Política

Con Urbanidad

Por: Vicente Hernández

♫ La arena estaba de bote en bote,
la gente loca de la emoción,
en el ring estaba el alcalde Adrián,
dándoles información…♪
‹canción santanera›

Septiembre dejo de ser la temporada de ciclones para convertirse en el mes de los informes de gobierno, y como los tamales; los habrá de carne, de chile y de manteca, esta es la crónica informal del primero de la tarde en la zona conurbada: ciudad Madero.
La tarde del día 3 estaba nublada, y la amenaza de agua latente, pero eso no fue motivo para que los maderenses acudieran al gimnasio de la unidad deportiva de esta petrolera ciudad, para presenciar el primer informe que el presidente municipal Adrián Oseguera Kernion daría en punto de las seis de la tarde, según se leía en la convocatoria para este transcendental evento.
La gente de todos los estratos sociales desfiló por los pavimentados pasillos, las damas de la política alta, y media alta, vistiendo con lo mejor de su guardarropa, peinado y maquillaje de salón, los caballeros en traje formal de variados colores, (predominantemente negros) que muy serios los menos, y muy sonrientes los más, caminaban por la alfombra de cemento, saludando a diestra y siniestra, procurando su mejor sonrisa hacia las lentes de las cámaras de los reporteros que los recibían e intentaban entrevistarlos.
Los trabajadores de alguna organización sindical a ritmo de batucada, con banderines y porras ponían el ambiente festivo dentro del recinto mientras la ceremonia daba inicio, las trajeadas edecanes muy sonrientes, recibían a los asistentes y los conducían, lo mismo a la zona VIP (Very Important Person) del recinto para los empresarios, militares de alto rango, la reina de belleza de noseque, y políticos de importancia, para que engalanaran con su presencia la primera fila y le dieran colorido al evento, los burócratas, funcionarios menores en la segunda sección, en las butacas laterales los trabajadores del ayuntamiento, y en las gradas de la gayola, las gentes de las colonias que a gaznate abierto lanzaban desaforadas porras, dedicadas a quien su líder les indicara, y encaramados en una tarima, los camarógrafos de las televisoras, fotoperiodistas, y aficionados al periodismo con su celular en pomposa “Trasmisión en vivo”, rezagados en la entrada, un viejo amigo periodista entablaba sabrosa platica con la famosa “Hola soy la Gumara” que interrumpieron el dialogo al sonoro redoblar del tambor de la banda de guerra, quienes se desmañanaron y no desayunaron para realizar el tradicional ritual de honrar a la bandera, para enseguida entonar todos los asistentes el himno nacional, el himno de Tamaulipas, y no sé qué tantos himnos más.
La modulada voz del maestro de ceremonias anuncia oficialmente que la sesión solemne de cabildo da inicio, dándole chance al secretario del ayuntamiento para que diera lectura de los puntos a tratar en la citada sesión, y no encontrando mas que uno, le cede la palabra al locutor del evento, quien anuncia que el presidente municipal tomara la palabra: y el alcalde da inicio con una lluvia de agradecimientos, reconocimientos y abundantes datos sobre la obra municipal, que minutos antes en una proyección audiovisual nos hicieron el favor de reseñar.
El turno fue para la Senadora Olga Sánchez Cordero representante del poder ejecutivo, quien se deshizo en elogios hacia el alcalde Adrián Oseguera, resaltando su evaluación como mejor alcalde a nivel nacional, y trasmitiendo la felicitación que desde palacio nacional enviaba el primer mandatario del país.
La tercera en dirigir un mensaje fue Cecilia del Alto López, representante del gobernador, quien, con su maratónico y somnífero discurso, puso a dormir a más de tres, he hizo bostezar, y dormitar, a síndicos y regidores que, de vez, en vez, despertaban aplaudiendo desconcertados, al final de tan tortuoso mensaje, la directora de obras públicas en el estado, se despidió no sin antes agregar “Gracias por haberme permitido decir una o dos palabritas”
Las porras y los aplausos siguieron incontenibles de parte de los colonos y sindicalizados, mientras los de la batucada le aumentaban el volumen, en una singular amalgama de estruendosos ruidos, mientras que la voz oficial anunciaba el clásico cierre “Siendo las tantas horas se da por concluida esta solemne…” no sin antes el maestro de ceremonias disculparse por haber omitido la presencia del esposo de la senadora Sánchez Cordero, corrigiendo la omisión al dar su nombre al público.
Una vez terminada la ceremonia, siguieron las fotos del recuerdo, las selfis con doña Olga, con Adrián, con los diputados, con Cecilia del Alto, con funcionarios, y hasta con los intendentes, el caso era aprovechar el momento para el futurismo político, así poco, a poco, el recinto se fue vaciando, y esta vez por la alfombra de cemento, la gente casi corría, a las damas emperifolladas le saltaban en su cuello los collares de perlas genuinas de Taiwán de la prisa por salir para abordar sus lujosos automóviles, los caballeros ya sin corbata, y el cuello desabrochado, caminaban aprisa haciendo comentarios sobre diversos políticos, la gente de las colonias corrían jalando a sus hijos, desorientadas buscando a su líder para que les dijera donde se habían estacionado los autobuses, los regidores corrían de los reporteros y los colados, que los perseguían para pedirles un apoyo económico, sobre las calles aledañas y avenida principal, se hacían embotellamientos, mientras que la directora de transito municipal, con entallado vestido de boutique y bolsa de marca al brazo, se movía de un lado para otro, dando instrucciones a sus subalternos para que metieran orden al caos vial, que con sonidos de claxon daba música de fondo al desorden automovilístico.
Al final, el gimnasio se quedo vacío, y solo se podía escuchar el leve sonido que producían las escobas y recogedores, que los intendentes movían a toda prisa para dejar limpio el lugar, mientras el equipo de logística recogía parte de la escenografía y el equipo de sonido, dando punto final al primer informe municipal.

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