verificarlas; es preferible muchas veces fiscalizar los contratos de obra pública, donde se liquidan fuetes cantidades en una sola exhibición, pero tampoco se debe cerrar los ojos a lo demás. Menos ahora, que se ha sabido de un sobregasto.
De acuerdo con el diputado local Isidro Vargas Fernández, la mayoría de los municipios del estado rebasan el tope presupuestal que fija la ley al gasto de nómina, que ronda entre el 15 y el 18 por ciento. Fuera de ese margen se cometería una infracción y posiblemente un delito penal, según las circunstancias.
Vargas Fernández se reservó los nombres de dichas ciudades y, sobre todo, de los alcaldes cuando abordó el tema. Quizás se trató de una estrategia para enviar un mensaje al Auditor Superior, a la presidenta del Congreso del Estado o al mismo gobernador Américo Villarreal, no lo sabemos. Para los entendidos de la política, no se trató de una ocurrencia ni de un comentario al vuelo: el mensaje tenía destinatario e implicaba a algunos alcaldes conocidos.
Al darse cuenta de que podía estar acusando a alcaldes de su propio partido (Morena), matizó inmediatamente sus señalamientos, y dijo que ese sobregasto no era prevaricación sino casi una necesidad.
“En los últimos años hemos visto municipios que han crecido mucho en población y al haber más habitantes en la mayoría de ellos se rebasa el 15 por ciento”, comentó a la prensa.
Aunque lo justifique como una salida al incremento de la población, a la demanda de servicios públicos, los responsables incurren en ilegalidades, y no hay atenuantes válidos, porque esa planeación debió ser expresada en la ley de egresos del municipio y hay que respetarla.
De hecho, la 65 Legislatura deberá aprobar las cuentas del primer año de las administraciones municipales para el periodo 2021-2024, algunas de las cuales estrenan alcaldes o alcaldesa, mientras que en algunos casos hubo reelecciones.
Si el diputado Isidro Vargas Fernández o sus compañeros legisladores tienen evidencia de ese sobre gasto (y alguna debe de tener o no hubiera afirmado lo que afirmó), si hay pruebas de una mala administración de los recursos públicos, lo correcto es que dé parte a la Auditoría Superior del Estado para que actúe.
Cabe recordar que los panistas, mientras eran mayoría calificada en el Congreso de Tamaulipas, aprobaron en bloque las cuentas municipales correspondientes al periodo 2020-2021, incluidos los organismos públicos estatales descentralizados, como las Comapas, a pesar de la millonaria deuda que dejó el gobierno panista de Pilar Gómez.
Sin embargo, a pesar de que los diputados locales son los ojos de los ciudadanos para impedir desvíos o revisar el funcionamiento de los gobiernos, prácticamente ni las carpetas abren para leer la información. Es tan vasto y especializado el manejo de los estados financieros que ellos no tienen el tiempo ni los conocimientos para fiscalizarlos. Eso lo dejan en manos del Auditor Superior del Estado (ASE).
“Nosotros prácticamente nos llega un resumen de la cuenta que es el que remitimos a la ASE”, admitió Vargas Fernández.
El señalamiento contra los municipios por excederse en el pago de nómina caerá en terreno fértil en oídos del gobernador, ya que muchos alcaldes quieren llamar su atención para que les cofinancie algunas obras o incluso las subsidie íntegramente. Con estos indicios de malos manejos, el doctor Villarreal tendrá la oportunidad se presionar con tacto a los alcaldes rezagados o lentos, por decir flojos, ya que viene el reto electoral de 2024 y hay que tener contenta a la población.
Nosotros ya tenemos indicios de quiénes son esos alcaldes derrochadores en personal, pero vamos a esperar a ver qué decide el Congreso del Estado. Algunas y algunos morenistas no la van a pasar bien.