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¿Cuanto costó la candidatura de JR?

Por: Mauricio Fernández Díaz

Cunde de nuevo sospecha de venta de candidaturas en Morena Tamaulipas

Ciudad Victoria.- En las últimas elecciones se ha presentado una peculiaridad nunca vista en la política mexicana: el favorito de las encuestas no es el favorito de su militancia; tal es el caso de José Ramón Gómez Leal, el “JR”, candidato de Morena a la senaduría vacante en Tamaulipas. Y no existe, por cierto, ninguna contradicción en este fenómeno, ya que Morena utiliza ciertos métodos para asegurar votantes cautivos. El problema revela más bien un comportamiento incongruente de la dirigencia del partido, que postula a priistas, panistas o parientes de Cabeza de Vaca como si Morena no tuviera cuadros. Debido a esto, una sospecha vuelve a salir a flote: la venta de candidaturas.

Desde que Mario Delgado asumió la presidencia del partido, casi todos sus procesos han ido a tribunales debido a las dudas o al franco engaño que tiende para postular a externos. Estas denuncias vienen acompañadas de acusaciones contra Delgado de vender las candidaturas al mejor postor, aunque no logran demostrarse.

Las más feroces críticas contra el presidente de Morena no provienen del PRIAN ni de los conservadores, como los llamas López Obrador. Salen de aspirantes inconformes y su gran número de seguidores.

Quizás los detractores no hayan logrado demostrar semejante corrupción de quien debería servir de ejemplo y, por la falta de consecuencias, los van olvidando. Pero están ahí, a la vista de todos, los recursos oscuros y de procedencia desconocida, desde aviones privados, camionetas blindadas y gastos a discreción, que Mario Delgado ha ejercido en Tamaulipas y otros estados.

Por eso resulta completamente explicable y hasta natural creer en un arreglo personal, de espaldas a las reglas y a los aspirantes, que derivó supuestamente en la candidatura de JR para la senaduría. No es el mejor, ni el más calificado, ni el de mayor liderazgo; carece de todas las cualidades para encabezar un proyecto político. Y, sin embargo, Mario le entregó la candidatura. ¿A cuenta de qué?, se pregunta el morenismo tamaulipeco.

No es la primera vez que el presidente de Morena se burla de Tamaulipas y sus militantes con su farsa convertida en elección interna. Recordemos uno de tantos episodios protagonizados en la entidad el año pasado; en este caso, el del 28 de mayo de 2021.

Ese día, en Matamoros, un grupo de mujeres morenistas, encabezado por la diputada local Leticia Sánchez Guillermo, enfrentó a Mario Delgado y le arrojó billetes falsos a la cabeza, al tiempo que lo acusaba de traición.

Mario solo atinó a pelar más los ojos y a escurrirse del lugar lo más pronto posible para evitar la exhibición. Pero la exhibición estaba hecha.

Como respuesta, unos paleros del líder nacional encararon a las manifestantes y el grupo retrocedió, pero la protesta ya se había cumplido y Mario recibió el mensaje.

“Personas que se dicen morenistas nos agredieron porque respondimos a Mario Delgado sus afirmaciones de que éramos traidores por el tema del Gobernador, y yo le grité que el traidor era él”, dijo la diputada Sánchez Guillermo.

Ahí mismo, en la calle, la legisladora acusó al presidente de Morena de vender las candidaturas en Tamaulipas. Ella lo decía a título personal, pero en todas las ciudades del estado, entre militantes de trayectoria y figuras auténticamente de la izquierda, se decía lo mismo.

Es curioso que Morena grite a los cuatro vientos ser un partido progresista, para los necesitados, pero postula a expanistas, a conservadores y a personas muy adineradas y hasta metidas en negocios millonarios de dudosa reputación. Este casi es el perfil de JR.

Otro de los incidentes más recordados ocurrió el 3 de enero de 2022. Por falta de operación política, de información y de negociaciones eficaces, aspirantes a la gubernatura señalaban a Delgado de violar, otra vez, los principios del partido.

En esa fecha se decidieron las candidaturas Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, y el asunto volvió a estropearse internamente. Memorable resultó la frase que utilizaron contra Mario: lo acusaron de “huachicoleo” de candidaturas.

“Se trató de una simulación, estuvimos todos los aspirantes esperando por horas y todo ya estaba definido”, dijo la empresaria y activista cultual Susana Harp, aspirante a la gubernatura de Oaxaca.

“Queremos en Tamaulipas que, en concreto, sea el Tribunal Electoral el que nos defina, porque el partido cometió infinidad de faltas”, afirmó Maki Ortiz, de Tamaulipas.

Subrayo para ustedes estas palabas “Todo ya estaba definido”. ¿Traía línea la Comisión Nacional de Elecciones de Morena para postular a José Ramón y hacerle perder el tiempo a personas serias y comprometidas, como Mario López? ¿De qué manera puede definirse una candidatura antes de realizar siquiera el proceso electivo? En política, solo hay una: con la compra.

JR ganará la elección del 19 de febrero, de acuerdo con todas las encuestadoras, pero cometería un craso error si lo atribuye a su talento político.

Esta historia amenaza con caer en un nuevo conflicto para 2024: Mario Delgado querrá que JR se reelija. En consecuencia, el cuñado de Cabeza de Vaca se encamina a la madre de todas las batallas.

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