Fuentes fidedignas. Por: Isaias Alvarez
El regreso del alcalde de Matamoros a sus funciones en el ayuntamiento no fue del agrado de todos, existe un grupo de funcionarios que se suponía eran de la completa confianza del alcalde, pero en el fondo tenían un plan maquiavélico para apoderarse de los diferentes puestos de la presidencia.
Todo inicia con el puesto vacante a la senaduría, motivo por el cual Mario López pidió licencia para competir en la interna de Morena, se eligió a un alcalde suplente para ocupar la silla presidencial y se iba a debatir quien se iba a quedar con la presidencia si la borrega era elegido candidato, desde ese día en la sesión de cabildo extraordinaria hubo varias disputas sobre a quién iban a elegir, siendo que se supone tiene que haber una previa en la que se debaten estos temas pero a algunos regidores les dio por alegar y al final impusieron a Alejandro Cerezo como alcalde suplente; aclarando que él no era el que en un principio iba a ser el elegido.
Transcurre un mes y en ese lapso se hizo una alianza de regidores con la que pretendían adueñarse del ayuntamiento, como dice el dicho ‘cuando el gato se va, los ratones hacen fiesta’ y no fue diferente en el ayuntamiento de Matamoros. Este grupo de individuos estaban confiados como muchos que Mario López sería elegido candidato, ya sea por sus credenciales, trabajo, estar apegado a la 4t y un largo etcétera; infortunadamente no fue así y ayer se hizo presente en el ayuntamiento a tomar el lugar que le corresponde y seguir trabajando desde su trinchera.
Dentro de los pillos que querían hacer su agosto en la presi, se dice que estaba involucrada la mamá del diputado local Alberto Granados, la regidora Julia Favila; la séptimo regidor, María Pérez y hasta el segundo sindico, Alejandro Villafañez y algunos otros más; todos ellos presuntamente bien organizados que hasta habían hecho grupos para repartirse los departamentos. Se dice incluso que ya tenían a las personas que iban a ocupar las direcciones y diversos puestos relevantes incluyendo comunicación social; ellos ya se miraban sirviéndose de Matamoros, pero al ver que llegó la borrega a tomar posesión de su lugar como alcalde, dicen que pusieron cara como si se les hubiera aparecido el chamuco, derrumbándoles toda ilusión y plan para enriquecerse.
Va a tener mucho trabajo el alcalde, hay proyectos en curso que se les tienen que dar seguimiento y una agenda de trabajo para el 2023 muy apretada como es usual en los años que tiene gobernando Mario López. Aunado a eso se le suma los regidores que ganaron para el monte; merecen un escarmiento y alinearse a como estaban hace escaso un mes. Tienen que entender que se trabaja para la ciudad, no para ellos mismos.