Por Oscar Díaz Salazar
De las más de treinta Notarías Publicas obsequiadas (¿o vendidas?) por Francisco N, en la recta final de su sexenio, destaca la que recibió el reynosense Víctor Manuel Sáenz Martínez, alias el “Mandados Cortos”, por su resistencia a cancelarla, por la ilegalidad en el procedimiento de adjudicación, como ya sucedió con la mayoría.
El doblemente traidor Victor Sáenz aplica la estrategia del “tacuachito” y haciéndose el muertito se resiste a regresar el regalo que le hizo Cabeza de Vaca, de quien fue colaborador principalisimo, luego enemigo simulado, y finalmente aliado, a quien se le premia con un negocio a perpetuidad, como lo son las fiats de Notario.
El Mandados Cortos se atiene a la influencia de su amigo, el Coordinador de Asesores del gobernador, Alejandro Rábago Hernández, para conservar su Notaria.
Es oportuno recordar que el Mandados Cortos se acercó a morena, o para ser más preciso: al financiador de las campañas de morena, Sergio Carmona, tras su salida del gobierno panista y el rompimiento con Cabeza de Vaca por un tema de mal reparto de un botín. En ese tiempo fue cuando se estrechó la relación de Saenz Martinez con el jefe de Asesores de Américo Villarreal, (Alejandro Rábago), que se ocupaba de administrar el billete que aportaba el difunto Carmona a su actual jefe.
De la doble traición de Víctor Sáenz y su regreso al redil panista – cabecista, se tiene evidencia precisamente en la Notaría Pública que recibió, por un compromiso con el Truco Verástegui.
Mala señal daría el gobernador Américo Villarreal si hace distinciones en el tema de corrupción más visible, escandaloso y documentado -hasta la fecha- del gobierno cabecista, permitiendo que Victor Sáenz mantenga la patente de Notario Público.
