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Circula dinero de origen dudoso en campañas del SNTE Tamaulipas

Por: Mauricio Fernández Díaz

Ciudad Victoria.- Desde hace dos meses algunos maestros manifestaron su deseo de buscar la secretaría general de la sección 30 del SNTE. Hasta ahí todo era normal y tranquilo; los interesados publicaron una foto solitaria y un mensaje breve a sus compañeros. Pero al paso de las semanas se mostraron ambiciosos y rapaces, y comenzaron a organizar mítines, fiestas y comilonas para agradar a los maestros. ¡Y sin haber convocatoria! En los últimos días cunde ya el despilfarro y la antidemocracia, pues el proceso parece depender de quién gasta más en promoción personal. Lo peligroso es que nadie fiscaliza ese gasto ni la procedencia del dinero.

La política también es un nicho de negocios en el que las personas pueden obtener ganancias si las condiciones los favorecen. Quizás el ejemplo más sobresaliente sean las campañas presidenciales de Estados Unidos, donde se publica la lista de los grandes donadores, casi siempre empresas multinacionales. Como cualquier inversión, esperan sacar beneficios. En México ya sucede eso aunque en el país hay límites importantes a estos financiamientos y un marco legal que castiga excesos y simulaciones. Sin embargo, en muchas elecciones sindicales, como ahora en la sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, nadie sabe de donde provienen los recursos ni a cuenta de qué pagan esas precampañas.

En esta época, en la que el kilo de huevo ha pasado de 30 a 51 pesos, de nulo crecimiento económico y de cierre de negocios por la pandemia, el derroche de estos adelantados es la mejor prueba de su incapacidad para liderear al sindicato magisterial. Prefieren halagar su narcisismo que estudiar a fondo la situación de los maestros y conocer sus necesidades. Por esa arrogancia a nadie le informan de dónde costean los montajes y acarreos para sus asambleas.

Quien debería llamar al orden es Rigoberto Guevara, líder actual de la sección 30, pero parece asustado o sumiso ante la situación. Con el pretexto de no existir convocatoria se abstiene de intervenir y descalificar las actividades proselitistas de Abelardo Ibarra Villanueva, Naif Hamscho Ibarra y Arnulfo Rodríguez Treviño, los aspirantes más activos. No parece consciente de que los tres personajes pasan por encima de su liderazgo como si pisaran un tapete.

Si no les causa respeto su secretario general, ¿quién más podría pedirles moderación o disciplina? De ahí que la danza de los miles de pesos no tenga barrera ni freno, y mucho menos ojos para saber quién es el dueño de esa bolsa, qué propósitos tiene y cuánto dinero piensa tirar en estos mítines no reconocidos pero influyentes.

Por ejemplo, se desconoce cuánto costó el encuentro de Abelardo Ibarra Villanueva, en un salón privado de Ciudad Victoria, el pasado 17 de agosto. Casi 400 maestros acudieron a la reunión, algunos procedentes de otros municipios, a quienes se les cubrió el viaje. Un verdadero evento político con apariencia de evento social. Abelardo Ibarra, por cierto, es tesorero de la actual mesa directiva de la sección 30. Así de parejo es el proceso para competir por la secretaría general.

Dinero abundante y de origen desconocido hubo también en el cumpleaños de Naif Hamscho Ibarra, el 21 de agosto. Más de 500 invitados acudieron a la celebración, según algunos testigos, en un festejo amenizado por bandas en vivo, juegos pirotécnicos y hasta un escenario para las presentaciones artísticas. Para completar la farsa, Hamscho agradeció a uno de los presentes el convivio ofrecido, como si él fuera un invitado más y no el organizador y cerebro principal de la movilización.

Si una fiesta para cien invitados, con música, cena y renta de mesas y sillas cuesta cerca de 178 mil pesos, saque usted la cuenta de la fiesta de Naif Hamscho Ibarra.

Y el sábado 10 de septiembre, Arnulfo Rodríguez Treviño, quien ya fue secretario general de esta sección y quiere dirigirla otra vez, reunió a casi 300 maestros de distintas regiones en el gimnasio de la Secundaria General número 4 de Ciudad Victoria. Hubo batucadas, porras, videograbaciones y hasta reporteros, como en sus viejos tiempos de líder magisterial, cuando negociaba concesiones con Eugenio Hernández, uno de los peores gobernadores de Tamaulipas, aunque este grupo de mandatarios crece cada vez más.

En los tiempos de Arnulfo se entregaron como nunca numerosas plazas a personas ajenas a la docencia, sin experiencia, perfil ni vocación, “aviadores” puros, con sueldos de hasta 40 mil pesos mensuales, de acuerdo con varias denuncias publicadas en redes sociales. Eran pagos de favores al güero Assad, el secretario de Educación de entonces, otro personaje sin experiencia magisterial que se dedicaba a ferretero antes de su ascenso al poder

En verdad, de los tres no se hace uno, pero el mismo Rigoberto Guevara tampoco destaca como reformista o ideólogo de la educación.

Ya se pueden imaginar el cobro de facturas de los financieros que apoyan a estos precandidatos cuando todavía no inicia el proceso de elección. Podemos esperar seis años oscuros en el sindicato tamaulipeco si el comienzo de la siguiente mesa directiva se sustenta en el dinero, la compra de voluntades, los fiestones y la coacción del voto.

Que se anden con cuidado, porque la nueva secretaria de Educación, Leticia Ramírez, proviene del CNTE, no del SNTE, y ya le arrojó las primeras piedras a Elba Esther Gordillo por la corrupción en este sindicato.

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