EL Grito
Sin Filtros. Por: Brenda Ramos
El grito que Francisco García Cabeza de Vaca le dio a Félix El Moyo García y muy seguramente a René Cantú “el Cacharro” por haber perdido la mayoría en el congreso dio pie a que por todo el estado se empezaran a compartir versiones en las que se mencionaba que el todavía gobernador de Tamaulipas FGCDV, había utilizado la violencia física contra el presidente de la JUCOPO.
Que, si bien estos trascendidos no se pueden comprobar, lo que llama la atención es que en el mundo politiquero no hubo dudas sobre que esto no fuera real, de tal manera que este hecho incluso fue compartido en espacios periodísticos, en donde la ciudadanía de acuerdo con los comentarios en dichas publicaciones, tampoco dudaron de esto.
Se sabe que el gobernador es un hombre de carácter muy fuerte, que no perdona ni olvida a sus adversarios políticos, en pocas palabras como diría el viejo y conocido refrán “El que se la hace se la paga…”
En este tenor, la versión extendida que circuló (sin comprobación) sobre la violencia física en contra del “Moyo”, fue que el legislador estaría buscando protección en MORENA. Esto la verdad es que, si sonaba fantasioso, pero no descartable, además se dijo que CDV le habría reclamado por la notaría que recientemente le habrían regalado a su esposa Blanca Isela Pérez Ramírez, que él habría firmado y avalado en conjunto con el Secretario de Gobernación Gerardo Peña.
Pero ¿Quién fue el verdadero culpable de la pérdida de la mayoría en el congreso? Por Sentido Común me atrevo a señalar al mismísimo gobernador, al cuál le pareció buena idea trabajar con gente traidora. Como bien escribió el columnista Oscar Díaz “Lo vendible es revendible”. Los 7 diputados traidores son escoria política, mal harían en confiar en ellos, es como en la vida cotidiana, el que es infiel una vez lo seguirá haciendo, solo que mejorará la técnica.
Otro grave error fue que Cabeza de Vaca palomeó la reelección de René Cantú como dirigente del PAN, el “pierde elecciones”. Esto a pesar de los malos resultados que este le había entregado, resultando evidente que no tiene madera como líder o estratega político, era lógico que seguiría obteniendo los mismos resultados.
Y a pesar de que en la última conferencia tanto Félix García y René Cantú vaticinaban que más legisladores morenistas se les unirían, “El que ríe al último, ríe mejor” y con la disminución completa de poder que representa haber perdido el estado y salir del poder Ejecutivo el 1 de octubre, obviamente se pronostica desbandada.
Por lo que “el grito” de Vaca seguirá escuchándose, grito de odio, grito de coraje, grito de impotencia y grito de temor; el mismo grito de los familiares de los fallecidos en pandemia porque no alcanzaron ventiladores ni medicinas, el mismo grito de los familiares de los periodistas privados de la vida en su sexenio, el mismo grito de los que se encuentran en pobreza extrema y no tienen ni para comer, el mismo grito de los que perdieron todo a causa de un gobierno corrupto y el mismo grito de las madres y padres buscadores de desaparecidos.
Todo lo que sube tiene que bajar, y ahora es a Cabeza de Vaca a quien le tocará gritar.