Muerte, negligencia y caos: las explosiones de pirotecnia vuelven a ensombrecer la temporada decembrina
Varios accidentes han ocurrido por la quema de cohetes
Diciembre es el mes favorito de muchas personas, pues las celebraciones que hay en este mes acercan a muchas familias, además de que para algunos es la época en que tienen dinero, ya sea porque reciben aguinaldo o por el incremento de sus ventas. Decenas de tradiciones rodean al último mes del año, una de ellas es la quema de cohetes y pirotecnia, diversión de chicos y grandes, que además forma parte de varios festejos religiosos, pero que entraña un peligro que en muchas ocasiones se ha transformado en tragedias, algunas de grandes dimensiones. Justo en las celebraciones de la Virgen de Guadalupe, se registraron dos explosiones, una en Querétaro y otra en Nopaltepec, Estado de México.
Las imágenes de los hechos dieron la vuelta al país, dieron cuenta del horror que este tipo de accidentes causa y volvieron a poner sobre la mesa la discusión sobre el uso de pirotecnia, pues aunque las autoridades toman medidas para evitarlo, las personas se rehusan a dejar algo que consideran tradición, pero que sin las medidas adecuadas puede incluso causar la muerte o bien dejar heridas o quemaduras de por vida, haciendo que un momento de celebración termine en una tragedia que al igual que la explosión, causa una onda expansiva que afecta a muchas personas.
En Querétaro, la explosión se registró al exterior de la parroquia de San Miguel Arcángel ubicada en la colonia Felipe Carrillo Puerto, en la capital del estado. Personas que se encontraban en el recinto religiosos detonaron la pirotecnia, los primeros cohetes prendieron de manera normal, pero los otros se atoraron, provocando una onda expansiva. El estruendo causado por ello aterró a los feligreses que se encontraban dentro, quienes salieron de la iglesia. El saldo del terrible accidente fue de 12 personas heridas, una de ellas de gravedad, quien fue trasladada al hospital con quemaduras de segundo grado en cara y extremidades superiores.
En Nopaltepec, Estado de México, una patrulla transportaba pirotecnia, cuando presuntamente una chispa encendió un cohete, el cual al estallar golpeó los cables de luz, que cayeron en la unidad y encendieron el resto de material, causando una explosión. El accidente dejó 26 personas heridas.
Tragedias por pirotecnia
Hace casi seis años, el 20 de diciembre de 2016, ocurrió la llamada Tragedia del Mercado de San Pablito, una serie de explosiones ocurridas en el mercado de cohetes en Tultepec, municipio mexiquense famoso por la producción de material pirotécnico artesanal. Aquel fatídico día dejó una marca en la historia del lugar, derivado del accidente murieron 42 personas y decenas más resultaron heridas.
Ya en diciembre, el 7 para ser exactos, en Villagrán, Guanajuato, se registró una explosión de pirotecnia ocurrida dentro de un taller de elaboración de la misma. El accidente cobró la vida de al menos cinco personas, dos de ellos menores de cinco y tres años.
Así, los accidentes se cuentan por miles, las magnitudes varían, algunos son personales que afectan a una sola persona, pero tienen alcances devastadores, pues han llegado a perder alguna parte de su cuerpo por la explosión.
Multas en CDMX
Aunque es una tradición, la quema de cohetes resulta molesta para muchas personas y animales, que sufren de mucho estrés al escuchar las detonaciones. Además la pólvora contamina mucho y llega a provocar concentración de partículas dañinas para el ser humano. Aunado al peligro que conllevan los cuetes, que generalmente se venden sin ningún tipo de control.
Ante esta situación, el Gobierno de la Ciudad de México, contempla multas para quienes quemen pirotecnia. De acuerdo a la legislación, los ciudadanos truenen cohetes se harán acreedores a una sanción que va de 21 a 30 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), que actualmente es de $96.22 pesos.
Quienes sean sorprendidos in fraganti quemando cohetes serán llevados al Ministerio Público correspondiente donde tendrán entre 25 a 36 horas de arresto o de 12 a 18 horas de trabajo comunitario.
