Por:Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- Después de fracasar en la elección del 5 de junio, Acción Nacional ha acelerado el paso para reorganizar su estructura y poder recuperar algo de lo perdido. Tiene en contra todo: pronósticos y ambiente político. Eso no lo desanima de buscar la senaduría vacante y de empoderar a su principal figura (así lo llaman ellos): Francisco García Cabeza de Vaca.
Una oposición neurótica y falaz, pero oposición al fin, es la que ofrece el panismo a los tamaulipecos que puedan estar inconformes con Morena. Recordemos que el conteo final de la elección acortó la distancia entre Américo Villarreal, el ganador y César Verástegui, segundo lugar. El primero recibió 710 mil 952 votos; y el segundo, 628 mil 541. Decir que arrasó es exagerado: fueron 82 mil 411 sufragios de diferencia.
Quizás es ese margen el que impulsa a Acción Nacional a desafiar al morenismo en la elección extraordinaria de senador. Probablemente peca de optimista, ya que no toma en cuenta el cambio de escenario a partir del 1 de octubre: el poder está ahora en manos de Morena, y el PAN ha perdido esa fuerza, incluso el apoyo de su aliado, el PRI.
También es un hecho que el furor morenista ha bajado, y que la gente se muestra más preocupada por temas cotidianos, como la inflación y la escasez de oportunidades. Además, hay dos percepciones distintas de la 4T en la entidad; la gente puede confiar plenamente en Américo Villarreal, ya que acaba de empezar, pero a nivel nacional la imagen de la izquierda se ha opacado, por decir lo menos. Andrés Manuel López Obrador goza de una alta aprobación, eso sigue igual; sin embargo, el partido ha sido cuestionado severamente en los últimos días por los escándalos del “Guacamaya leaks” y la dura pelea al interior del 4T por los puestos decisivos.
Solo denuncias y acusaciones han caído sobre Morena y su dirigente Mario Delgado, desde que se eligieron consejeros nacionales y comités directivos en el país. Hasta acaban de matarles a balazos a una de sus figuras en Jalisco, quien ocultaba vínculos, al parecer, con el crimen organizado. En su papel de Poncio Pilatos, Mario Delgado dijo que ni lo conocía, y que “tenía poco” de militar en el movimiento.
Repetimos: Morena es un partido corrupto, incongruente y elitista, según las quejas expresadas por sus mismos cuadros, como John Ackerman, Gibrán Ramírez y el mismo Ricardo Monreal, junto que todos los simpatizantes que los siguen.
Entonces, hay un genuino desencanto hacia el movimiento bajo su apariencia real y práctica, que es la del fraude, la corrupción y hasta el desvío de recursos, muy diferente al de su propaganda política, en la que se autonombra “la esperanza de México”.
Esto lo sabe el PAN, especialista en campañas de odio y ataques mediáticos, por eso irá gustoso a la elección extraordinaria, posiblemente en febrero del año entrante, para emprender sus vieja estrategia de enlodar a Morena ahora que pasa por una mala racha.
La bomba que prepara Acción Nacional para la 4T en Tamaulipas se llama Francisco García Cabeza de Vaca, el exgobernador, a quien algunos consideran un loco de remate. Podrá estar desequilibrado, pero el reynosense cree en su lucha, gasta en abogados y asesores y no vacila en contraatacar a Morena o a sus representantes cuando la ocasión se lo permite.
El primer paso para reactivar a Cabeza de Vaca lo dio el pasado 23 de octubre, en la Asamblea Estatal del partido, donde el exmandatario fue elegido consejero nacional “de manera unánime” por los delegados numerarios.
Desde su escondite, el reynosense libra una lucha jurídica contra una orden de aprehensión por diversos delitos, incluso ya obtuvo un amparo por algunos de ellos, pero el de delincuencia organizada, que le imputa la FGR de la 4T, amerita prisión forzosa o de oficio.
Al parecer, en Morena le guardan cierto temor a Cabeza de Vaca, pues ha corrido la versión de que este partido y el PT, su aliado en la Cámara de Senadores, buscan evitar la elección de febrero para recurrir a un procedimiento de reemplazo, con bajas y altas de otros legisladores.
Más que miedo a Francisco, lo que se propone la 4T es evitar un mayor desgaste a su imagen, ya que se acerca la elección fundamental de 2024, y la crisis económica podría agudizar el malestar en los ciudadanos y afectar el apoyo a la izquierda.
Mientras tanto, el PAN rehace sus estructuras y las lanza de nuevo a la arena política, ahora contra el gobierno morenista de Américo Villarreal. Quiere dividir, polarizar y hasta enfrentar a la sociedad entre sí, y ha elegido el matrimonio igualitario, un tema que sigue causando rechazos a pesar de no amenazar a nadie ni de sustituir a la familia tradicional.
La 65 Legislatura discutirá este miércoles 26 de octubre una iniciativa para reformar el Código Civil y aceptar de una vez el matrimonio entre personas del mismo sexo. Los morenistas defienden este derecho, pero el PAN ya armó un frente con pastores, abogados y padres para oponerse y, sobre todo, para calentar la cabeza a los ciudadanos y satanizar a Morena.
La 4T en Tamaulipas vuelve a reaccionar con lentitud y torpeza ante los embates de los conservadores, aunque esta vez ejerce el privilegio del poder. Necesita estar más despierta y apoderarse de la agenda política porque el dominio de la opinión pública no lo tiene nadie. O quizás, es del primero que lo atrapa.
