Política

Las coaliciones de MORENA, con el ojo en el 2024

José Ángel Solorio Martínez

El sólido sur, está de vuelta.
Ciudad Madero, se levantó como uno de los lugares más importantes para MORENA en Tamaulipas. En la elección extraordinaria por la senaduría, aportó al victorioso lopezobradorismo más-menos sesenta mil votos; más-menos, diez mil del PT; más-menos, cincuenta mil del partido de AMLO.
Aproximadamente, un 20 por ciento de la votación total que obtuvo en la entidad el insípido de José Ramón Gómez Leal conocido como JR.
Nada mal, para un candidato que no se preocupó por hacer campaña intensa en los 43 municipios del estado.
Nada mal, para el reynosense que enfrentó el desdén del grupo encabezado por el otro guachicolero, el diputado federal, Erasmo González. Este sujeto, que disputó la pugna interna por la candidatura a la senaduría, no ha asimilado el ascenso del JR; lo ve chiquito y orejón, a la vez que lo visualiza en el futuro como un enemigo a vencer en la sucesión de Américo Villarreal Anaya.
¿Cómo es que el JR, logró esa cifra desproporcionada en una campaña atípica y compleja?
¿Acaso es la emergencia de un líder carismático sin igual que sin campaña y sin presencia es capaz de reventar las expectativas más optimistas?
¿MORENA de pronto se convirtió en un partido milagroso y movilizó a miles de maderenses, que de buen talante salieron a votar por un ciudadano que tiene su domicilio en Reynosa y Mc Allen, Texas?
JR, supo llegar con quien define la política local: el alcalde morenista, Adrián Oseguera Kernion. Era una coalición vital para ambos; es, una alianza apremiante y estratégica para los dos, en el espinoso escenario regional.
El Grupo Guachicol, que lidera Erasmo, echó en brazos del virtual senador a Oseguera; se esforzó para alejarlo de las decisiones estatales de la IV T, con intrigas y conjuras para debilitarlo y tener el paso libre para agenciarse la alcaldía después de Adrián.
Los Guachicoleros, le enderezaron una campaña negra para debilitarlo, para cerrarle el paso y cualquier tipo de ascenso en la escalera del poder regional.
Hoy se vieron pequeños, los príncipes y princesas de los hidrocarburos en Madero. A pesar de su soterrado desinterés por apuntalar a su partido y su candidato, los resultados reflejan que no son tan necesarios como ellos presumen ser.
Ni la omisión de los erasmistas, pudieron con los resultados generados por la estructura en movimiento del alcalde Oseguera. JR, vio qué factor es el decisivo en la urbe petrolera.
Sigue siendo Madero, el reducto mejor organizado de MORENA en Tamaulipas. Mientras en los 43 municipios, los dirigentes municipales son prácticamente inexistentes y su lideresa estatal, es claramente invisible, el lopezobradorismo maderense está en movilización y en construcción de un voto duro que rebasa los 50 mil, en una elección desangelada y sin atractivo.
¿Podremos imaginar el resultado, en unos comicios de interés ciudadano, como la que está en puerta en el 2024?
En forma natural, se amarró una alianza potente e influyente entre el norte y el sur: Oseguera, ya está en la órbita del proyecto de JR; en el presente y en el futuro inmediato.
Ya lo dijo la ingenua de Yuriria Iturbe -en su candidez raspó muebles, como dice el Bebo de Mc Allen-: JR es el mejor candidato que ha tenido MORENA en su historia…
(¿Qué dirá, la personita que la recomendó? ¿Qué pensará, el mero jefe de MORENA?).
En fin: es el inicio de la configuración de las coaliciones al interior del morenismo, que se irán articulando en Tamaulipas, con el ojo puesto en el 2024…

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