HACIA UNA ZOONOSIS INTEGRAL
EL INQUISIDOR
LUIS ARMANDO VARGAS TORRES
“cuidar a los animales es proteger la salud de las personas” (OMS)
Se considera zoonosis a cualquier enfermedad y/o infección que es naturalmente “transmisible desde animales vertebrados al hombre”, es clasificada como una zoonosis de acuerdo a la publicación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) “Zoonosis y enfermedades transmisibles comunes al hombre y los animales”
Esa área de la salud deberá fortalecerse de una manera integral, ya que sólo en animales domésticos los perros suman 18 millones en el país, de los cuáles sólo un 30% están en casas, el 70% son callejeros, ello sin contar con los gatos.
En Nuevo Laredo la presidente municipal Carmen Lilia Canturosas Villarreal ha emprendido una campaña de concientización, esterilización, vacunas, desparasitaciones, esterilización, baños garrapaticidas y campañas de cuidado de los animales, la cual ha tenido una buena acogida de la ciudadanía
sin embargo, no existe una reglamentación que obligue al ciudadano a sacar un permiso para adoptar una mascota y mucho menos que los penalice por no darle una atención adecuada, es una buena oportunidad para que el cabildo trabaje en la elaboración de un reglamento de adopción animal.
El animal necesita espacio adecuado recursos y tiempo para dedicarle, patio cercado, lugar para dormir, educación, entrenamiento, vacunas, es necesario conocer su potencial de daño y tendencia a morder o atacar
Se trata de protegerlos por ser domésticos y convivir con las familias, en torno a ellos se han creado las sociedades protectoras de animales que van contra el maltrato animal con acciones muy light, como para devengar las donaciones, pero no se empatan con la autoridad.
En Nuevo León el 14 de diciembre de 2021 se aprobó una reforma el art. 445 del Código Penal para “imponer una pena de 6 meses a dos años de prisión y una multa que va de 4,500 a 9,000 pesos a quien cometa maltrato o crueldad en contra de cualquier animal doméstico, causándole lesiones u ocasionándole dolor o sufrimiento afectando su bienestar”
Por ello México tiene un problema mayúsculo con la proliferación de animales domésticos, hay personas que duermen con ellos, los besan en el hocico, se dejan lamer, ignoran el problema que les puede generar una rickettsia por la picadura de una pulga, enfermedad que de no atenderse puede generar la muerte.
La rickettsia puede generar neumonitis intersticial, miopericarditis, lesiones vasculiticas cutáneas (el clásico exantema), meningitis linfocitaria, así como afectación hepática, renal y gastrointestinal.
Nos han vendido la idea que todo hogar debe contar con un animal doméstico sea perro, gato o ambos para considerarse una verdadera familia, sin embargo, no hay reglamentaciones para controlar la población animal domestica como en otros países.
Suiza es el único país europeo que exige que todos los perros lleven microchip y estén registrados en una base de datos central. En el caso de especies como los conejillos de indias, conejos y periquitos, la ley suiza exige que, como mínimo, se mantengan en parejas.
Para adoptar una mascota se le exige al ciudadano aprobar un curso sobre cuidados y naturaleza animal, además el perro puede contar con un abogado que lo defienda cuando hay demandas por maltrato animal.
No olvidemos el terreno de la salud pública que es responsabilidad del sector salud y autoridades municipales atender este problema, hay personas que tienen hasta 6 perros y los echan a la calle generando contaminación con sus heces fecales que después se hacen polvo y son bacterias terminan en los pulmones de las personas y en la piel convertida en sarna.
Ciudadanos resultan diariamente con mordeduras de perros, la mayoría de los propietarios tienen tantos animales como el tamaño de sus miedos, conozco personas que como buenos samaritanos adoptan perros muertos de hambre y los bautizan como “solo vino”, después llegan más y de pronto tienen hasta 10 perros sin ninguna atención.
Por ello debe implementarse una política pública de reglamentar la propiedad de los perros, hay vecindarios que en una cuadra compiten por perros y en las noches no te dejan dormir, porque aúllan por estar encadenados, a la intemperie y con hambre, formándose jaurías de hasta 20 perros y peor cuando andan en celo.
Los parques públicos infestados de perros con personas que los traen sueltos, perros de razas agresivas como pitbull, dóberman, mastines, pantorrilleros etc.si entras al estadio a correr encontrarás perros dentro, los guardias lo permiten. Los camellones para correr son para humanos, cuando menos cuerda y bozal se les debe exigir a los propietarios y que exhiban la cartilla de vacunación.
Por ello se deberá crear la policía canina que cuente con perreras públicas, visite domicilios de perros infractores, levante multas a propietarios descuidados y detenga a vecinos reincidentes, una acción que le generará a los municipios muchos recursos por multas y resolverá de fondo el problema, Carmen Lilia Canturosas Villarreal y su cabildo tiene la oportunidad de generar un reglamento municipal que norme y acabe esta problemática el Congreso del Estado vía Secretaría de Salud deberá hacer lo propio.
En Tampico se padece un gran problema con los cocodrilos que invadieron la Laguna del Carpintero y le ganaron el espacio a los humanos, ya no pueden las familias como antaño pasar los fines de semana disfrutando de una tarde de pic nic, porque llevas el riesgo de perder la vida en las fauces de un animal.
Son muchas las personas muertas por los reptiles, los ves atravesar el libramiento despreocupadamente y cuando hay una tragedia humana de pena escuchar los argumentos de las autoridades “los animales no tienen la culpa, los humanos somos los insensatos al invadir su hábitat natural” ¿Quién les dio ese poder a los animales?, las ciudades son de los humanos.
Hay que hacer una limpia de fauna y flora nociva, esos animales hay que neutralizarlos, llevarlos a zoológicos o comercializarlos, comiendo la carne e industrializando sus pieles, pero no deben tener prioridad sobre las personas.
Después hablaré sobre la doble moral de las sociedades protectoras de animales que piden penalizar el maltrato animal y bien que se los comen.