Por: Vicente Hernández
“El poder, es como un violín. Se toma con la izquierda y se toca con la derecha.”
‹Eduardo Galeano›
No cabe duda que vivimos en un México de incongruencias, todavía respiramos el humo de pólvora de los juegos pirotécnicos de la noche del 15 de septiembre, encendidos al final de la ceremonia conmemorativa de la independencia, en la que se conto con la presencia de Evo Morales ex mandatario de Bolivia, José Mujica ex presidente de Uruguay, Aleida Guevara hija del “Che Guevara” y Silvia Chávez Delgado hija del activista Cesar Chávez, invitados especiales al palacio del Rey Andrés 1°.
Los mencionados invitados representan un poco de la izquierda latinoamericana, (con la ausencia este año del dictador de Cuba Miguel Diaz-Canel) a la cual el presidente López Obrador se ufana orgulloso de pertenecer, siendo el mismo por muchos años un luchador social de izquierda, fundador de un movimiento de izquierda, e implantar un gobierno de izquierda.
Por lo anterior me causó sorpresa el anuncio de que el Movimiento de Regeneración Nacional deja de pertenecer a la izquierda, anuncio emanado en el primer día del Congreso Nacional de Morena, y que una vez concluido el Congreso y asentado en actas, Morena se convertirá en un movimiento “Plural” o sea, en buen español, será un movimiento o partido con varias tendencias ideológicas, así como también se reformaran los estatutos, a fin de que la compra de votos ya no sea combatida (al menos internamente) no obstante seguir siendo un delito electoral sancionado por la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE).
Pero el desdibujamiento ético- ideológico de Morena ya se venía dando por supervivencia natural, ya que con puro intelectual de izquierda la estructura política necesaria para alcanzar la presidencia no era suficiente, y se tuvo que aceptar primeramente militantes del PRD que fueron los estrategas y soldados, quienes junto a Andrés Manuel Lopez Obrador fundaron el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), poco después se le fueron sumando priistas, panistas y en cierta medida las clases y grupos políticos históricamente dominantes, que aceptaron la invitación a sumarse a la llamada “cuarta transformación”, así que casi desde sus inicios Morena ha sido Plural.
En lo que concierne a la reforma de los estatutos, para excluir el que habla de combatir la compra de votos, después del cochinero para la elección de delegados no tenían otra alternativa, ya que, a la vieja usanza priista, fue una practica que les dio buenos resultados, y permitió que se encaramaron políticos de todos los colores con billetera gorda en sus bolsas.
Al quitarse Morena la etiqueta de izquierda; ¿será entonces un movimiento progresista, antineoliberal, o nacional-popular? porque al tener orientación hacia la izquierda se pretendía, y se exigía, no quebrar la unidad del pueblo, siendo esta la palabra mágica de la política obradorista, ahora esto parece estar cambiando ¿Y si ya Morena no es de izquierda, el gobierno y Andrés Manuel tampoco lo serán, o López Obrador abandonara a Morena igual que hizo con él PRD?
Muy a pesar de su negación, no dejará de existir una izquierda difusa en Morena, y en el obradurismo en general, una presencia etérea que se percibirá entre votantes, simpatizantes, militantes y algunos sectores, personalidades o intelectuales, que circulan en los grupos dirigentes, y pueden ostentar un mayor o menor grado de influencia o cercanía con el presidente.
La reforma al citado estatuto consistirá en lo que se lee y en lo que se leerá. desaparece: “Morena es una organización política amplia, plural, incluyente y de izquierda” de hoy en adelante: “MORENA es un partido-movimiento de izquierda y antineoliberal conformado por mexicanas y mexicanos libres que impulsan la Cuarta Transformación de México y que busca dar continuidad a las luchas históricas del pueblo mexicano en favor de la independencia y la soberanía, la democracia y la justicia, las libertades y los derechos individuales y sociales”
Luego entonces; ¿Realmente Morena fue un partido de izquierda? Porque la verdadera izquierda no mezcla los razonamientos de Carlos Marx con los 10 mandamientos hebreos, como lo hace el sumo sacerdote del pulpito mañanero, ni hace alianzas con partidos político-evangélicos como lo hizo Morena con el PES, así que en resumidas cuentas para que tanto alboroto con congresos y reformas estatutarias, si Morena es el nuevo caparazón del viejo PRI que renace con otro nombre, pero con las mismas viejas mañas.
