Con Urbanidad
Por: Vicente Hernández
“La ilegalidad del cannabis es horrible, un impedimento a la completa utilización de una droga que ayuda a producir la serenidad y revelación, sensibilidad y camaradería que necesitamos tan desesperadamente en este mundo cada vez más loco y peligroso.”
‹Carl Sagan›
Con la resolución dictada por la Suprema Corte de Justicia de la nación el 28 de junio de 2021, la Primera Sala resolvió un juicio de amparo en el que declaró la inconstitucionalidad del sistema de prohibiciones administrativas al consumo lúdico de marihuana previsto en la Ley General de Salud, pues consideró que el modelo de prohibición absoluta entraña una restricción desproporcionada al derecho al libre desarrollo de la personalidad de los consumidores.
Y a partir de esta fecha todo parece mas sencillo, sin embargo el tema tiene su historia de lucha, tomando en cuenta que por muchos años se presentaron a las diversas comisiones parlamentarias de la Cámara de Diputados y en la de Senadores varias iniciativas de ley sobre el uso de la marihuana, (cuatro en la de Diputados y una en la de Senadores ) en el 2012 el Diputado por el PRD Fernando Belaunzaran presento una iniciativa que contemplaba la otorgación de permisos para el cultivo de marihuana para uso personal (en otras palabras para uso recreativo) o sea, en aquel entonces el Diputado pretendía que fuera legal que cualquier ciudadano pudiera sembrar su plantita, fumarse su “churrito” en el jardín de su casa sin que nadie lo molestara.
En el 2014 el gobierno de la ciudad de México presento a la Asamblea Legislativa y al Congreso federal proyectos de ley para la descriminalización por la posesión de la marihuana para uso personal, (permitiendo el umbral permitido de 5 a 30 gramos) esto para prevenir que los consumidores que fueran sorprendidos con cantidades mayores fueran tratados como delincuentes, y castigados con penas de cárcel, y los policías usaran esas sanciones para extorsionar a los consumidores.
La verdad es que desconozco cuantos churros se pueden hacer con 30 gramos de yerba, y menos el tiempo que un adicto puede sobrevivir si darse “un toque de mota” antes de que caiga victima de la abstinencia, y tengan que cargar con un bulto mayor para cada tres o cuatro cuadras, fumarse un cigarro verde sin que la policía los vea como criminales y los remita a la cárcel por andar “quemándole las patas al diablo” digo.
El 4 de noviembre del 2014 el Ministro de la Corte de Justicia Arturo Zaldívar Lelo de Larrea propuso un proyecto de resolución para autorizar el consumo de la marihuana para fines lúdicos, como resultado de un amparo interpuesto por la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante, la propuesta legalizaría las actividades relacionadas con el autoconsumo de marihuana, así como el cultivo, preparación, posesión, y transporte de marihuana para uso personal, excluyendo cualquier uso comercial.
Hoy día ese amparo rindió frutos, ya que según el resolutivo de la SCJN invalida con efectos generales, la prohibición absoluta contenida en la Ley General de Salud para realizar actividades relacionadas con el autoconsumo lúdico o recreativo de cannabis, así que una vez aprobada esta reforma a la ley a favor de este club de “marihuanos responsables” que interpusieron el famoso amparo, los mexicanos emprendedores y alivianados podrán sembrar, prepararse su carrucos y transportar libremente su mota sin que ningún policía se atreva a molestarlos.
Entonces a partir de la resolución, la Secretaría de Salud, a través de la COFEPRIS, podrá autorizar el cultivo, la cosecha, la preparación, la posesión y el transporte de la mariguana con fines recreativos a las personas adultas que lo soliciten, en el entendido de que dicha autorización no podrá incluir en ningún caso la permisión de importar, comerciar, suministrar o cualquier otro acto de enajenación y/o distribución de tales sustancias, además, este derecho nunca podrá ejercerse frente a menores de edad, ante personas que no den su autorización en un espacio público, ni al realizar cualquier actividad que pueda ser riesgosa para terceros, como conducir un vehículo.
¿Pero en realidad todos los consumidores serán responsables de fumar solo uno o dos cigarrillos, de no combinarlos con alcohol o cualquier otra sustancia que juntas provoquen el deseo de agredir, insultar o violar a otros seres humanos? Los consumidores de esta hierba argumentan que antes de que se diera esta reforma, la prohibición era contraria al “libre desarrollo de la personalidad” y que “pertenece a la autonomía individual la posibilidad de decidir responsablemente si desea experimentar los efectos de la sustancia” señalan además en su defensa, que el consumo de marihuana no induce a la comisión de delitos violentos, pues normalmente genera estados de letargo que inhiben la agresividad, y que en personas adultas “no supone un riesgo para la salud” si no se utiliza de manera crónica y excesiva.
Ahora resulta que esta ley atentaba contra la “personalidad pacheca” de los individuos, y coartaba la libertad de probar sus efectos, porque aseguran que no induce a delinquir, ya que inhibe la agresividad ¿Entonces en donde queda lo “recreativo” si nada mas sirve para dormir la mona?
Para cómo van las cosas, con un tianguis de mota y drogas en el Parque Luis Pasteur, ubicado frente al Senado, donde jóvenes ofrecen con mucha naturalidad “Tengo Pablo Escobar o de la Orange” en este mercado al aire libre, ante los ojos de la policía y los encargados de elaborar las leyes, jóvenes en su mayoría, que instalaron desde hace varios meses puestos donde comercializan mariguana que va desde un cigarro hasta alimentos gourmet, y así con esa tolerancia, llegara el día que será igual de fácil mandar comprar a la tienda de la esquina uno o dos carrucos “para reposar la comida” , y se pueda traer a la vista un paquetote de mota sin que policía alguna se atreva a detenerte, y nuestros hijos ya no le sacaran vuelta a los marihuanos, porque ahora son unos responsables, divertidos y no adictos ciudadanos, ¿usted qué opina? Y recuerde que lo dicho estará bien dicho si se dice Con Sentido Común.