Por:Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- Como la carta a Santa Claus, los municipios de la 4T y el nuevo gobierno que encabezará Américo Villarreal han preparado una lista de proyectos que requieren financiamiento federal para hacerlos posible, ya que su costo rebasa en exceso su capacidad. Sienten que el hecho de pertenecer al mismo partido, en este caso Morena, les facilitará el acceso a esos recursos, y no les falta razón. Sin embargo, muy pocos de esos proyectos recibirán el dinero necesario debido a los problemas fiscales que han señalado algunos expertos para elaborar el Presupuesto de Egresos de la Federación del año 2023.
Desde el triunfo de Morena en la elección de gobernador, se han anunciado tiempos de grandeza por alguna obra magna que esperan los municipios entregar. Es un optimismo justificado después del desprecio y hasta la persecución ordenada por Cabeza de Vaca contra alcaldes de oposición. Pero han exagerado sus sueños de gloria ante la evidencia de unos recursos escasos para el año siguiente.
De hecho, los recursos disponibles han ido a la baja desde hace cuatro años. El llamado “espacio fiscal para implementar obras y políticas públicas” pasó de 4.2 por ciento del PIB a 2.1, de acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).Y la proyección para 2023 es que se reduzca todavía más.
En Ciudad Victoria, le prometieron a la gente la construcción del Acueducto II entre la capital y la presa Vicente Guerrero, que tendrá un costo aproximado de 1,700 millones de pesos. Es prácticamente el sueño más acariciado por los capitalinos, ya que padecen falta de agua y problemas de bienestar por esta causa. Sin inversión federal sería imposible hacerlo realidad, pues ni siquiera el estado puede asumir su costo sin sacrificar programas sociales o atención a sectores estratégicos.
Otros proyectos prometidos por el gobernador electo es la ampliación de las clínicas del IMSS en Nuevo Laredo, Matamoros y Victoria, pues están rebasadas y tienen carencias de equipo, personal y medicamentos. Esta propuesta ya se la hizo a Zoe Robledo, director general del IMSS, en una reunión verificada el 9 de julio. Ahora solo falta que el instituto solicite recursos a la Secretaría de Hacienda, recursos suficientes, para invertir en ese rubro.
También urge rescatar las escuelas de educación básica que se han quedado sin agua y algunas hasta sin luz después de dos años abandonadas por la pandemia. El problema es tan grave que solo Ciudad Victoria tiene 100 planteles así. El doctor Américo Villarreal ya declaró la educación como una prioridad de su gobierno. Ojalá que la Federación tenga la misma opinión de este derecho humano cuando presente el PEF 2023.
Quienes deberán convencer al Congreso de la Unión de incluir estos proyectos en el paquete obras financiado por Hacienda son los diputados federales tamaulipecos Ana Laura Huerta Valdovinos, Olga Juliana Elizondo Guerra, Tomás Gloria Requena, Adriana Lozano Rodríguez, Oscar Almaraz Smer, Vicente Verástegui Ostos, Erasmo González Robledo, Rosa María González Azcárraga, Claudia Alejandra Hernández Saénz, Mariela López Sosa, Alicia Arcos Velázquez y César Augusto Rendón García. Es difícil imaginar al PAN acompañando a Morena en sus propuestas, y ese sería el primer obstáculo.
Gran parte de la responsabilidad recaerá en los hombros de Erasmo González Robledo por su triple condición de presidente de la Comisión de Prepuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, de morenista y de ciudadano tamaulipeco. Si él es incapaz de conseguir los recursos para la entidad, a pesar de su perfil y su puesto, se pierden casi todas las esperanzas.
Sin embargo, ya las esperanzas son ínfimas en el estudio del CIEP. De acuerdo con el centro, la Federación verá incrementados los “gastos indeludibles” del Estado en 2023, identificados de la siguiente manera: pensiones, costo financiero de la deuda, transferencias a entidades federativas, así como transferencias a entidades productivas y de control directo como Pemex.
Los rubros que demandarán más recursos el año próximo es el de pensiones, un compromiso hecho por el presidente desde hace dos años; el otro es el del costo financiero de la deuda, ya que las tasas de referencia han tenido incrementos en este año y encarecieron las obligaciones de pago.
México hubiera podido recibir más recursos fiscales con una reforma al sistema tributario de la que tanto se ha hablado en este siglo, sin hacerse nunca realidad. Con la base actual, los ingresos son limitadísimos, y por eso se espera un margen escaso de “espacio fiscal” para invertir en grandes proyectos para los estados.
¿Cómo no va a ser escaso si la refinería Dos Bocas estaba prevista para hacerse con 9 mil millones de dólares pero van 20 mil millones, gastados a la fecha, y todavía le falta? La mayor parte de los ingresos fiscales es para las obras emblemáticas de la 4T, como la mencionada refinería, el Tren Maya y el AFA, que opera a un mínimo de su capacidad.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha aceptado peticiones de algunos estados que atraviesan crisis, como Nuevo León, al que apoyará con el 45 por ciento de recursos para la construcción del II Acueducto de El Cuchillo, que tendrá un costo de 10 mil 444 millones de pesos.
Si López Obrador se sensibiliza también con Tamaulipas, cabe esperar que algunas de las obras urgentes se lleven a cabo. Pero los números, hasta ahora, no dan lugar al optimismo.