Por Oscar Díaz Salazar
Esta semana se reunió el director de la Comisión Estatal del agua de Tamaulipas (CEAT), Raúl Quiroga Álvarez, con periodistas de la capital del Estado, para informar sobre el trasvase de agua de las presas de Nuevo León a las de Tamaulipas, que alimentan al distrito de riego del norte de nuestro Estado. El funcionario de la CEAT destacó el anuncio de que próximamente enviarán aguas tratadas, del vecino Estado al nuestro.
El funcionario de la «Comisión Estatal del Agua», hizo el anuncio de importantes obras que benefician a Ciudad Victoria: la rehabilitación de la toma de agua del acueducto de la presa Vicente Guerrero a Ciudad Victoria, la segunda línea del acueducto, la rehabilitación de pozos en los alrededores de la capital, y la perforación de dos pozos ultra profundos en la periferia de Victoria, mediante una asociación «curiosa» con una empresa que solo cobrará el trabajo, si obtiene buenos resultados, y en montos ligados directamente al volumen suministrado.
La breve explicación del titular de la CEAT sobre este asunto de los pozos ultraprofundos que hará una empresa privada, merece una explicación más detallada, pues así como lo dijo el funcionario victorense, suena a concesión, a privatización del agua, a enajenación del bien más preciado. Con las mismas declaraciones del señor Raul Quiroga, podemos afirmar que en esta privatización del agua no se realizó una licitación abierta, sino que se recurrió a la asignación directa.
Sin conocer los detalles del contrato para la perforación de los pozos ultraprofundos, la lógica me dice que si ya tienen ubicados los dos lugares donde se harán las perforaciones, es porque ya se hicieron los trabajos previos, de gabinete y de campo, y porque ya se apalabraron en el costo y las condiciones del trabajo.
El señor Raul Quiroga mencionó que «comprarían» el agua, de esos pozos profundos, al precio promedio que se comercializa el agua de la presa Vicente Guerrero que se conduce por el acueducto.
El tema es por demás delicado, porque se corre el riesgo de comprometer la compra de agua para Victoria, al dueño del pozo profundo y usufructuario de un bien que debe ser de todos.
Tema paralelo a esto que parece una privatización del agua, y del que se espera la información que de claridad al asunto, sería el de la visión centralista del señor Raul Quiroga, funcionario estatal, que más bien parece empleado del municipio de Victoria, pues su mira solo está puesta en resolver los problemas de la capital. No está de más recordarle al director de la CEAT que en Ciudad Victoria solo reside el diez por ciento de la población tamaulipeca, y que los tamaulipecos del otro noventa por ciento también demandamos obras, servicios y el trabajo de la dependencia a su cargo.
Hoy más que nunca, cuando la oficina a cargo del manejo de los recursos hidráulicos del Estado, pretenden elevarla al rango de Secretaría, -según declaraciones del señor de Victoria-, se debe tener una visión amplia de los problemas, necesidades y oportunidades que tiene todo Tamaulipas en materia de agua.
Prueba de lo que digo, cuando afirmó que el «chilango tamaulipeco» Raul Quiroga solo trabaja para Victoria, es la forma curiosa cómo responde a las preguntas sobre los temas de la dependencia a su cargo; Si el asunto es de Victoria o afecta a Victoria, el señor tiene proyectos, propuestas, anuncios, respuestas, ideas etc. Si el tema es de de la provincia tamaulipeca, el señor Quiroga informa que el tema lo está viendo la Comisión Nacional del Agua.
Ahí están los videos en la página del gobierno para que lo verifiquen y para que no digan que es cosa mía.
