Por:Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- Es conocido de todos que Andrés Manuel López Obrador es uno de los políticos más talentosos de los últimos tiempos; lee con claridad los mensajes que salen de la sociedad y adivina con acierto los propósitos de los grupos de poder. Estas virtudes lo han ayudado a avanzar con su movimiento a través de los estados que antes gobernaban el PAN o el PRI. Y ha tocado el turno a Tamaulipas de integrarse a su territorio de influencia.
“El caso de Tamaulipas es especial porque no lo he visitado”, dijo el tabasqueño, en una gira reciente por la entidad. “Es de los estados que menos he visitado en los últimos tiempos… pero hace falta que se defina con mucha claridad el apoyo que vamos a seguir destinando al pueblo».
Y la definición tiene lugar este miércoles en el corazón mismo del estado, Ciudad Victoria. Para demostrar que hablaba en serio de definir “con mucha claridad”, López Obrador viene acompañado de todo su gabinete, con el cual sostendrá diversas reuniones de trabajo.
Esta capital y esta entidad federativa, hace apenas unas semanas, era sede de operaciones de una célula facciosa compuesta por viejos calderonistas, reunidos alrededor de Francisco García Cabeza de Vaca, con el fin de lanzar campañas de fango sobre el doctor Américo Villarreal y difamar a Morena como narcopartido político.
Personajes famosos pero poco agraciados para llegar a multitudes aterrizaron cómodamente en Ciudad Victoria. Hablamos de Javier Lozano, Roberto Gil Zurth, Jorge Manzanera, Max Cortázar y Salvador Vega, quienes fueron secretarios, asesores y coordinadores en el sexenio 2006-2012. Solo faltó Felipe Calderón Hinojosa para tener el cuadro completo.
En política no hay casualidades, y el encuentro de estos calderonistas en Tamaulipas no significaba ninguna aportación de conocimientos o soluciones a los problemas de los ciudadanos; no. Fue un plan bien pensado para provocar inestabilidad y crisis al gobierno de López Obrador y, de paso, al doctor Américo Villarreal, su candidato en la elección de gobernador.
En los desafectos de López Obrador solo hay un hombre que ha podido desbancar a Carlos Salinas de Gortari como el más aborrecido: Felipe Calderón Hinojosa.
Y el michoacano, por cierto, no se dedica a otra cosa que a atacar y exhibir a López Obrador, a su familia, a Morena y a todo lo que hace la Cuarta Transformación.
Ese también era el deseo más acariciado por el reynosense, y fue solo cuestión de invitar a sus viejos amigos calderonistas para dar rienda suelta a sus enconos contra López Obrador.
De este modo, el dinero de los tamaulipecos fue míseramente utilizado por Cabeza de Vaca para apuntalar al grupo panista mientras escaseaban las medicinas, se suspendía el pago de becas escolares y se rezagaba la obra pública en los municipios más pobres.
Por ejemplo, a una empresa de Salvador Vega Casillas, denominada Estrategob S.C., el gobierno de Cabeza de Vaca le asignó contrato de 26.5 millones de pesos por solo cuatro meses de servicio, y sin mediar proceso de licitación.
Los contratos a la empresa Accuracy Legal and Consulting SC, propiedad de Roberto Gil Zuart, permanecen ocultos, lo mismo que los de Jorge Manzanera, eterno estratega de comunicación de Acción Nacional.
Los negocios de estos panistas con Cabeza de Vaca fueron documentados por el portal Sin Embargo, y han aclarado el bombardeo mediático para emparentar a Morena con el caso Carmona, la delincuencia organizada y el supuesto financiamiento ilegal a Américo Villarreal; estas denuncias se desintegraron en tribunales como bolas de humo.
Ahora, para patentizar el fracaso panista en Tamaulipas, Andrés Manuel López se adueñará del Palacio de Gobierno de Ciudad Victoria y de toda la atención en la entidad, acompañado del gabinete principal, para mostrar su músculo político y su intención de cubrir a este territorio con los beneficios que nunca le concedió el panismo.
Desde el proceso de desafuero contra Cabeza de Vaca, hace dos años, el Presidente no organizaba ninguna reunión plenaria de su gobierno ni conferencia de prensa en Tamaulipas. Visitó Nuevo Laredo en febrero de este año para inaugurar unas obras de modernización aduanera, donde coincidió con el gobernador. Solo se publicó una foto de ambos mandatarios en el evento y la tomó, justamente, Cabeza de Vaca. ¿Habrá querido engañar al tabasqueño con una falsa muestra de amistad cuando Andrés Manuel intuye siempre las intenciones de sus adversarios?
Pensión a personas discapacitadas, inversiones en Aduanas y la refinería Francisco I. Madero, presencia de Guardia Nacional, el Presidente trae el Cuerno de la Abundancia a los tamaulipecos para que comparen qué gobierno dice trabajar por la gente y qué gobierno lo hace realidad.
“No es mi fuerte la venganza”, ha dicho el primer mandatario cuando le preguntan sobre Cabeza de Vaca. Estas palabras no deben despertar falsas esperanzas en el reynosense. El Presidente tomará el control político de Tamaulipas para restituirle todo lo que el panista le quitó y para pagarle al exgobernador como se merece: Ley del Talión, ojo por ojo y diente por diente.
