Política

La soplona

Sin Filtros; por Brenda Ramos

La asistencia de la diputada federal Adriana Lozano como representante del gobernador electo al informe de Díaz Ordaz tuvo distintas interpretaciones, de entre todas ellas la que más acertada me pareció haber leído es la que la ha colocado como quien fue a ponerle un estate quieto a quien lució como la protagonista de la canción de Maná “En el muelle de San Blas” al ir vestida de novia al informe de su municipio, Nataly García.

Esto ya que la joven edil se pasó de lista al jugarse la doble cara con su partido en la época electoral, pues aun y cuando MORENA arrasó en la mayoría de los municipios, en Díaz Ordaz con una población aproximada de 15 mil almas, perdieron. Aunado a que Nataly se habría salido del huacal, están las constantes acusaciones de aviadores en su nómina, los miles de pesos gastados en gasolina a vehículos que ni se mueven, así como que factura cantidades exorbitantes e irrisorias en hielo y agua para la empresa “Agua papalote”.

Por lo cual, y con tal de demostrar “lealtad” al gobernador electo se dice que Adriana se ha convertido en una especie de “justiciera”, capturadora de “bandidas” rebeldes, con las que se vería mal que un caballero les jalara las riendas.

Al menos, estos son los espejos que vende la dama, que en lugar de andar de “oficiosa” para ganarse un lugar en el gabinete, debería ponerse a legislar, pues ya es su segunda vuelta en la cámara baja y no ha mostrado resultados.

Pero además Adriana Lozano, no sería ni justiciera, ni vengadora, mucho menos la mujer maravilla, solo sería una soplona o como en la cultura policiaca llaman “topo” y en la colombiana “sapo”, ya que en anteriores escritos he relatado como la diputada federal presuntamente se habría infiltrado en el círculo de confianza del entonces aspirante a la gubernatura, el ahora gobernador electo Américo Villarreal con el fin de obtener información que estuvo tratando de utilizar como moneda de cambio, tocando varias puertas, que no quisieron saber nada de sus triquiñuelas. Sin embargo, se desconoce si habría tenido éxito al encontrar a alguien interesado en saber lo que la dama se desesperaba por contar.


También comenté en esa ocasión fue que resultaba muy sospechoso, que el PAN utilizara información relacionada con las cuentas de la familia Villarreal, para perseguir y atormentarlos en campaña, teniendo estos que alejarse durante semanas de su familia, por el temor a ser injustamente detenidos. Dicha información solo pudo haber sido conseguida por expertos en materia financiera y Adriana Lozano lo es. Pero no se deje llevar por mi opinión, usted es libre de sacar sus propias conclusiones.

Sobre todo, después de ver como personas cercanas de Adriana Lozano han caído en el camino de sobresalir más que ella, Erasmo González quien al igual que ella contaba con el perfil para estar al frente de la tesorería estatal y Olga Sosa, a quien vemos completamente alejada del escenario político y enterrada en el olvido como si “alguien” se hubiera encargado de obstaculizar su camino al revelar secretos e información tan grave que solo un “amigo(a)” pudiera conocer.

Asi mismo, desconocemos si Adriana fue quien soltó el trascendido de que la diputada federal Olga Juliana no vivía en Tamaulipas en su rancho en Guerrero sino en Nuevo León, en San Pedro, información con detalles tan precisos y dañinos que se vienen dando a conocer ahora que han pasado las elecciones, por lo que alguien del PAN que interés podría tener en revelar.

Por lo pronto, Adriana suena como fuerte prospecto para el gabinete así que, si usted le ha confiado algo personal a Adriana Lozano, “aguas” ya se observa que tipo de “trabajo” desempeñaría con sus compañeres, mantenerles bajo control y apagar su brillo valiéndose de sus más oscuros secretos.

Después de observar su astucia, no dudamos que logre su objetivo de manejar las arcas de nuestro estado, lo que sí sería aconsejable es que sus superiores la pasaran por detector de metales al entrar y al salir, ya que tantos años en el SAT no pueden dejar buenas costumbres, y ¿porqué no? también bajo detector de mentiras, por si canta la de yo te lo juro que yo no fui, si alguien se atreve a encararla por su supuesta costumbre de revelar información de sus amistades con el fin de seguir escalando políticamente.

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