Por Oscar Díaz Salazar
Si se buscaba generar un clima apto para los bomberos, un gremio acostumbrado a las altas temperaturas, puedo decirles que lo lograron, las autoridades municipales de Rio Bravo, que este lunes 22 de agosto organizaron una cálida ceremonia para festejar el día del bombero.
Calidez observamos, y padecimos, en el sentido literal de la expresión, pues el recinto donde se efectuó el evento se encontraba a altas temperaturas. Calidez percibimos en el aplauso que los integrantes del heroico cuerpo de bomberos de Rio Bravo, le tributaron a sus compañeros que fueron reconocidos por su trabajo, por los muchos años de servicio y por recibir el documento que certifica sus conocimientos y habilidades que los acredita como técnicos paramédicos. Calidez y respeto se percibió en el emotivo pase de lista que, a manera de homenaje póstumo, se rindió a los bomberos que ya no están con nosotros.
Muy cálido y sensible fue el mensaje del presidente municipal Héctor «Calabazo» Villegas, quien abandonó el discurso que le habían preparado sus colaboradores, para agradecer a los bomberos, y varias bomberas, por la importante labor que desempeñan, «por ser quienes entran al peligro y a los problemas, cuando todos quieren salir», por su disposición al sacrificio y al servicio de los demás, que, en el discurso del Calabazo Villegas, es su manera de brindar amor al prójimo. Aunque fueron pocos los familiares de los apagafuegos presentes en la ceremonia, el presidente ríobravense les expresó su agradecimiento por ser esas familias, esos padres y madres de los bomberos, quienes les brindaron el amor, y les inculcaron el amor al prójimo, que ahora ofrecen los bomberos a los más de cien mil habitantes de Rio Bravo, e incluso de otros municipios, pues cuando ha sido necesario colaborar con los vecinos, los bomberos de Rio Bravo siempre han cumplido. Reconocimiento especial y por supuesto aplauso, pidió el alcalde para los bomberos voluntarios, que, como su nombre lo indica, no perciben salario por su trabajo.
Dejando de lado el calorón que nos hizo sudar a chorros, -aunque no a los bomberos-, fue muy bueno y emotivo el evento que para celebrar el Día del Bombero organizó la administración municipal de Rio Bravo. Como sugerencia para la próxima, considero que los miembros del heroico cuerpo de bomberos se merecían una buena comida y un rato de esparcimiento.
Y como dato curioso, les platico que a mitad de la ceremonia se escucharon los radios de comunicación de los jefes, reportando un incidente, al parecer un incendio doméstico, inmediatamente atendido por media docena de bomberos, que discretamente abandonaron el salón.
