Sin Filtros; Por Brenda Ramos
El mismo Andrés Manuel López Obrador perteneció al PRI y se ha convertido en el luchador social más grande del último siglo y en uno de los presidentes mejores evaluados alrededor del mundo a sus ya 4 años de gobierno, lo cual es motivo de reflexión para asegurar que en todos los partidos hay buenos gallos y si el PRI se pudrió, fue por la ambición de sus líderes nacionales que con soberbia y prepotencia terminaron representando sus propios intereses, por lo que el pueblo se hartó y puso fin a 90 años de anarquía del Revolucionario Institucional.
Edgar Melhem fue la excepción de la regla de los malos priistas tamaulipecos. Personajes como Ricardo Gamundi y desde la cúpula nacional Alito Moreno, hicieron garras el partido que desde Río Bravo tres generaciones de los Melhem construyeron con sangre, sudor, dinero y mucho esfuerzo.
Y pese a esto, el mismo PRI no dudó en perseguir políticamente vía Mayra Ojeda Chávez, secretaria general del tricolor, quien cobardemente acusó de violencia política de género a Edgar Melhem pues este se oponía a la coalición con el PAN rumbo a la gubernatura.
Mayra se prestó al juego porque era muy joven para recordar como el PAN persiguió y encajueló a muchos priistas que buscaban mantener al PRI al flote, contra un violento verdugo llamado Cabeza de Vaca. El haber vivido una militancia sin esfuerzo y sufrimiento, más su endeble conciencia al mejor postor, la llevaron a ser el instrumento para que Edgar Melhem se doblara y aceptara la coalición.
Que por cierto sacó adelante. En precampaña y campaña Edgar y su familia se mantuvieron activos, siendo el diputado el que junto a Verastegui recorrió los confines del estado, iban juntos, pero no revueltos. El equipo de Sentido Común quien seguimos por todo el estado los eventos de ambos candidatos, trayendo el pulso de la información de primera mano, observamos al diputado en las extensas caminatas desde su originaria Ciudad de Río Bravo, hasta la zona conurbada de Tampico/Madero y Altamira.
Hasta en los pequeños municipios del centro nos topamos al legislador y por cierto a quienes no vimos fue a Mayra Ojeda Chavez, al traidor vendido y bandido Enrique Arreola y al ahora presidente del revolucionario Carlos Solís Gómez, probablemente se encontraban gastando su botín por aceptar haber entregado el partido a Cabeza quien se encargó a reducirlo al punto de la extinción como pasó con el PRD.
Fue bueno que Melhem dejara la presidencia del partido. Un sabio hombre dijo una vez, “El político debe estar preparado para ser, para no ser y para dejar de ser”, y con la elección extraordinaria por la senaduría en puerta en donde ya se estableció que el PRI y el PRD serán nuevamente los sirvientes del PAN, el ex presidente del partido se ahorrará muchos problemas y tragos amargos, sobre todo si fuera Yalheel Buchona Abdala la candidata a Senador.
Aún le queda mucha carrera política a Melhem, eso no lo dudamos sin embargo queda la incógnita de que rumbo tomará y si desea tomar nuevos retos y experiencias montado en otro barco, como lo hizo Andres Manuel López Obrador.
