Por: Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- Al día siguiente de la salida de Francisco García Cabeza de Vaca, en las oficinas gubernamentales no había papel para imprimir un oficio, ni gasolina para los vehículos, ni caja chica para hacer envíos. Los empleados solo iban a sentarse en las sillas; carecían de recursos para trabajar, porque el cabecismo se los había acabado. La pobreza se extendió hasta diciembre y puso en aprietos el pago de prestaciones y salarios. De hecho, se solventó con un préstamo bancario. Cuando el dinero falta, las noches son más largas y nadie sonríe, pero el gobierno de Tamaulipas pronto recuperará la sonrisa.
La noche larga de los victorenses también llegará a su fin, después del veto criminal impuesto a comerciantes y prestadores de servicio por un enajenado Cabeza de Vaca, cuya locura lo llevó a enemistarse con Ciudad Victoria.
A esta asfixia económica le siguió el despido de más de 2000 empleados de gobierno en los primeros dos años de administración panista, lo que postró a la capital en el retraso.
Pero estamos en 2023, Morena ha liquidado al PAN, y un victorense con raíces profundas en Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, gobierna al estado.
Deliberadamente, Cabeza de Vaca vació las cuentas del gobierno para causar un problema de liquidez al doctor Villarreal, con la intención de armar una campaña pueril que lo desacreditara.
Logró semiparalizar al gobierno en los primeros cinco meses, y no más. Villarreal Anaya, en cambio, gestionó recursos a nivel federal y sacó adelante los compromisos básicos de octubre de 2022 a febrero de 2023. Con paciencia, sorteó la etapa más difícil, pero ahora empieza la de crecimiento e inversión.
El martes 21, el gobernador anunció un paquete de obras de 28 mil millones de inversión pública que ya está aterrizando en Tamaulipas. El efecto de estos recursos se reflejará en nuevos empleos, reactivación económica y aumento del consumo. Estas inversiones se apalancarán todavía más con las participaciones que la administración estatal comenzará a recibir en marzo. De este modo, con la suma de ambos, la falta de liquidez ya será cosa del pasado.
Uno de los proyectos principales será el nuevo complejo aduanal de Nuevo Laredo, con una inversión de 3000 millones de pesos. Contará con equipos de alta tecnología, cámaras y softwares modernos.
En ese municipio también está programada la ampliación del Puente 3, con costo de 1,550 millones de pesos. Ni Américo Villarreal ni menos el presidente Andrés Manuel López Obrador deciden por capricho donde impulsar el desarrollo. Lo hacen con visión estatal y nacional.
También se destinarán 1000 millones de pesos en el dragado del Puerto de Matamoros, una obra nunca cumplida por los gobiernos anteriores a pesar de considerarse estratégico para el desarrollo de la región.
Por parte de organismos y empresas paraestatales, la Federación invertirá 9000 millones de pesos en la ampliación de la Red de Líneas de Transmisión Eléctrica, 4000 mil millones en la construcción del libramiento Gasoducto de Reynosa, 2,400 millones de pesos en el nuevo hospital del ISSSTE en Tampico, y 300 millones de pesos en un hospital de Pemex ubicado en San Fernando.
Todos estos trabajos ya están en curso y se manifiestan en contratación de personal y movimiento económico en las regiones.
En la semana de buenas noticias, Jesús Lavín, secretario de Administración, hizo un anuncio espectacular. Fue como decir “Estás curado” a un enfermo desahuciado. Confirmó un aumento salarial a todos los burócratas, excepto al gobernador, a secretarios y subsecretarios. Algunos empleados recibirán hasta 82 por ciento más en sus quincenas.
La tasa más alta de aumento, explicó, será para los operativos que se han mantenido con una cotización bajísima, incluso inferior al salario mínimo. En efecto: sabemos de personal que gana 2,400 pesos por quincena.
Estos trabajadores saldrán de la precariedad gracias a un plan de nivelación implementado por el gobierno de Américo Villarreal.
Otros beneficiados serán los de nivel 132, que incluye jefes de departamento, directores y subdirectores. Aquí también había disparidad salarial, ya que los titulares de estos puestos trabajan a menudo más de ocho horas y asisten incluso a actividades los fines de semana, y no a todos se les recompensaba. Ellos también serán finalmente reconocidos.
En esta reingeniería salarial, el gobierno de Américo Villarreal invertirá 80 millones de pesos, de acuerdo con la Secretaría de Administración.
Obras en construcción, aumento salarial, participaciones federales al estado, marzo llega como el mes del despertar y la liberación largamente ansiada por los tamaulipecos, que abarca a empresas, prestadores de servicio y comercios en general.
De hecho, este es el motivo principal de la gente para apoyar al doctor Américo Villarreal. Este mes entrante, en unos días, lo podrán ratificar.
