Columnas

El jefe de prensa de Cabeza de Vaca

La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

¿Por qué tenemos una IV T tamaulipeca, tan deficiente y tan errática?
Como toda explicación de un fenómeno político, la respuesta es multifactorial. Una de las principales, cuñas que han frenado el despliegue exitoso de la administración del gobernador Américo Villarreal Anaya -y su familia-, es la permanencia y operancia del ex gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca en el sistema político regional. Otra, -es evidente- es la poca pericia del Ejecutivo estatal, que ha potenciado la influencia y sobrevivencia del reynosense en la vida pública del estado.
Una de las pruebas más palpables de ambas circunstancias, es la fallida estrategia para desplazar del escenario tamaulipeco a CdeV.
La IV T y sus más ilustres asesores, han tomado el camino de la guerra mediática para demoler la significativa estructura política y de gobierno del cabecismo que persiste en el régimen de Villarreal y los Santiago.
Hace al menos dos semanas, los más influyentes líderes de opinión, se han lanzado contra Cabeza de Vaca. Lo acusan de vivir en USA; lo señalan de corrupción; lo mencionan como un infractor de las leyes mexicanas; le han exhumado sus multimillonarios bienes; en fin: todo un rosario de elementos de negra contextura.
Ese tipo de campañas de lodo, afectan a un político que tiene ciertas prendas de ética, de moralidad.
No es el caso.
Cabeza de Vaca, es un político con lógica delincuencial -no lo digo yo, lo dicen las autoridades federales mexicanas-. Para él, la máxima de que hablen de él, aunque sea mal, es benéfico para su proyecto. Más claro: están alimentado el huevo de la serpiente.
La Dirección de Comunicación Social del gobierno de Tamaulipas, tira recursos por el caño. No le han quitado -por los resultados que se ven- ni una pluma al gallo presidencial reynosense de una parte de los azules tamaulipecos.
¿Cómo confrontar, a una mente cuyo hemisferio delictivo está tan desplegado?
Se infiere: con estrategias de corte penal, judicial.
De otra forma: le toca al Poder Judicial, esa jornada de limpieza del sistema político de la comarca.
Más claro: en lugar de meter fondos para aplastar mediáticamente a CdeV, deberían invertirlos en contratar buenos asesores jurídicos para articular una respuesta en el área que verdaderamente le duele al ex gobernador y sobre todo a sus correligionarios: los tribunales.
Está claro: la primera obligación de los abogados es trabajar una proyección para frenar las ramificaciones del cabecismo en los puntos clave del gobierno de AVA. Ya lo dijo un jurisconsulto de colmillo largo y retorcido: con un juez y un fiscal -de confianza de la IV T- se instrumenta una ofensiva en el terreno penal para achicar a los personeros de CdeV.
Eso indica, que aún sin una Reforma Judicial, se puede frenar la injerencia del cabecismo. Sólo falta, la decisión y la templanza para llevar al terreno en donde se puede competir con el avezado político panista.
Probablemente, la pugna judicial podría prolongarse, dada la actitud del Poder Judicial de la Federación -ama al PAN-, pero metería presión a unos funcionarios azules, que hoy se mofan en la cara de Villarreal Anaya y los Santiago.
Justo por esa circunstancia, la IV T, tiene la necesidad de sumar a un equipo de litigantes del más alto perfil. Carpetas de investigación, inexpugnables, para enfrentar las controversias y obtener resultados amigables para el gobierno estatal.
En tanto, la batalla mediática sea el único instrumento para debilitar a CdeV, seguirán los mismos resultados: la inamovilidad de su figura y el diario escarnio para Villarreal Anaya y los Santiago.
¿O acaso Pancho Cuéllar, pretende seguir siendo el jefe de prensa de su tocayo, Cabeza de Vaca?

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