Hoy perderían la JUCOPO y a dos diputados
Sin Filtros; por Brenda Ramos
Dos amenazas de bomba se dieron hoy en ciudad Victoria Tamaulipas; la primera ocurrió alrededor de las 11:30 de la mañana luego de que se recibió un reporte sobre una supuesta amenaza de bomba que detonaría en el Congreso del estado alrededor de las 12:00 P.M. Dos horas después, alrededor de las 14:00 horas se alertó otra amenaza de bomba en la Torre Gubernamental José López Portillo, en dónde 780 personas fueron desalojadas.
En las primeras versiones recogidas, se mencionó que la llamada anónima fue realizada desde el municipio de González Tamaulipas al Centro de Comando, Control, Comunicación y Cómputo (C-4); La Fiscalía estatal desplegó personal en el recinto e informó que se abrió una carpeta de investigación para el esclarecimiento de estos hechos.
Estos “extraños incidentes” cayeron como anillo al dedo a la bancada del PAN, pues según trascendidos el día de hoy el Moyo García perdería la JUCOPO.
Las declaraciones del actual líder del congreso señalaron de “sospechoso” que los morenistas no se encontraban en el recinto, pero evadió el tema cuando se le preguntó por posibles renuncias de diputados del PAN, solo balbuceando que estos están en su derecho.
Y como no hay nada que pueda permanecer oculto en el mundo de la política, en los pasillos del congreso local se manejó que serían dos diputadas del norte las que se irían a MORENA o al menos favorecerían al partido para que recuperaran la JUCOPO en donde Úrsula Salazar sería la nueva líder del legislativo en el estado.
La sesión cancelada cayó como anillo al dedo para el Moyo y el Cachorro Cantú, ya que así podrían verificar la lealtad de sus legisladoras.
Una vez que inició el protocolo para desalojar el congreso, nos informan que el Cachorro Cantú se fue tras una de las sospechosas, siguiéndola hasta la casa que renta en Ciudad Victoria para hablar con ella y no se marchó hasta que ella salió con sus maletas rumbo a su ciudad de origen en el norte del estado.
Pero el PAN no es el único que tiene problemas de lealtad y liderazgo, pues, aunque están a nada de perder el poder en el congreso, en MORENA siguen los estires y aflojes.
Ya que me comentan fuentes bien informadas que parte de los legisladores se queja amargamente del liderazgo de la sobrina del presidente Andrés Manuel López Obrador y de que primero están sus dientes y sus parientes y al final ellos.
Pues no ha buscado proteger, procurar ni ayudar a sus compañeros de bancada, pero si le buscó hueso a su esposo Juan Dionisio Cruz Guerrero quien fue nombrado rector en la Universidad Tecnológica de Altamira. Debido a estas inconformidades, no es 100 % seguro que la morenista logre la aprobación suficiente para ser la próxima coordinadora de la JUCOPO a pesar de ser la actual líder de la bancada.
Hasta acá se escucha el cabildeo de los legisladores que pretenden contender por tan preciado poder, lo cuál será su boleto no solo para la reelección si así lo desean, sino para el premio mayor y sueño de cualquier político, un pase directo para contender por la alcaldía de su ciudad.
Por supuesto que a pesar de que cualquier legislador sueña este puesto, no a todos les alcanza, pues a sus manejadores se les disminuyó en gran medida el poder político después del resultado de las elecciones.
Partiendo de esto la lista se reduce y no dudamos que Humberto Prieto pueda aparecer como uno de los candidatos, pues en la última ocasión fue a quien lanzaron sus compañeros para competir por la JUCOPO; y si a esto le añadimos que Maki Ortiz ha levantado la mano por la Senaduría a pesar de que no le toca ni por género y de no ser una figura fuerte en el partido, si podría utilizar como moneda de cambio su aspiración, porque le entregaran a Humberto el control de la Junta de Coordinación Política.
Por lo pronto, tendremos que esperar para que la lealtad de los panistas sea probada, si el liderazgo de Úrsula es firme o si Maki u otro le arrebatan la JUCOPO; cuando pensábamos que la novela en el congreso se había terminado, nos salen con una amenaza de bomba. Y legislar ¿Para cuándo?