Culpan a Bonafont de provocar un «infierno ambiental» en Puebla
En febrero pasado la Guardia Nacional desalojó a pobladores de Santa María Zacatepec, Puebla, que habían tomado la planta de Bonafont en protesta contra la sobreexplotación de los mantos acuíferos de la región. Ahora la compañía está de regreso y arropada por las autoridades estatales.
miércoles, 26 de octubre de 2022
En febrero pasado la Guardia Nacional desalojó a pobladores de Santa María Zacatepec, Puebla, que habían tomado la planta de Bonafont en protesta contra la sobreexplotación de los mantos acuíferos de la región. Ahora la compañía está de regreso y, arropada por las autoridades estatales, reabrió la planta. A pesar de que afirma que ésta sólo funcionará como bodega y para distribuir sus productos, los pobladores se aprestan a viajar a Francia para exhibirla como una de las empresas responsables de provocar un “infierno ambiental” que derivó en el socavón formado en mayo de 2021.
JUAN C. BONILLA, Pue. (Proceso).– Con todo y que la empresa Bonafont es acusada por grupos de pobladores de saquear los mantos acuíferos de esta región y de cometer múltiples irregularidades, el 26 de septiembre, Fabrice Salamanca, vicepresidente de Asuntos Públicos y Legales de Grupo Danone, encabezó la reapertura de la planta de esa embotelladora francesa en este municipio.
Acompañado por José Cinto Bernal, presidente municipal, y por Guillermo Malpica Soto, subsecretario de Industria y Comercio del gobierno estatal, el directivo de la trasnacional aseguró que esas instalaciones, que estuvieron cerradas año y medio a causa de las protestas, ya no se usarán para extraer agua y sólo servirán para bodega y distribución de productos.
Durante la ceremonia oficial, con presencia de representantes de la parroquia y autoridades escolares, Salamanca acusó que los pobladores –que tuvieron tomadas esas instalaciones 11 meses– cometieron vandalismo y dañaron el pozo de agua concesionado a la empresa. “Posiblemente lo hayan contaminado”, dijo el directivo.
En respuesta, los integrantes del movimiento Pueblos Unidos de la Región Cholulteca y de los Volcanes aseguran que no permitirán que Bonafont siga operando en esta localidad, ni para extracción ni para distribución de agua. Pese a lo anunciado por la empresa, entrevén la posibilidad de que la embotelladora intente operar de nuevo el pozo de extracción que ellos sellaron hace un año con un ritual nahua.
Los lugareños anunciaron una serie de acciones de la mano de organizaciones nacionales e internacionales, incluso en Francia, donde informarán sobre el saqueo de recursos de pueblos indígenas por parte de Bonafont, de cómo operó una concesión vencida durante casi siete años, de no contar con Manifestación de Impacto Ambiental, de haber trabajado durante años sin permiso de uso de suelo y de omitir el pago de impuestos locales.
En noviembre próximo, un grupo de pobladores viajarán a Francia, donde participarán en una rueda de prensa conjunta con el colectivo Eau Bien Commun 63 (Agua bien común) y con habitantes de la comuna de Volvic, quienes también señalan a la firma Danone por saquear el agua de la región centro de ese país europeo.
Los vecinos del pueblo originario de Santa María Zacatepec dicen que exhibirán a Bonafont como una de las empresas responsables de haber generado un “infierno ambiental” en este municipio, que derivó en la formación del socavón que se generó a finales de mayo de 2021.
Dicen que la empresa francesa recurre a la “ingeniería de conflictos”: reparte dádivas, publica panfletos, financia obra pública y a políticos, para dividir y desarticular la movilización social.
El engaño
Camilo Tekpatl Campeche, vocero de Pueblos Unidos, cuenta que decidieron cerrar Bonafont el 22 de marzo de 2021, el Día Mundial del Agua, luego de que más de 20 pueblos de esa área, que subsisten de la agricultura y la producción de ladrillo, empezaron a ver que sus arroyos, ameyales, lagunas y pozos artesanales se estaban secando o desapareciendo.
Fidel Flores, habitante de San Lucas Nextetelco, dice que a sus 75 años puede dar testimonio del impacto ambiental que ha padecido esta región a partir de la industrialización que trajo la construcción de la autopista Puebla-México, en 1962.