Sin Filtros; por Brenda Ramos
Cuando asistimos a la toma de protesta del gobernador Américo Villarreal Anaya, vimos en los asientos del congreso del estado de Tamaulipas uno al lado del otro tanto al Fiscal superior del Estado Irving Barrios Mújica como al Auditor Espino Ascanio, junto a lo que parecía ser su personal de seguridad, con una actitud diferente a aquellos despliegues de prepotencia y superioridad que emanaban al andar. Los vimos cabizbajos, incómodos y pensativos, pues la era del cabecismo había terminado.
Los días posteriores a esto, tanto en fotografías como en nuevas visitas a la capital, los notábamos cada vez más incómodos, siendo el fiscal Irving Barrios el que tuvo que pasar el trago más amargo al tener que estar presente en reuniones al lado del Gobernador Américo Villarreal y El secretario General de Gobierno Hector Villegas.
En un reciente análisis, compartimos con los lectores que la información respecto al fiscal del “Michoacanazo” y “Tamaulipecazo” iba en el sentido de buscar una salida fácil, prefirió cooperar antes que tener el mismo destino que Jorge Winckler Ortiz quien fue nombrado por el exgobernador de Veracruz Miguel Ángel Yunes y es quien permanece en prisión mientras que el exgobernador anda libre como el viento.
En pocas palabras, que su salida había sido negociada, pero se quedaría para hacer algunos pendientes, entre ellos lo que sucedió el día de ayer con la destitución del Fiscal Anticorrupción por no aprobar los exámenes de confianza.
Esto pasó a tan solo unos días después de que AMLO pisara tierras tamaulipecas y se haya lanzado contra los fiscales estatales durante su conferencia de prensa realizada en el octavo batallón de infantería al plantear que aquellos que no han dado resultados deberían renunciar por dignidad y vergüenza.
La separación del cargo de Raúl Ramírez Castañeda como el fiscal anticorrupción le pudo parecer bochornoso ya que a nivel nacional se le evidenció como falto de confianza, pero le pudo ir peor, ya que trae un Karma muy grande respecto a todos aquellos políticos morenistas a los que les fincó carpetas de investigación y órdenes de aprehensión además que se burlaba de ellos ante medios de comunicación al responder que las investigaciones no eran de ahorita y la época electoral nada tenía que ver con lo que de lejos se veía era una persecución política.
Ramírez Castañeda salió por la puerta de atrás al darse a conocer que el oficio CNI/DG/319/2022 puntualizaba que el General Audumaro Martínez Zapata, director general del CNI había remitido los resultados en atención a los exámenes de control y confianza del personal que, por la naturaleza de las funciones, se ubican en la clasificación de “altos mandos».
“Se advierte que el referido servidor público no cumple con los requisitos que señalan los numerales 24 Fracción VII, y 64 de la Ley Orgánica de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas” continuaba el texto.
Si bien, Ramírez fue el primero en caer, mis fuentes me comentan que el siguiente será el verdugo de este, el fiscal Irving Barrios y que en enero saldría el Auditor Superior Espino Ascanio. Como todo en la vida, puede haber margen de error, pero me comentan que mas o menos así va la cosa. Por lo pronto yo me despido con una pregunta, para usted ¿Quién será el próximo en caer? ¿Espino, Barrios o el mismo CDV? La quiniela, ya está abierta, esperamos su respuesta.