Política

CENA DE NEGROS 

Marco Antonio Vázquez Villanueva 

Empezaron los acalambres… 

¿Lo entregó?, ¿son las primeras traiciones?, ¿acto de supervivencia?, o, ¿lo obligaron?, la verdad solo el Fiscal Irving Barrios la sabe y dudamos mucho que la pueda expresar a los cuatro vientos, lo único que tenemos de certeza es que él firmó un documento pidiendo al Congreso del Estado la destitución del Fiscal Anticorrupción, Raúl Ramírez, con el argumento de que no aprobó los exámenes de control y confianza a los que son obligados por ley y evalúo el Centro Nacional de Inteligencia, 

Tanto Irving Barrios, Fiscal General de Tamaulipas, como Raúl Ramírez titular de la Fiscalía Anticorrupción, hasta ayer se pensaba que eran del mismo establo, de los cabecistas, el primero con más cercanía hacia el calderonismo, pero cabecista al fin, con todo y ello desde el Congreso se filtró un oficio donde uno solicita la destitución de su auxiliar en el combate a la corrupción que dice, con todas sus letras, no es apto para el puesto por no ser confiable. 

Ahora, la duda es si el oficio para solicitar la destitución del Fiscal Anticorrupción está acompañado de una orden de aprehensión, porque el texto no lo especifica, nomás pide no se difundan los pormenores de la evaluación lo que hace presumir es sigilo que acompaña toda investigación más lo referente a cuidar que no se violenten derechos del Fiscal para no darle oportunidad a los amparos o cosas parecidas, aclaro, solo es sospecha. 

Con la acción queda visto que el presunto blindaje que se hizo a la Fiscalía es tan endeble como voluntad tengan sus enemigos de eliminarlo, la muestra es que en menos de un mes cayó una de las cabezas principales de los operadores de Cabeza de Vaca que lo protegían para no investigarlo en el Estado, Raúl Ramírez. 

¿Qué negoció el Fiscal a cambio de la firma de ese documento o es traición a su exjefe?, no lo sabemos, pero el sentido común no lleva a predecir que de todas formas Irving no hará huesos viejos en la Fiscalía General del Estado, contra el poder del gobierno federal no se puede, menos con lo desaseado de algunas investigaciones o procesos que se construyeron para amedrentar y dinamitar a los enemigos del Francisco ahora prófugo. 

Claro, lo de Raúl Ramírez nomás es el principio, quizá mediante personeros ya se debieron hacer invitaciones a diferentes funcionarios de esa dependencia, y del Poder Judicial también, para que voluntariamente se vayan y se escondan donde nadie los vea por los siguientes seis años, y no crea que se hacen con amenazas, ni advertencias, no, la experiencia es que llegan de lo más amable, a lo mucho les mostraron lo corrupto que resultó el exfiscal anticorrupción con el oficio que se les ha de haber caído en el escritorio del que recibía el mensaje, y ya. 

Hay, por supuesto, algunos envalentonados funcionarios que todavía se creen de la casta divina y protegida del prófugo Francisco, que todavía creen que los blindaron y no les harán nada, uno de esos el titular de la Auditoria Superior del Congreso del Estado, Jorge Espino Ascanio, pero ¿qué pasaría si le abren una investigación por aquellos audios a su hijo en los que pretendía comprar la alcaldía de Reynosa a cinco millones por regidor y que reconoció eran reales?, ¿seguiría de valiente?, o ¿se acuerda de aquellas facturas de su pareja al gobierno municipal de Victoria que tenía Xico en sus manos?, nomás para abrir boca, la otra es que mientras la federación ha encontrado errores y desvíos por miles de millones de pesos al anterior gobierno en sus auditorias casi hasta le mandaban un reconocimiento porque no veían más que buena administración. 

Es obvio que Espino Ascanio sigue con su soberbia porque todavía no le toca en serio o porque no le ha caído el veinte que todavía las cosas van por las buenas, quien sabe si ya con otro Fiscal Anticorrupción siga con su tono o con su necedad de seguir en un cargo que le heredo su cuatacho Francisco García Cabeza de Vaca. 

Si tienen poquito

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