Por :Mauricio Fernández Díaz
Pone en alerta a Américo falta de dinero para nómina gubernamental
Ciudad Victoria.- Por prudencia, el equipo de transición del gobernador electo Américo Villarreal Anaya pone en práctica el refrán “Piensa mal y acertarás” en el proceso de entrega-recepción con el equipo de Francisco García Cabeza de Vaca. No confían en la buena fe del reynosense ni en su deseo de colaborar apegado a la ley, cuyo fin último es beneficiar a la sociedad. Faltan menos de dos semanas para el cambio de gobierno, y las señales de problemas financieros comienzan a aparecer.
Es cuestión de ponerse en los zapatos del doctor Villarreal para ver si uno de nosotros confiaría en el panista. Cumplido más de la mitad de este proceso, la administración de Cabeza de Vaca no ha entregado nada de información de tres áreas vitales: la Oficina del Gobernador, la Secretaría de Finanzas y la Contraloría, que son las estructuras que deciden, distribuyen y vigilan el reparto del presupuesto.
Si tuviera una contabilidad de qué presumir, si sus gastos fueran transparentes y fundados y más aún: si tuviera fondos disponibles en cartera, Cabeza de Vaca no tendría por qué cerrarle las puertas al equipo del doctor. Pero la realidad indica que la administración estatal se encuentra en condiciones tales que vale más, para los funcionarios salientes, no mostrar nada o hacerlo en el último minuto de las 12 de la noche del día 30 de septiembre, cuando muera el gobierno de la alternancia y los “vientos del cambio”.
Ya son varios los asesores del doctor Villarreal que le han advertido de un escenario catastrófico en las finanzas estatales, que se prepare para lo peor. Es alta la posibilidad de una parálisis de la nueva administración estatal durante los primeros dos meses debido a la opacidad presupuestal del panista, incluso de la posibilidad de insolvencia para mantener los servicios que prestan a la sociedad. Puede haber sorpresas tales como tener que liquidar grandes cantidades por obligación contractual a las pocas semanas de asumir el gobierno. Es prácticamente imposible anticiparse a situaciones de este tipo porque el equipo de Cabeza de Vaca no ha mostrado los documentos, aunque existen.
A nuestra redacción han llegado informes, por ejemplo, de contratos de arrendamiento o alquiler que han sido modificados de última hora para incrementar 50 y hasta 80 por ciento los pagos, con el pretexto de la inflación. Pero la trampa consiste en agregar cláusulas de penalización en caso de cancelar por adelantado los contratos, y obligar así a liquidar con grandes sumas. Aunque estas operaciones pueden resolverse por la vía legal, no dejarán de causar molestias y desgastes a la administración de Américo Villarreal y, sobre todo, de asegurarle un inicio de gobierno un tanto amargo, a pesar del significado histórico de la elección de 2022.
Las finanzas estatales mermaron en los últimos años a causa tanto de la pandemia como de la corrupción. La emergencia sanitaria fue explotada por varios mandatarios para endeudarse y gastar a discreción en medicamentos, equipo de protección y hasta personal, y las contralorías casi cerraron los ojos con tal de que los servicios llegaran a la población afectada. Tamaulipas, como otras entidades, dejó agujeros en su presupuesto con ese pretexto. Sin embargo, el gobierno de Durango se enfrentó recientemente a la peor de las crisis concebible: la falta de dinero para el pago de la nómina.
Fue el mismo Esteban Villegas, en su toma de posesión como gobernador de Durango, el pasado 15 de septiembre, quien reveló la dramática situación económica de su entidad:
“No teníamos cómo pagar la nómina de Gobierno, no había ni un solo peso”, dijo ante cientos de personas, “pero en una reunión previa, el secretario de Gobernación, por instrucción de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, nos dijo que en menos de diez días tendremos los 300 millones de pesos que nos faltan para pagar la nómina”.
Aunque lleguen esos recursos, ahí no paran sus problemas. Hay también pendiente el pago a proveedores de 9 mil millones de pesos de deuda a corto plazo, que aumenta como cáncer maligno por cada día de moratoria debido a la aplicación de intereses, algo que parece estar en gestación en Tamaulipas debido a la modificación de los contratos de compras, alquileres y servicios.
No es improbable que al doctor Villarreal le suceda lo mismo el próximo 1 de octubre, en su protesta como gobernador, si tomamos en cuenta las señales de las últimas semanas, sobre todo de la terquedad del reynosense, empeñado en negar la información al grupo ganador, y al hecho elemental de que aún al día de hoy, 19 de septiembre, no acepta la victoria de Américo Villarreal, que vale tanto como decir que no acepta la decisión mayoritaria de los tamaulipecos.
¿Y las becas, los medicamentos, el apoyo a grupos vulnerables y víctimas? Sin depósitos en cuenta tampoco será posible atender estos servicios en el plazo inmediato. Juzguen si no hay una mente criminal detrás de este propósito.
Por suerte, Américo Villarreal es uno de los políticos más estimados por el presidente López Obrador y por el Secretario de Gobernación, los dos hombres más poderosos de esta administración federal. Ha hecho ya algunos planteamientos con ellos para ayudar a Tamaulipas en caso de que Cabeza de Vaca se haya llevado hasta las cubetas del Palacio.
Quedan muchas emociones por verse: crisis, fuga, persecución, órdenes de aprehensión y hasta aseguramiento de bienes. Por lo menos, en esta ocasión Tamaulipas tendrá el favor del más fuerte.