Sheinbaum y Monreal, cara a cara en la plenaria; llaman a la «unidad» en Morena
Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal estuvieron cara a cara en la reunión plenaria de Morena en el Senado; coincidieron en llamar a la «unidad», y el legislador pidió también «inclusión».
CIUDAD DE MÉXICO (apro).– La jefa de gobierno Claudia Sheinbaum y el senador Ricardo Monreal cuidaron las formas e intentaron mostrarse muy cordiales durante la reunión plenaria del grupo parlamentario de Morena en el Senado, que estuvo protagonizada por un desfile de “corcholatas”, pues también asistieron los secretarios de Gobernación y Relaciones Exteriores, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard.
En la antigua sede del Senado, la casona de Xicoténcatl, Sheinbaum y el coordinador de la bancada morenista en la Cámara alta, ambos aspirantes a la candidatura presidencial de Morena, coincidieron en la importancia de la “unidad” del movimiento, y el legislador aprovechó y pidió también “inclusión”.
“Creo yo, compañeros, compañeras, que lo único que puede afectar a nuestro movimiento es la falta de unidad. Y eso es para todos y para todas”, dijo la jefa de gobierno.
Monreal dijo avalar cada una de sus palabras y le lanzó varios elogios, pero también le pidió que «actúen» con «naturalidad» y con «tolerancia».
“Que no nos molestemos por coincidir en la unidad, que no nos moleste escuchar y saludar a todos y a todas. Debemos buscar la inclusión, el respeto, la solidaridad”, dijo el legislador.
En otro momento, el senador le echó porras a su gestión en la Ciudad de México y afirmó que fue invitada a la reunión plenaria de las y los senadores de Morena en un reconocimiento a su trabajo, “que nos ha parecido muy eficaz”.
“Reconocemos su esfuerzo, su capacidad, su honestidad para enfrentar los grandes retos a los que usted ha estado sometida”, remató el senador frente a la cara inexpresiva de la jefa de gobierno.
Enfrentados desde 2017, cuando compitieron por la candidatura de Morena a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Monreal y Sheinbaum caminaron juntos por el patio central de la antigua sede del Senado, saludando a los integrantes de la fracción parlamentaria.
Fue la primera vez que el grupo de Morena en el Senado invita a la favorita para suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador a una reunión plenaria.
«Quizá debimos de hacerlo desde antes, porque esta ciudad, además de ser la capital del país, es un ejemplo de políticas de izquierda», dijo el senador.
La reunión pretendió ser muy cordial, lejos quedó aquel episodio de la reunión plenaria anterior de la bancada morenista, cuando en agosto de 2022 sufrió el vacío de funcionarios de gobierno, quienes los plantaron.
Esta vez, cuando la agenda legislativa del presidente Andrés Manuel López Obrador está prácticamente finalizada, asistieron todos los invitados: las “corcholatas” presidenciales, como le ha dado a López Obrador por referirse a la y los aspirantes.
Adán Augusto López dijo que el próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, que inicia este 1 de febrero, será el de la consolidación de lo que se ha hecho durante los últimos años y no habrá ninguna reforma de gran alcance. “No habrá reformas constitucionales”, afirmó el titular de Segob.
“Les quiero reconocer que ya soplan nuevos vientos aquí en el grupo parlamentario”, dijo el tabasqueño en una clara alusión a Ricardo Monreal, quien se había vuelto una figura incómoda para el gobierno por sus desencuentros y contradicciones con el presidente.
“Yo creo que el país y quienes militamos en este partido, lo que queremos es que haya unidad, unidad en los grupos parlamentarios, en diputados y en senadores, y que vayamos todos juntos. Se asoma ya una batalla que no va a ser fácil, no debemos de confiarnos”, anticipó el funcionario federal sobre la contienda electoral.
Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, quien se refirió a Monreal como “querido amigo y compañero”, también habló de la “unidad” en torno al proyecto de la autoproclamada cuarta transformación.
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado le regresó el halago y lo consideró un “hombre confiable, profesional y buen amigo”.
No hubo “aplausómetro”, pues la bancada de Morena así lo acordó en una muestra de neutralidad.
Cuando el senador Alejandro Armenta, presidente del Senado, levantó la mano de la jefa de gobierno, Monreal explicó que Armenta quiere levantarle la mano a “todos”, porque ayer el coordinador de los diputados morenistas, Ignacio Mier, estuvo haciendo lo mismo.
Ebrard rompió la neutralidad cuando un grupo de mariachis lo esperaron afuera de la antigua sede del Senado para echarle porras, tal como ocurrió en la víspera en la reunión plenaria de Morena en la Cámara de Diputados.