Fuentes fidedignas. Por: Isaias Alvarez
José Ramón Gómez Leal, muy conocido en Tamaulipas de acuerdo con la encuesta que lo eligió para ser el candidato, destacó por su nula competitividad en las elecciones para senador en el estado. A pesar de ser considerado el hombre más popular de acuerdo con el método de selección de Morena, no le alcanzó ni para la mitad de los votos que obtuvo el doctor Américo Villareal Anaya en 2018, quien también compitió para senador, dejando en vergüenza al partido a nivel nacional.
La elección fue lenta, con un alto índice de abstencionismo, desinterés y probablemente la más baja en la historia del estado. La encuesta utilizada para seleccionar a los candidatos de Morena ha sido criticada por su falta de transparencia y confiabilidad, y en este caso, resultó en la elección de un candidato poco competitivo y capaz de sacar una elección con números decentes. Ya lo escucho decir que los números obtenidos fueron porque él iba solo, si hubiera ido en paquete a alcalde, diputado, etc. hubiera sido diferente.
José Ramón, quien estuvo al frente de los programas sociales y anduvo pegado con el ahora gobernador para robar reflectores, no logró convencer a la sociedad de su capacidad como político y su imagen se vio afectada por su parentesco con el ex gobernador, Cabeza de Vaca. Además, su falta de carisma, su hostilidad y desinterés por los beneficiados de los programas sociales no logró convencer a la ciudadanía, a quienes les dio flojera salir de sus casas por él y prefirieron abstenerse de votar. Incluso en redes sociales, hubo muchos comentarios en donde ni siquiera se sabía que había elecciones. Hay que recordar que JR tiene una racha de derrotas en contiendas pasadas, así que no era sorpresa los números que arrojó el prep del INE.
Este resultado es una consecuencia de la nula capacidad de José Ramón para conectar con la sociedad y ser un candidato competitivo. A pesar de tener todo a su favor, incluyendo la falta de oposición en las elecciones, su victoria es más vergonzosa que gloriosa. No le alcanzaría para la reelección como senador y tal vez pudiera posicionarse como candidato a alcalde de Reynosa, donde enfrentará una difícil competencia con Maki Ortiz quien, en una de las tantas derrotas de José Ramón le tocó con los makiavelicos. Morena Tamaulipas se verá afectada por esta situación y debe reconsiderar su método de selección de candidatos para futuras elecciones, no se pueden dar el lujo de arriesgar de esa manera la victoria con un mal candidato como JR.
Asimismo, estos resultados electorales son un claro ejemplo de que la fama o la popularidad no son sinónimo de éxito en la política. Aunque José Ramón sea un personaje conocido, su nula capacidad para movilizar a la ciudadanía y su falta de carisma y liderazgo lo dejaron muy por debajo de lo esperado en estas elecciones, junta más gente un accidente vial.
Es importante destacar que en la política no solo se trata de ser conocido, sino también de saber ganar la confianza y el voto de los ciudadanos, y en este caso, José Ramón falló rotundamente. Al fin se le hizo una, pero no por sus méritos, con las puras siglas AMLO y MORENA lo llevaron a la victoria. Esta elección nos sirvió para dejar en evidencia que las famosas encuestas solo son una simulación en donde se elige a cualquiera, menos al más apto.
