Nuevo Laredo y Reynosa; influir con aprobaciones ‘patito’
Ciudad Victoria.- Creyendo eliminar conflictos, Morena inventó el método de encuestas para seleccionar candidatos, pero la fórmula trajo un nuevo mal. El interés de los aspirantes se ha centrado ahora en el culto a la personalidad y la autopromoción, con el propósito de llamar la atención de los dirigentes del partido. Salvo honrosas excepciones, la mayoría se ha olvidado del trabajo y la atención a los ciudadanos, principalmente los alcaldes Reynosa y Nuevo Laredo; ninguno ha entregado una obra valiosa, pero dicen tener los primeros lugares de aprobación.
Anteriormente, se aplicaba el viejo refrán “El que se mueve, no sale en la foto” cuando algún político se adelantaba a otros en la búsqueda de la candidatura. Hoy es exactamente al revés: el que se queda quieto no sale en la foto, por eso los ediles morenistas aparentan tener una gran fama para ser tomados en cuenta.
Su propósito es obtener posiciones políticas para el proceso electoral del 2024, en el que se juegan numerosos cargos, entre diputaciones locales, federales, regidurías y senadurías. Da igual que sea para ellos, para sus esposas, sus esposos, sus hijos o hijas; lo que importa es conservar o aumentar su poder.
El único problema que enfrentan en este camino es el método de selección, que los obliga a ser populares, muy conocidos o identificables, sin importar los resultados de su gobierno. Por suerte, han hallado la solución a esto con el uso de premios, listas y encuestas pagadas.
En menos de dos semanas, Carmen Lilia Canturosas ha resultado la segunda alcaldesa más importante de México y la más aprobada por los ciudadanos. Es lo que sostienen gacetillas de prensa publicadas con el mismo título y las mismas palabras, como si alguien las hubiera sembrado en varios portales y medios.
Le dan un 56 por ciento de aprobación, según una encuesta telefónica levantada en febrero. No sé cómo se puede alegrar alguien con un 56 de aprobación cuando el presidente tiene 62.7 por ciento, y se preocupa.
Su siguiente hazaña fue ser la alcaldesa con mayor intención de votos para ser reelegida. Falta un año y medio para los comicios, pero Carmen Lilia ya presume un 70 por ciento de preferencias electorales. Esta inusitada popularidad también fue replicada por numerosos medios de comunicación estatales.
Parece haber dos tipos de ciudadanos neoladerenses: los que aprueban en encuestas a la alcaldesa y los que sufren a diario la falta de servicios y obras en la ciudad. ¿Quién de los dos pesará más? Se nota, al menos, que a la señora presidenta le interesan mucho los primeros.
En Nuevo Laredo, la gente informada sigue hablando del financiamiento dudoso de su campaña y de la falta de transparencia de la administración municipal. También condenan su protagonismo vacío y sus diferencias con el gobernador Américo Villarreal, seguramente a causa del origen panista de ella y de su hermano, Carlos Canturosas, ex alcalde de Nuevo Laredo.
Otro que ha aparecido en listas espurias como uno de los mejores alcaldes es Carlos Peña Ortiz, sin importar que revienten las redes sociales en su contra por esta mentira.
Reynosa es la ciudad con peores servicios, calles en mal estado, inseguridad y falta de planeación. Basta con recorrerla para constatarlo. Es tan ineficiente que aún no terminan las obras del gobierno pasado, aunque ya gastaron el dinero, como el Museo del Arte y el Ferrocarril.
En el más absoluto abandono, resulta que ha ganado el “Premio Nacional al Buen Gobierno Municipal 2022”, otorgado por el Instituto Nacional de Administración Pública A. C. en la Ciudad de México. Otra franquicia vendedora de diplomas. Aquí la única palabra que vale es la de la Auditoría Superior de la Federación y la del Estado.
La pomposa distinción se la hicieron por el programa de becas escolares, del que hasta ahora hay poca información abierta y validada. Pero eso no importa, sino los premios y regalos.
Este exhibicionismo de Carmen Lilia Canturosas y Carlos Peña Ortiz busca nivelar el liderazgo que pudiera empezar a tener Juan Ramón Gómez Leal por haber ganado la senaduría vacante.
No se trata de estudios o encuestas confiables, desde luego, pero quizás terminen convenciendo a los ciudadanos de tanto repetirlos. Por eso pagan cientos de miles de pesos en su difusión.
Los alcaldes más impopulares o menos aprobados quieren ser ahora en sus municipios lo que López Obrador en la república.
El 2024 promete ser un año de luchas intensas, sobre todo al interior de Morena, donde todos se sienten con derecho a posiciones.
Quizás engañen a algunos simpatizantes del movimiento, pero a las mayorías no las podrán sorprender con sus aprobaciones “patito”.