Te lo digo Juan…
Por Oscar Díaz Salazar
Cuando los panistas – cabecistas hacen la autocrítica de su paso por el gobierno, y la reflexión sobre los motivos de su derrota, a toro pasado, o mejor dicho: a vaca pasada, surge invariablemente el nombre de Ismael, como el factor principal de los malos resultados y de la pésima imagen que hoy tienen.
Ismael no supo de los compromisos que hizo Francisco para llegar al gobierno, y antes, a los cargos de elección popular que ocupó y a la posición administrativa que desempeñó. Ismael no supo de los personajes que financiaron las campañas, cuidaron las casillas, organizaron eventos, le presentaron a otras personas, que a su vez le ayudaron, los que lo recibieron en una colonia, los que le abrieron las puertas con empresarios, ganaderos, líderes de opinión, patrocinadores, etc., etc.
Por eso Ismael no atendió las peticiones de los aliados, de los que aportaron al proyecto, de los que ayudaron. Por eso Ismael desplazó a los que construyeron el triunfo, para darle paso a sus amigos, tanto en los puestos públicos, como en los negocios y las candidaturas para cargos de elección popular.
El gobierno se llenó de júniors, sin más mérito que ser amigos de Ismael, ex compañeros en Pan Am, vecinos de Mission, ayudantes, choferes y chalanes del hermano incómodo.
Pero no es mi propósito echarle más leña al fuego, ni hacer público lo que los panistas comentan,aunque aún en voz baja. El propósito de estas líneas es que se lean en el sitio indicado, y para lo que viene. Este texto tiene la inspiración del dicho popular que señala: te lo digo Juan, para que lo entiendas Pedro.
Del muy nefasto paso de la Vaca Salvatrucha por el gobierno de Tamaulipas, ya nada puede hacerse, más allá de rendirle cuentas a la justicia y tal vez reintegrar al tesoro público lo que se agenciaron. Pero el nuevo inquilino de la casa de gobierno, a partir del primero de octubre, haría bien en mirarse en ese espejo, para no cometer los mismos errores, como ese de subrogar (para decirlo con la jerga del sector salud) obligaciones, tareas y decisiones, a los familiares y/o a quienes son beneficiarios de sus afectos.