Votará hoy Congreso sí o no a bodas LGBT
*Luego de polémicos debate entre las bancadas del PAN y Morena este día El Congreso podría aprobar la reforma que permita los matrimonios igualitarios
CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Después de una larga batalla entre los grupos parlamentarios, principalmente del PAN y MORENA, este miércoles en sesión vespertina del Congreso del Estado podría quedar finalmente reformado el artículo 132 del Código Civil estatal que permitiría el matrimonio igualitario.
De concretarse la reforma, Tamaulipas será una de las últimas entidades en reconocer ese derecho a las personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trasvestis, Trasgénero, Transexuales e Intersexuales, la comunidad LGBTI.
En la sesión programada a las 4 de la tarde, se abordará y votará el punto 6 “Con proyecto de Decreto mediante el cual se reforma el artículo 132 del Código Civil para el Estado de Tamaulipas”.
El decreto quedaría con un Artículo Único. Se reforma el Artículo 132 del Código Civil para el Estado de Tamaulipas para quedar como sigue:
Artículo 132.- Quienes contraigan matrimonio deben ser mayores de edad.
Entrará en vigor al día siguiente al de su publicación en el Periódico Oficial del Estado.
En la sesión del 19 de octubre pasado, con 14 votos a favor y 1 en contra, las Comisiones Unidas de Igualdad de Género, Estudios Legislativos y de Derechos Humanos aprobaron que la propuesta de reforma fuera votada hoy.
La polémica por el matrimonio igualitario trascendió a sus dos principales actores en el Congreso, el partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y el de Acción Nacional (PAN) e involucró a la iglesia y activistas.
El Obispo de la Diócesis de Victoria, Efraín Tamez Villarreal a pregunta de EXPRESO salió a atajar: estos enlaces se podrán realizar ante la Ley, pero no por la iglesia Católica.
“No se pueden celebrar dentro de la iglesia, por lo que contempla nuestra ley del Derecho Canónico no se puede. Lo dice el derecho que para que una boda se celebre, debe ser entre un hombre con una mujer”, argumentó.
Por su parte la Alianza de Pastores de Tamaulipas y del Centro del Estado, ofreció una conferencia de prensa este lunes, en ella políticos panistas, un abogado, un activista social y morenista así como el Presidente de la Asociación Nacional de Padres de Familias dieron a conocer su postura.
“Respetamos los gustos y preferencias de ellos (LGBTI) pero no podemos ir por encima de los derechos de los niños, ellos no tienen la capacidad mental y psicológica ni afectiva para poder entender ese raciocinio”, expuso el activista Marte Alejandro Ruiz Nava.
El panista Álvaro Barrientos agregó que “esto es la punta del iceberg para un deterioro en la reconstrucción del tejido social”.
El también blanquiazul, Arturo Soto, señaló que los casamientos entre personas del mismo sexo no conviene a Tamaulipas y alegó que debe persistir la familia tradicional para un buen desarrollo social.
Por su parte el representante en Tamaulipas de México Igualitario, Mercurios Espinoza, reprochó que la reforma que podrá hacer posible el matrimonio igualitario llega demasiado tarde a Tamaulipas.
Acusó además que de concretarse, será una reforma incompleta, pues afirmó que dejará fuera de este derecho a personas con VIH (Virus de Inmunodeficiencia Adquirida).
Que se saque la reforma en favor de la comunidad LGBTI y ciudadanía en general no es todo caso, gracias a algún partido o Diputado, si no por la lucha de años de organismos no gubernamentales como México Igualitario en Tamaulipas.
En 2022 y hasta este martes, se han promovido en Tamaulipas 42 amparos para hacer posible el matrimonio entre personas del mismo sexo, que benefician a 352 ciudadanos.
Esa es la cifra de que tiene conocimiento México Igualitario, pero podrían ser más los casos de promoción de amparos, por las personas que lo hacen por su cuenta, sin recurrir a algún organismo.
Espinoza urgió a los diputados locales a que este miércoles voten en favor de la reforma al Artículo 132 del Código Civil de Tamaulipas, para que se respeten los derechos y se hagan efectivos los beneficios a la comunidad LGBTI.
Por Magdiel Hernández y Antonio Mandujano