Sin Filtros por Brenda Ramos
Empieza con todo el 2023; se quejaban del PRIAND y resultaron peores
Se anuncia limpia en el congreso local de Tamaulipas después de que MORENA recupero la JUCOPO, sin embargo, causo sorpresa y dolor de estómago que, quienes reemplazaran a los funcionarios del equipo del Moyo García vienen del PRI y del PAN, con la venia, amparo y recomendados de Úrsula, líder del clan de los Ursulos.
En un mundo al revés Úrsula Salazar eligió como Director de Comunicación Social a Daniel Santos Flores, que no es ni periodista, ni morenista sino un priista de 20 años de carrera que hace apenas un año “renunció” al partido para ser asesor de Magaly Deandar, una de las diputadas del Clan de los Ursulos que como ya les habíamos advertido acabarán con todo, puestos, padrón de proveedores, compensaciones y la imagen y credibilidad de MORENA en Tamaulipas.
Y como si no les importara que la ley advierte sobre el tráfico de influencias y nepotismo en el artículo 52 y 61 de la Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado de Tamaulipas, los puestos seguirán siendo ocupados, por amigos y parientes tal y como ocurrió en el sexenio de Cabeza de Vaca pero ahora quien los impondrá será Úrsula Salazar influenciada por su esposo Dionisio Cruz y el diputado Federal Erasmo González Robledo.
Uno de dichos puestos claves es el del Director Administrativo del Congreso, pues ya han despedido a Manuel García Juárez y en su lugar designarán a Adolfo Pastor Cano, lo cual resultaría aún más grave que la designación de un PRIISTA, no periodista y asesor de una diputada para el puesto de comunicación social ya que Pastor Cano trabajó con Úrsula en su época de encargada de las finanzas del CONALEP en Tampico. Por si fuera poco, más de uno han señalado a Pastor Cano como presunto cómplice del saqueo la institución educativa, asegurando que es él, el mencionado en los audios donde Úrsula ganó el apodo de Lady Moches y que tiene “arrastrando” demandas, algunas por violencia laboral contra mujeres.
En un hilo de Twitter el periodista Armando Orta revela que Úrsula, Pastor Cano y Dionisio el esposo de la legisladora, fueron protegidos incondicionalmente por el Truko Versategui mediante el panista Agustín de la Huerta. Pero el nepotismo y tráfico de influencias con Pastor Cano trae línea antigua, porque en otro hilo de Twitter el periodista presenta las pruebas de que el hijo de Pastor aparece en la nómina de Erasmo González Robledo como asistente en la comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, además de otros detalles de lo que se observa fue una extensa y sustentada investigación sobre el triángulo URSULA, DIONISIO PASTOR y sus tranzas en el Conalep Tampico.
Aquí la mano que mece la cuna detrás de las designaciones de los nuevos puestos en el congreso es Erasmo González Robledo con el objetivo de controlar toda la política tamaulipeca, pues se vislumbra que Úrsula será la nueva verdugo que persiga a los alcaldes con el pretexto de las cuentas a fin de quitarlos del camino para que el grupo del huachicol ocupe las sillas de los ayuntamientos de Reynosa, Matamoros, Madero, Tampico, Nuevo Laredo entre otros.
Y aunque tal movimiento se veía venir, se reforzó con la llegada del priista Raúl Hernández Chavarría como el nuevo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera y Económica (UIFE) de la Secretaría de Finanzas del gobierno de Tamaulipas. Raúl no fue puesto al azar, sino que es otra de las piezas del ajedrez de Erasmo González ya que el diputado es compadre del hermano de Hernández Chavarría el priista que se fue a morena y se adhirió a Cesar Verástegui en su campaña por la gubernatura.
Esta historia está resultando muy similar a la que se vivió hace 6 años con la llegada del cabecismo quienes se adueñaron de los puestos, impusieron sus proveedores, fabricaron observaciones en las cuentas de los alcaldes que les estorbaban para quedarse con el poder y los persiguieron por medio de Raúl Ramírez Castañeda anterior fiscal anticorrupción.
Se vislumbran nubarrones en el futuro de los morenistas verdaderos. En el congreso con los Ursulos y en la UIFE con Hernández Chavarría, ambos incrustados por Erasmo González Robledo. Se quejaban del PRIAND y resultaron peores.