Beltrán Leyva grabó conversaciones con García Luna sobre sobornos millonarios mensuales: “El Grande”
Sergio Villarreal Barragán, capo importante de los Beltrán Leyva, narró que las grabaciones son sobre los arreglos que tuvo con el exfuncionario de Calderón respecto a sus pagos mensuales para encubrir al tráfico de drogas, que suman unos 230 millones de dólares entre 2001 y 2010.
BROOKLYN, NY (apro). – En venganza por la arresto de uno de sus hermanos en 2008 y tras desatarse la guerra entre las fracciones del Cártel de Sinaloa, Arturo Beltrán Leyva secuestró a Genaro García Luna, Secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón.
“Para Arturo Beltrán Leyva no había nada imposible”, declaró Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, ante el jurado calificador y el juez Brian Cogan de la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, al narrar el episodio sobre el secuestro de García Luna.
En la segunda audiencia como testigo del Departamento de Justicia de los Estados Unidos en el juicio por narcotráfico contra García Luna, «El Grande» reveló el incidente del secuestro ante las sospechas de Arturo Beltrán Leyva de que García Luna lo había traicionado.
«El Grande», uno de los capos importantes de la fracción de los Beltrán Leyva narró también que Arturo, su jefe, grabó conversaciones que sostuvo por radio con García Luna para arreglar con el funcionario de Calderón sus pagos mensuales para encubrir al trasiego de drogas.
Arturo grabó algunas conversaciones que sostuvo con García Luna… yo no entregué grabaciones a nadie”, dijo «El Grande» al ser interrogado por César de Castro, el abogado del exsecretario de Seguridad Pública de México, en un intento por desacreditar lo dicho por el testigo.
El hecho de que presuntamente Arturo Beltrán Leyva grabó conversaciones con García Luna, aunque «El Grande» no las tiene y no sabe si alguien las conserva, abre la posibilidad de que en el juicio el gobierno de Estados Unidos las presente como evidencia de prueba.
El lunes de esta semana, al presentar las partes sus argumentos de apertura del juicio, De Castro aseguró al jurado calificador que los fiscales del Departamento de Justicia no tienen grabaciones, entre otras pruebas; para incriminar a su cliente.
Cuestionado por la fiscal Erin Reid, Villarreal Barragán dio cuenta de cómo tras el arresto en 2008 de Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo” la fracción comandada por el Arturo se batió en una guerra interna con otras fracciones del Cártel de Sinaloa.
Junto con los Beltrán Leyva, el Cártel de Juárez dirigido por Vicente Carrillo Fuentes, se lanzó en una guerra sangrienta contra las fracciones del Cártel de Sinaloa de Ismael “El Mayo” Zambada García, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”, e Ignacio “Nacho” Coronel.
Arturo Beltrán Leyva, de acuerdo con el testimonio de «El Grande», sospechó que García Luna lo había traicionado y que se puso del lado de sus enemigos del Cártel de Sinaloa tras el arresto de «El Mochomo», por lo cual decidió secuestrarlo.
“García Luna dejó de contestar las llamadas de Arturo, incluso las que se hacían a través del Luis Cárdenas Palomino, su brazo derecho dentro de la Secretaría de Seguridad Pública”, afirmó «El Grande» durante su segundo día de testimonio en la Corte en Brooklyn.
“Lo levantaron en una carretera del estado de Morelos que va rumbo a Cocoyoc y lo llevaron a una oficina (casa de seguridad) para ver a Arturo”, contó Villareal Barragán, quien tras cumplir una sentencia de 13 años de cárcel en Estados Unidos, ahora se encuentra en libertad aunque bajo la vigilancia de agentes federales.
En la oficina, Arturo Beltrán Leyva le leyó la cartilla a García Luna y le preguntó de qué lado estaba en la guerra entre los sinaloenses, tras llegar a una entendimiento lo dejó ir y acordó seguirle pagando entre un millón y millón y medio de dólares mensuales para que lo siguiera apoyando.
El Grande contó en la sala 8D que preside el juez Cogan, que después él fue a la casa de seguridad y se vio con Arturo, en donde sobre el piso de la sala “estaban los cargadores” de las armas de los elementos de la escolta de García Luna, inhabilitados durante el secuestro de su jefe.
Respecto a las conversaciones con García Luna que grabó Arturo, El Grande se limitó a decir que él estuvo presente “en algunas” y que su jefe siempre ponía el altavoz para escuchar al amigo, asesor, confidente, mano derecha y Secretario de Seguridad Pública de Calderón.
El abogado del acusado al interrogar a Villarreal Barragán, intentó presentarlo ante el jurado como a un narcotraficante redimido por la sentencia arreglada que le hicieron lo fiscales en Estados Unidos, pero no logró aniquilar la posibilidad de que los fiscales pueden presentar en el juicio la evidencia de que García Luna recibía sobornos millonarios por parte del Cártel de Sinaloa en su colusión con esta organización criminal para traficar drogas a Estados Unidos.
Basado en la cifra de la mensualidad que presuntamente pagaba Arturo Beltrán Leyva a García Luna, su abogado al cuestionar al Grande indicó que su defendido supuestamente recibió unos 230 millones de dólares entre 2001 y 2010, dinero que según él no hay manera para que los fiscales con sus testigos demuestren que los tiene o le entregaron.
Con el interrogatorio de la fiscal y el contra interrogatorio de De Castro, «El Grande» concluyó su papel como testigo incriminador en el juicio contra García Luna.