Por: Mauricio Fernández Díaz
Se despedazan PAN y Morena en medios de comunicación por Américo Villarreal
Ciudad Victoria.- Desde que iniciaron las internas el año pasado, la elección de gobernador ha seguido un camino de choque, agresión y descalificaciones entre rivales, sobre todo del poder estatal a Morena; las instituciones subordinadas a Francisco García Cabeza nunca tuvieron un ápice de civilidad. Como en las dictaduras, hasta se giraron órdenes de aprehensión contra opositores. El cabecismo realmente se preparó para la guerra, para aniquilar, y por eso extendió su estrategia a los medios de comunicación, donde golpea a Américo Villarreal, sus colaboradores y su triunfo. Y en este choque el morenismo parece haber recibido más palos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho la verdad: hay una persecución contra el doctor Villarreal, cuyo objetivo final es impedir que sea gobernador, aunque ganara la elección. La voz del presidente resuena por encima de cualquier otro líder político o empresarial del país, y por eso su palabra causa mayor efecto. Pero en estas luchas es necesario defenderse también con armas propias, ya que el enemigo se coaliga con otros y suele roer y lastimar con insistencia, como ha pasado ahora.
Américo Villarreal Anaya ganó la elección del 5 de junio: esta es la verdad histórica, la que apoya el árbitro electoral, el tribunal estatal y la sentencia del tribunal federal, si bien debe votarse hoy. El doctor se preparó para esta lucha y la ha ganado. Sin embargo, fue la primera de varias luchas que debe librar en esta guerra por el poder. Otra de las luchas fundamentales es dominar la agenda política, marcar tendencia y ganar la opinión pública, y aquí sentimos cierto vacío en su estrategia o un exceso de confianza en la debilidad del enemigo. Porque el PAN habrá perdido, pero sabe lo que puede ganar con la campaña negra que ha dejado caer sobre el gobernador electo y su partido.
El ataque panista no comenzó con la opinión mendaz de Héctor de Mauleón, el 19 de septiembre de 2022, sino con la ejecución de Sergio Carmona, el 22 de noviembre de 2021. Una bien construida narración de contrabando de gasolina y financiamiento ilegal a Morena cundió por todo el país. La noticia se replicó hasta en la plataforma latinoamericana Infobae y en medios de España. Quedaron supuestamente exhibidos Mario Delgado, Erasmo González, Olga Sosa, el propio doctor y otros.
Pero la cola larga de Cabeza de Vaca le jugó en contra, y tan pronto llegó Santiago Nieto a apoyar al equipo de transición de Américo Villarreal, ya gobernador electo, presentó tres nuevas denuncias por desvíos millonarios a través de empresas fantasmas, con la observación de que tenía evidencias para documentar “hasta 50 denuncias más”. Publicaciones económicas serias, como Expansión y El Financiero, difundieron la historia, además de varios medios nacionales.
Todos hicieron el retrato de un Cabeza de Vaca rapaz, deshonesto y ambicioso, al estilo de las redes sociales, y el sabor de la victoria morenista en Tamaulipas fue en aumento.
A partir de ahí, el equipo de Américo Villarreal cayó en una especie de zona de confort y dejó “vivir” en paz a Cabeza de Vaca por varias semanas, tiempo suficiente que aprovecharon los panistas para contraatacar.
Hay que reconocer que, en términos de comunicación masiva, los cabecistas hicieron un trabajo notable por la forma contundente con que sacudieron el clima político para despertar sospechas en contra Américo Villarreal. Abominablemente, utilizaron mentiras, falsificaciones e información engañosa, pero eso no lo alcanza a percibir el grueso de la gente, sobre todo de otros estados, que solo puede saber del doctor y su triunfo por la prensa.
En el equipo cabecista hay voceros experimentados en escupir fuego y diatribas, políticos que hacen alarde de fuerza y bravuconería; a los informadores no nos impresionan, pero lucen bien en redes y portales de internet, por escandalosos. Anote a Javier Lozano, a Diego Fernández, a Damián Zepeda y a fósiles de las peores épocas como Javier Coello.
Ellos consiguen inflar, más allá de sus límites, las historias inventadas contra Américo Villarreal, y las convierten en tendencia. La acción orquestada contra la elección tamaulipeca resulta más que evidente.
En el equipo de Américo Villarreal no hay nadie así, y quedan en desventaja en esta lucha por las tendencias en redes sociales, por no hablar de perder el control de la agenda pública sobre Tamaulipas. ¿Cómo va a ser noticia el hombre que apenas va a llegar a la administración y no el que la endeudó, la saqueó y la quebró, como señalan tantos informes? Si ha ocurrido eso, se debe a un acierto de los panistas y a un descuido, casi un pecado, de los morenistas tamaulipecos. Es el exceso de confianza, y se paga caro.
En la lucha por el poder no existe un minuto de descanso; lo saben en el PAN, pero en Morena Tamaulipas parece que lo ignoran.
Américo Villarreal necesita voceros furiosos, con elocuencia, que levanten la voz por él y reten a sus contrarios. Las conferencias de prensa de los lunes son oportunas y útiles por la información técnica que dan colaboradores como Tania Contreras, Jesús Eduardo Govea o Jesús Lavín. El mensaje político del doctor es también de suma importancia, pero le faltan defensores, promotores, figuras públicas que lo repliquen con eficacia. Eso: verdaderas figuras, no Úrsula Mojica o Ernesto Palacios.
Le faltan samuráis para las luchas feroces y rudas pero, sobre todo, le falta estrategia de ataque, no de defesa; de acción, no de reacción, para que él fije la agenda política y no que otros se la fijen a él.
Ahora que asuma la gubernatura deberá modificar radicalmente su estrategia de comunicación para poder marcar los temas de interés público, pues todo indica que serán seis años de debates, de luchas y de choques con las fuerzas perdedoras.