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Negro panorama para los maestros de Tamaulipas

Por:Mauricio Fernández Díaz

Cunde pesimismo en maestros del SNTE Tamaulipas por el futuro

Ciudad Victoria.- Debido a la indiferencia del gobierno panista, los maestros de la sección 30 del SNTE vieron con optimismo el triunfo del doctor Américo Villarreal en la elección del 5 de junio. De hecho, apoyaron la alternancia política con la idea de mejorar sus condiciones laborales. Pero recientes nombramientos a nivel federal enfriaron su entusiasmo, y hoy vagan en la incertidumbre por no tener la atención ni del gobierno panista ni del morenista.

Es importante aclarar que esta decepción no la causa el gobierno entrante de Américo Villarreal Anaya, que ni siquiera ha comenzado todavía. Hablan más bien de la relación con el gobierno federal y las autoridades del centro del país que son, al fin y al cabo, las que dictan las políticas públicas.

Quien realmente es responsable de delegar las funciones de gobierno es Andrés Manuel López Obrador, como presidente de la república, y su decisión de nombrar a Leticia Ramírez Anaya secretaria de Educación Pública fue tomado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) como un mensaje de desprecio hacia ellos.

La maestra Ramírez Anaya proviene del grupo rival del SNTE, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), una representación magisterial ligada a intereses políticos, grupos de choque y malos resultados educativos. Leticia Ramírez fue líder de la sección 9 del CNTE en la Ciudad de México

El dato más preocupante de su carrera, por marcar su perfil de operadora y no de educadora, es que tiene 12 años de experiencia al frente de grupo pero 25 años de activismo al lado de Andrés Manuel López Obrador, a quien ha apoyado desde su paso en la jefatura de gobierno.

Por lo tanto, no hay que ser adivino para saber que Ramírez Anaya prestará poca o ninguna atención a tareas magisteriales o a los asuntos laborales de los maestros de Tamaulipas ni de ningún otro estado. También es evidente que la confianza de López Obrador está en el CNTE y no en el SNTE, y esto lo saben los integrantes de la sección 30.

Analistas políticos sostienen que la encomienda de Leticia Ramírez está cifrada en hacer ganar la gubernatura a Delfina Gómez, virtual candidata de Morena en el Estado de México. De hecho, Delfina cedió la titularidad de la SEP a Ramírez Anaya para que continuara con diversas estrategias diseñadas desde Palacio Nacional.

Visto así, es poco el apoyo que los maestros tamaulipecos pueden recibir de la maestra Leticia de aquí al año 2023, ocupada como está en “encargos” del Presidente. López Obrador le retiró su confianza al SNTE desde la derrota electoral de 2021, en la que Morena perdió la mitad de las delegaciones municipales de la Ciudad de México, un fracaso mal digerido por el tabasqueño hasta el punto de arremeter contra los ciudadanos que votaron libremente.

Ante este panorama, Rigoberto Guevara, como líder de la sección 30, se ha esforzado en ganarse el aprecio del gobernador electo Américo Villarreal, pero va de salida y ahora necesita tener una sucesión confiable y tranquila. Son demasiados retos, y sus fuerzas ya no le responden.

En caso de ser rechazados en Morena, los dirigentes de la sección 30 pueden apoyarse en el PAN en busca de respaldo, aunque viene la peor etapa para el panismo. Es sabido que tanto Rigo como Abelardo Ibarra Villanueva, secretario de Finanzas del sindicato, mantuvieron excelente relación con César el “Truko” Verástegui, a quien acudieron en numerosas ocasiones a lo largo de estos años.

El profesor Guevara ha dicho públicamente que el sindicato no tiene compromiso con ningún partido y que su relación con el gobernador entrante será institucional y respetuosa. Su estrategia consistiría en declarar a la sección 30 “neutral” frente a los partidos estatales, incluido Morena, lo que le daría la libertad de hablar con todos y mantenerse cerca de sus pocos interlocutores, como los panistas.

Con Francisco García Cabeza de Vaca el trato fue frío y distante, ya que el reynosense delegaba todo en Verástegui con tal de no escuchar a nadie ni de hacerle favores. Qué arrepentido debe estar en este momento de fracaso y derrota, cuando pudo haber apoyado al magisterio y tenerlos de aliados políticos.

El único que les abrió la puerta fue el Truko, y le están agradecidos, pero fue insuficiente para cumplir con todos los maestros en sus peticiones de trabajo y apoyo.

El asunto es que tampoco se sienten seguros con un gobierno morenista en la entidad. Le son indiferentes a la SEP y los excluyen de las consultas importantes, como el nuevo plan educativo. Si el gobierno federal decide marginar al SNTE en todo el país, nada podrán hacer para ganar su atención o preferencia en Tamaulipas.

Tendrán que jugársela en lo personal con el doctor Américo Villarreal cuando asuma la gubernatura. Quizás él les dé una oportunidad y los integre en sus planes de gobierno. El nuevo mandatario sabe escuchar y prefiere los acuerdos antes que las confrontaciones.

Lo malo es que Rigo Guevara ya le cerró las puertas del sindicato al doctor, al decir que no permitiría injerencias externas.

De este modo, luce gris el futuro de la sección 30 del SNTE.

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