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Chucho Nader Enloquece a Cabeza de Vaca.

por Mauricio Fernández Díaz

Un Cabeza de Vaca fuera de sí amenaza a panistas y magistrados

Ciudad Victoria.- Aunque su partido dice confiar en que se caerá el triunfo de Américo Villarreal, el declinante Francisco García Cabeza de Vaca sigue urdiendo confabulaciones para ejercer influencia en los órganos del estado cuando deje el gobierno. Esta es una señal de que no confían en la “caída” de la elección del 5 de junio, como tanto pregonan los panistas. En realidad, el reynosense no cesa de manipular a los poderes legislativo y judicial con la intención de controlarlos de lejos, pues sabe que ahora gobernará Morena y no el PAN. Sin embargo, incluso a sus más cercanos los tiene sometidos y los obliga a locura y media con el clásico chantaje “¡Todo me lo debes a mí!”.

A Horacio Ortiz Renán lo sacó de los oscuros juzgados y lo puso de presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, nada menos que el líder del tercer poder en Tamaulipas. Pero Ortiz Renán nunca portó la alta investidura con honor y dignidad; jamás se distinguió por defender el derecho y las libertades ciudadanas. Era como otro secretario de Cabeza de Vaca, como si trabajara para él.

Pero Horacio Ortiz, a pesar de todo, es un jurista, y hay acciones que no pueden rebasar la línea de la ley. Por eso se vio en problemas cuando “alguien” de arriba le pidió amparar a la comisión permanente espuria del diputado Félix el Moyo García, otro lugarteniente del mandatario panista. Era una misión imposible desde el punto de vista ya no jurídico sino lógico, debido a que dicha comisión había sido disuelta por mandato del Tribunal Electoral del Estado, único responsable de ver y actuar los asuntos que involucran a los representantes electos, como los legisladores.

Ortiz Renán quizás titubeó o expresó sus dudas de darle protección a la diputación permanente panista, eso lo ignoramos. Lo que sí sabemos es que se le ordenó amparar a la comisión del Moyo a como diera lugar, al fin y al cabo no era un asunto de razón jurídica sino de imprimir y sellar un papel. El presidente quiso ganar unas horas a ver si el equipo del PAN ideaba otra estrategia para salvar su diputación permanente, pero le llegó una indicación taxativa: “Haz lo que pide el jefe”.

Cabeza de Vaca ha entrado a una fase de obsesión tal que la menor discrepancia, así sea sutil, lo enfurece. Personal de servicio dice que ya no puede dar una orden sin usar groserías. Prácticamente dejó de consultar si se pueden o no hacer las cosas: las dicta. Si de tomar consejo se trata, habla a México el CEN del PAN, no con su gabinete. Quieran o no, aquellos que han ascendido con él deben cumplir con lo que les exige. ¿Qué sería un error nombrar presidente del Supremo Tribunal a un asistente suyo? ¿Qué eso pondría en riesgo a la persona? Ni modo; ese es su deseo.

De este modo, de llevar la agenda de Cabeza de Vaca y atender sus invitados, el joven David Cerda Zúñiga acaba de convertirse en presidente del Poder Judicial. Era su secretario particular, después lo impulsó como magistrado y ahora lo encumbró a líder de los jueces y la judicatura entera. En ocasiones así, algunos presidentes electos agradecen el honor con un discurso saturado de altos ideales. El joven Cerda Zúñiga solo se tomó la foto con el colegiado y una sonrisa apretada. No tuvo nada qué decir a los tamaulipecos, como quien sabe que no trabajará para ellos.

David Cerda se sacó “la rifa del tigre”, y ahora deberá batirse con todo lo que le caiga. Es el precio de recibir la ayuda de Cabeza de Vaca.

Como el reynosense cree que todo le pertenece, su siguiente víctima son los comités municipales del PAN, aunque tenga que enfrentar a sus compañeros, aunque tenga que romper con grupos que han hecho ganar al partido. Y la plaza que busca controlar es Tampico.

Hasta hace unas semanas, Nora Gómez era la favorita para presidir el comité panista del puerto; su trabajo efectivo y discreto al lado de Chucho Nader, aprobado por simpatizantes y la misma ciudadanía, la convertían en la dirigente ideal; como miembro del equipo Nader y el panismo ganador favorecía a las aspiraciones del partido en 2024.

Pero Cabeza de Vaca no iba a permitir que le quitaran “lo que es suyo”, y cayó de nuevo en sus arranques autoritarios. Ordenó a Rosario González registrarse en la elección para rivalizar con Gómez en la asamblea del 2 de octubre y ganarle la presidencia del comité municipal. Para ello, el reynosense ha tirado línea a todos los tampiqueños que tuvieron “hueso” con él para que apoyen a Charo. Loncho Mejía, Germán Pacheco y los que se ajusten al perfil mencionado andan con la candidata cabecista.

La verdad, Francisco García Cabeza de Vaca ya es un cáncer para el PAN, y muchos le suplican a López Obrador que se lo lleve inmediatamente. Oprime, impone, ordena, pontifica. De hecho, hace diez días que no da audiencias a ningún funcionario de su administración, salvo a dos personajes: Gerardo Peña y Félix el Moyo García.

Su presentación de anoche, en el Grito de Independencia, es para muchos su última aparición pública. Conociendo su egolatría y su afán de hacerse el gracioso, se paseará el domingo por algún municipio para fanfarronear su “amor a Tamaulipas”. Pero, apenas se apaguen las cámaras, volverá a su humor agriado y belicoso.

Hay quienes piensan que cada día se hace más vulnerable. Es al revés; cada día se vuelve más peligroso.

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