Por:Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- Santiago Nieto Castillo ha cosechado los primeros resultados de su trabajo como asesor jurídico del gobernador electo Américo Villarreal Anaya; se engañaron quienes vieron un golpe mediático en su nombramiento, un anuncio sensacional y nada más. En cuatro semanas de revisiones, el doctor Nieto ha encontrado evidencias de desvíos inéditos de Francisco García Cabeza de Vaca. Y ha descubierto mucho, sobre todo en contrataciones directas.
Ha sido cuestión nada más de ver la selva de contratos que dejó este gobierno a lo largo del tiempo; son tantos que pareciera que no había empleados, y que todo debía hacerse con personal externo. Esos servicios provinieron de una serie de empresas sin experiencia, sin reputación y tal vez sin trabajadores; eran cascarones formalizados únicamente ante Hacienda para poder actuar como proveedores.
Según un avance publicado por el periódico Reforma, el gobierno cabecista dio casi 350 millones de pesos en contratos por asignación directa a un grupo de empresas de dudosa procedencia. De lo que no hay duda es de las violaciones a la ley para simular la legalidad de las contrataciones y dañar al erario público; eso ha quedado documentado y se va a encarpetar.
De esas investigaciones han adelantado tres nombres a los que Cabeza de Vaca benefició; se trata de Cadrex S.A. de C.V., Marvi Promotora de Bienes Raíces y Maytrack. La evidencia de los desvíos con ayuda de estas firmas es aplastante.
La pestilencia del asunto es tal que las denuncias serán presentadas esta misma semana ante la unidad anticorrupción de la FGR. Es decir, la torre de expedientes contra el panista no hace más que crecer al tiempo que se hunde su partido, su militancia y sus seguidores.
De aquí se desprende el segundo problema que habrá de encarar: la división del PAN, la rebelión de los militantes excluidos y avergonzados por el miserable papel de Cabeza de Vaca como gobernador y como insignia del “humanismo” de Acción Nacional. La derrota política es total para el reynosense: el poder estatal y el liderazgo panista.
Del 1 de octubre en adelante la vida de Cabeza de Vaca transcurrirá entre abogados. Necesitará muchos para apoderarse del Comité Directivo Estatal del PAN sin que parezca ilegal. Una corriente comandada por José Julián Sacramento busca recuperar la conducción del partido para sacarlo de la crisis, pero los siervos del reynosense se lo impedirán. Otro pleito, otro juicio, más tribunales. Si hasta los de casa lo acusan de infringir la ley, ¿no será que él está mal y los demás tienen la razón?
Francisco García Cabeza de Vaca reúne en su persona la soberbia de Tomás Yarrington y la cleptomanía de Eugenio Hernández, este último venerado todavía por muchos victorenses. No olvidemos que Geño creó una red de constructores favoritos a la que se llamó “el cártel del cemento”, desplazando a los legítimos constructores tradicionales de la capital.
Pero el panista ha superado a ambos en corrupción y abuso de autoridad, y ahora ya no puede ocultar las huellas de sus robos. Por las paredes de todas las oficinas de gobierno quedan rastros de su codicia. Solo dos semanas le sirvieron a Santiago Nieto para encontrar 50 empresas fachadas que habían permanecido ocultas en las primeras investigaciones. Ahora serán otros tantos candados en la prisión del gobernador.
Consciente de sus delitos y de la imposibilidad de enterrarlos, Cabeza de Vaca creó una superfiscalía sin importar la legalidad ni el respeto al orden constitucional, que marca el fin del poder ejecutivo en seis años; primero modificó la ley estatal para perpetuar al fiscal que él eligió, y después le quitó atribuciones al nuevo gobernador sobre Seguridad Pública, la Unidad de Inteligencia Patrimonial y Económica, la Unidad de Inteligencia Civil y el Grupo de Operaciones Especiales. Todas esas áreas las colocó dentro de la nueva Superfiscalía como un segundo poder de facto en la entidad.
SI Cabeza de Vaca fuera inocente no habría tenido la urgencia de crear ese esperpento jurídico administrativo de espaldas a los tamaulipecos, a la ley y al sentido común.
Pero lo hizo, y esto es casi una confesión pública de su responsabilidad. De las nuevas carpetas saldrán otros tantos juicios contra él. Sírvale de consuelo que no estará solo. Pronto revelaremos los nombres que salen salpicados en la investigación.
