Política

Los 18 murales y el olvidado José Reyes Meza

Por: Vicente Hernández

“Si hubiera más políticos que supieran de poesía, y más poetas que entendieran de política, el mundo sería un lugar un poco mejor para vivir en él.”
‹John Fitzgerald Kennedy›

El martes de esta semana, el alcalde de Altamira Armando Martínez Manríquez dio el arranque inaugural al funcionamiento de un tranvía turístico que habrá de hacer recorridos por los sitios más interesantes de la zona centro de esta ciudad, en especial por los 18 murales que fueron pintados por integrantes de la comunidad “Tomate” murales donde se integran personajes locales, costumbres, folclor, y naturaleza que tiene el municipio, y a propósito de este nuevo aplaudible atractivo turístico de murales, mi vino a la mente un pintor muralista que ha dado México, y en este caso Altamira, ya que el Maestro José Reyes Meza es oriundo de este municipio, así que encendí un recuerdo de mi encuentro hace años con el maestro:

Aquella tarde del mes de abril de 2002, acudí puntual a la casa del hoy regidor Adrián Olvera Tavera ubicada en la zona centro, atendiendo a la invitación que este me hiciera días antes. Me acompañaba el pintor muralista tampiqueño Carlos Sens, a quien le había pedido me asesorara durante la entrevista que le había solicitado y me había concedido don José Reyes Meza, el último de los grandes muralistas de México, y publicada por esa fecha el “Diario Debate”.

Mi primera impresión después de charlar por más de dos horas, fue la de un hombre sencillo, muy desenvuelto para la plática, la cual salpicaba con recetas de cocina, toros y pintura. Fue un enamorado de las culturas prehispánicas, pero sobre todo de la huasteca, entre otras cosas porque en ellas están sus raíces como bien me dijo: “Nací por necesidad en Tampico, pero mi ombligo está enterrado en Altamira, porque a esta la considero realmente mi tierra natal”.

Unos pocos días antes de la citada entrevista, investigue sobre el nacimiento en Altamira del maestro Reyes Meza, y para esto consulte al hoy finado Cronista Vitalicio de esta ciudad don Reynaldo Castillo Portes, y al preguntarle sobre sus primeros años en esta ciudad de don José, esto me respondió: “Efectivamente José Reyes Meza nació en Tampico, aunque ignoro si en algún hospital, y de ser así, probablemente fue en el hospital Borgas que se ubicaba donde actualmente están las oficinas generales de Comapa, que por 1924 era el único que daba atención a la zona regional, ya que el hospital Carlos Canseco fue construido años después”.

Su infancia (continua don Reynaldo) la paso en la casa que ocupaban sus padres don Arturo Reyes Rivera, y doña Mercedes Meza Bolado, así como los tíos de don José; Dolores e Ignacio Meza Bolado, casa que estaba sobre la calle Hidalgo a media cuadra de la calle Quintero, y curso la educación primeria en la escuela Gregorio Torres Quintero, ubicada en la esquina de Quintero e Hidalgo precisamente donde actualmente está situada la presidencia municipal.

Salvada la pequeña duda del origen de don José Reyes, sus biógrafos coinciden en que nace en el puerto de Tampico en 1924, y pasa sus primeros años de vida en Altamira donde según el mismo platicaba, fue bolero, vendedor de pan, y dulcero, oficios de los cuales siempre se sintió orgulloso de haber ejercido.

A la edad de 14 años emigra a la ciudad de México para ingresar a la Academia Nacional de Artes Plásticas de San Carlos, donde recibe instrucción académica nada menos de Francisco Goytia, Francisco de la Torre y Luis Sahagún, con los cuales trabajo sin descanso en el aprendizaje de la pintura muralista, a los 18 años continua sus estudios en el Instituto de Antropología e Historia, donde aprende las artes del teatro y la pintura, y poco tiempo después en compañía de otros estudiantes funda el Teatro Estudiantil Autónomo, y a partir de esa fecha empieza a desarrollar una intensa actividad escenográfica, y con la experiencia de la práctica diaria, viaja a lo largo y ancho de nuestro país desempeñándose en trabajos de escenografías y pintura mural, ejecutando trabajos para gobiernos estatales y clientes particulares, realizo escenografías en el Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes, en la UNAM, en los teatros del Seguro Social, y en gran parte del teatro clásico y español en México, revistas musicales y cabaret, abarcando su actividad artística más fecunda y creativa un poco más de 25 años.

A lo largo de su trayectoria artística, fue fundador de diversas Sociedades de Artes Plásticas, y recibió premios y reconocimientos de Universidades e instituciones oficiales, y una parte de su obra forma parte de colecciones privadas y la otra parte se exhibe en museos de México y Estados Unidos, como en el Museo de Arte Moderno en la CDMX, en el Museo de Arte moderno de Phoenix Arizona, y en el Smithsonian Institution en Washington EEUU.

La vocación por la pintura y el teatro de acuerdo a lo dicho por don José durante la entrevista, se debe a la influencia de su maestro de primero, segundo y tercer año de primaria Prof. Manuel Canto, quien muy seguido organizaba eventos culturales en la escuela, y en el cine teatro “Altamira” que se ubicaba frente a la plaza principal sobre la calle Morelos, y en las puestas de estas obras de teatro, el maestro Canto y su equipo de alumnos más aventajados, realizaban el trabajo de pintura para el decorado escenográfico que se requería para las representaciones.

La obra pictórica del maestro Reyes Meza quedo plasmada en los murales que pinto en la fachada del Pan American National Bank en la ciudad de Los Ángeles California, en el Museo Nacional de Historia, en el Registro Público de la Propiedad, en el mural tallado en la montaña que decora la Presa Raudales de Malpaso en Chiapas, dos murales en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) en el recinto del Senado de la Republica, y en el controvertido Casino de la Selva en Cuernavaca Morelos, y otras tantas más pinturas en diversas Iglesias de la República Mexicana. Para el ayuntamiento de Altamira realizo dos retratos de caballete, uno de don José de Escandón y Helguera, y otro de Fray Andrés de Olmos, que se conservan (supongo) en la oficina del alcalde Armando Martínez Manríquez.

En 1935 según me platico don José Reyes, con tan solo 11 años de edad consiguió su primer empleo como mozo de cocina en el restaurante de la “Compañía Petrolera El Águila”, aprendizaje que disfruto, y que marco su gusto por uno de los tres impulsos vocacionales que influyeron a lo largo de su vida: la cocina, la pintura y la fiesta brava.

En esta última vocación, según me aseguro: recorrió la República Mexicana buscando la ocasión de participar en “tientas”, capeas y corridas de pueblo, donde encontró lo más profundo de esa esencia misteriosa que es la tauromaquia.

Desafortunadamente la perdida física y artística es irreparable, pero su obra perdurara a través de los tiempos. Lo lamentable es que salvo en la administración de Sergio Carrillo Estrada (1999-2001) en el cual fue inaugurado un museo con su nombre (el cual fue desaparecido y saqueado en posteriores administraciones) la memoria de don José Reyes Meza, no ha sido honrada con su nombre en alguna calle o avenida, una plaza o una escuela, así es como la clase gobernante ha ignorado la grandeza de los altamirenses bien nacidos, pero que bueno que hoy día Altamira cuenta con un alcalde que si está atendiendo el renglón cultural, e histórico de Altamira, y seguro reivindicara el nombre del gran muralista, así como lo hizo con el gran compositor “Cuco Sánchez”.

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