Fuentes fidedignas. Por: Isaias Alvarez
La avaricia es un pecado capital que muchos padecen y en la política no es la excepción; de hecho, en este rubro es donde más presente está orillando a los participantes del momento a hacer cosas sin importar las críticas que generen pues, en su mayoría ya encontraron una forma fácil de hacer dinero a costa de dejar ciudades destrozadas.
Esto pasa de muchas formas, pero el día hoy hablaremos de la transferencia de un partido a otro por parte de actores políticos, o como dicen en los cafés, el chapulineo, que lamentablemente es más común de lo que se cree, ignorando completamente las ideologías de cada partido y esto es culpa tanto del partido político por aceptarlos como del chapulín.
En las semanas anteriores nos hemos dado cuenta de cómo morenistas dan claras señales de sus intenciones de emigrar a otro partido, específicamente a Movimiento Ciudadano, aunque en su mente crean que nadie se da cuenta. Es el caso de la familia Canturosas. Con un edificio que siempre albergó partidos de izquierda, ahora recién se pintó con las leyendas de MC, su dueño era gente muy cercana a la familia que gobierna Nuevo Laredo, los hermanos Canturosas. Las especulaciones cobran fuerza cuando son excluidos completamente de algún puesto en el Gobierno del Estado; Carlos ni siquiera se registró para competir por la Senaduría vacante ¿será acaso el candidato del MC? Tal vez, aunque existen rumores que dicho partido no tiene pensado participar.
Otra personita que ha padecido los síntomas del chapulín es la diputada local del distrito VIII, Casandra De Los Santos. La señora se ha caracterizado por brincar de partido en partido; ya fue priista, fue panista de closet al apoyar a Miguel Ángel Almaraz en lo oscurito y darle la espalda al que se suponía era su compañero de fórmula, Héctor Villegas. Y ahora muy posiblemente en el 24 brinque al naranja junto a su amado, digo amigo, el chiste es seguir en la política. Sus actitudes y traiciones que ella cree que nadie se dio cuenta, refuerzan el hecho de que a ella no le toque nada en Morena en las próximas elecciones; no podría desaprovechar que el dirigente del naranja en Rio Bravo ya mencionó que sería bienvenida si decidiera chapulinear a falta de figuras en dicho partido.
Otros que también quieren limpiar su reputación y se les antoja el naranja son los panistas cabecistas; con tal de borrar su negro historial de la mente de la gente, son capaces de vestirse como blancas ovejas y seducir al electorado por este medio y claro, seguir teniendo el estilo de vida que tienen el día de hoy, que es su principal motivación para estar en la política.
Al igual Maki Ortiz quien ya no cabe en ningún partido, a todos traicionó y en su intento por entrar a Morena hizo y deshizo afectando incluso hasta al propio gobernador, a ella ya no la quieren ni ver, lo único que le queda es migrar al partido que pudiera aceptarla, aunque no sean de mismas ideologías de donde viene.
Y así como estos casos, existen varios alcaldes y diputados que andan de traviesos y se están portando mal (Lalo Gattas) y se están dando cuenta que por su mal desempeño y aprobación podrían no repetir con el color guindo, no se van a arriesgar a quedarse sin la gallina de los huevos de oro y MC pudiera rescatarlos de su destino o al menos intentarlo.