La congregación enfrenta una demanda por presunto daño moral entablada por un sacerdote al que expulsó tras descubrir que era portador de VIH, mediante una prueba practicada sin su consentimiento y de la cual su médico informó a los superiores de la orden antes que al propio enfermo.
Otro caso de abuso de los Legionarios de Cristo se dirime en tribunales… Un sacerdote demandó a la congregación por haberlo expulsado tras descubrirse que es portador de VIH. Para tal fin, la orden religiosa, mediante una red de cómplices, le realizó al exsacerdote un examen médico sin su consentimiento, violando sus derechos a la igualdad y no discriminación, así como al consentimiento informado y protección de datos personales. En este entramado, además, está implicada una sobrina del defenestrado Marcial Maciel.
TOLUCA (Proceso).- Los Legionarios de Cristo enfrentan una demanda por presunto daño moral entablada por un sacerdote al que expulsaron de la congregación tras descubrir que era portador de VIH, mediante una prueba practicada sin su consentimiento y de la cual su médico informó a los superiores de la orden antes que al propio enfermo.
El exsacerdote demandó por la vía civil a la Arquidiócesis Primada de México, al cardenal Norberto Rivera, a los Legionarios… a Ricardo Sada Castaño, entonces director territorial de la congregación, y a Eduardo Gómez-Gil, su director general.
También a Médica Sur, SAB de C.V., donde fue diagnosticado, y a Rocío Murphy Maciel, sobrina del fallecido fundador de los Legionarios, Marcial Maciel, quien aparece en el expediente clínico como médico tratante del clérigo, cuyo nombre pidió reservar por el temor de sufrir más actos discriminatorios.
A partir de una queja que originalmente fue iniciada ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, su homólogo de la Ciudad de México resolvió que Murphy y Médica Sur violaron los derechos humanos a la igualdad y no discriminación, al consentimiento informado y protección de datos personales.
También concluyó que los Legionarios de Cristo incurrieron en trato desigual motivado por la condición de salud del peticionario.
En 2017, en una primera sentencia, un juez se declaró incompetente y sobreseyó la denuncia bajo el argumento de que su resolución correspondía al derecho canónico. Fue mediante un amparo de un Tribunal Colegiado que se ordenó retomar el proceso, y la Suprema Corte de Justicia rechazó por improcedente un recurso de la congregación que pretendía sacar el caso del ámbito civil.
Proceso pudo acceder al expediente y también solicitó a los Legionarios hablar al respecto, pero no aceptaron.
En los próximos días, la titular del Juzgado Primero Civil en la Ciudad de México, Miel Silva, deberá resolver un escrito de incidente, promovido por el defensor de los Legionarios y de Ricardo Sada, Eduardo Javier Tito Sodi Carmona, en el cual se solicita el desistimiento para todos los denunciados.
Lo anterior, porque en el transcurso del proceso legal el sacerdote dio marcha atrás en su demanda contra Rivera Carrera y Gómez-Gil.
