Por:Mauricio Fernández Díaz
El reto de Américo Villarreal será combatir la corrupción
Ciudad Victoria.- El acoso intenso y reiterado, cuando viene del poder, acaba por vencer las naturalezas más resistentes de muchas personas. Américo Villarreal Anaya, gobernador de Tamaulipas, quedará ya en el recuerdo de la gente por haber soportado el acoso de Francisco García Cabeza de Vaca, que se alargó por años. El mensaje que éste le daba era “ríndete”, pero el doctor no lo hizo. Por su tenacidad, hoy dirige los destinos de la 11ª economía del país.
En este tiempo, Villarreal Anaya demostró que tiene una virtud personal que le ayuda a avanzar en la vida.
Ahora, los ciudadanos esperan que los ayude a avanzar en las suyas, en las que sufren carencias e incertidumbre. No es una invitación a ayudar: es una obligación, como que está escrito en la Constitución, y que él ha jurado cumplirla.
La novela de suspenso que urdió Cabeza de Vaca contra Morena finalmente tuvo un final feliz, y hemos iniciado la administración 2022-2028, la primera gobernada por la izquierda y segunda de alternancia política en 12 años. Hay expectativas muy elevadas en el pueblo, y es mejor analizar si coinciden las prioridades de la gente con las del nuevo gobernador.
Para los analistas y los actores políticos, el tema fundamental de la administración pública son las finanzas, ya que los recursos son escasos y las necesidades, inmensas; como nunca alcanza para todos, siempre hay sacrificados. Francisco García Cabeza de Vaca, quien cínicamente se declaró demócrata, dejó una deuda de 16 mil millones de pesos al gobierno de Américo Villarreal, y esto tendrá repercusiones, sobre todo sociales. Seguramente, el doctor hará los ajustes necesarios para aminorar la presión de esos pasivos. Sin embargo, no es un tema que manejen las mayorías o que lo entiendan mucho.
En la toma de protesta, el doctor ha resaltado su propósito de iniciar la transformación de Tamaulipas; ‘Transformación’, además de una meta deseada en cualquier sociedad subdesarrollada, es el eslogan de lucha y membrete político de Morena. En su doctrina se proponen iniciar una nueva era después de la Independencia, la Reforma y la Revolución, y enaltece figuras del pasado. Pero hoy, en cualquier conversación callejera, la gente habla más de las denuncias contra Cabeza de Vaca, de sus ranchos suntuosos en Gómez Farías, sus departamentos millonarios en México, y su vida próspera en Texas, sin haber trabajado mucho para lograrlo.
Cuando Américo hable de transformación, los tamaulipecos no pensarán en Morena o en López Obrador: van a pensar en justicia, van a exigir cuentas y van a esperar cárcel contra los causantes de la bancarrota del estado.
En la mente de la población están frescos los robos y abusos cometidos por el mandatario panista; incluso, por su causa habrá menos recursos para gasto social. Por lo tanto, la prioridad del gobernador Américo Villarreal, si quiere transformar el cabecismo de ayer en la honestidad de mañana, será combatir la corrupción.
Una política tenaz e intolerante contra prevaricadores y malos funcionarios panistas claman los ciudadanos. El doctor Villarreal ha mencionado también su voluntad de castigar los delitos del cabecismo. Entonces, aquí está la mejor coincidencia entre ciudadanos y gobernante.
Combate a la opacidad financiera y el gasto excesivo quiere el pueblo.
Combate a las prácticas de favorecer a la familia a través del gobierno o los cargos públicos, como hizo Cabeza de Vaca con su hermano Ismael y con sus primos María del Pilar y Mario.
Combate al endeudamiento opresor, al desvío de recursos y al engaño fiscal mediante empresas fachada que reciben contratos cuantiosos.
Combate al uso de las instituciones de justicia como instrumento de venganza o de represión contra opositores o personas a las que expresen desafecto.
Combate al amiguismo ejercido por los compañeros de partido, como los diputados y secretarios panistas, que en el gobierno de Cabeza de Vaca manejaban nóminas y contratos de proveedores a conveniencia.
La gente está lista para aplaudir al gobernador Villarreal Anaya cuando meta en prisión, tras un juicio correcto, a alguno de los servidores de la pasada administración. Pero también se lo reconocerá, y me atrevo a decir que aún más, cuando ese prisionero sea uno de sus funcionarios, sorprendido en algún delito. Le deseamos todo el éxito al doctor en la ardua tarea de gobernar a Tamaulipas.
Del mensaje que pronunció en su primer día como titular del Ejecutivo, a la salida de la toma de protesta, su equipo de imagen ha entresacado algunas ideas. “El gobierno honesto está por empezar”, reza uno de los principales. Suena muy bien; ahora falta materializarlo.