Por: Vicente Hernández
“Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos nuestro talento y nuestras habilidades para encontrar soluciones, acabemos de una sola vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.”
‹Albert Einstein›
Ayer 29 de agosto fue y seguirá siendo un día negro para los familiares de los 10 mineros atrapados en un “pocito” en la comunidad “Las Conchas” de Sabinas Coahuila, donde quedaron atrapados desde el pasado 3 de agosto.
Ayer casi les dieron el certificado de defunción al anunciarles que su rescate le llevaría a la CFE de 6 a 11 meses, pero que en cambio les construiría el gobierno federal un “Memorial” con los nombres de los diez mineros como un homenaje póstumo, y a los familiares se les indemnizarían generosamente.
La interrogante es: ¿Por qué durante los 26 días siguientes al accidente el gobierno federal no acepto la ayuda ofrecida por otros países con tecnología y maestría ya comprobada, y puesta en practica en sucesos muy parecidos al ocurrido en “Las conchas”?
¿Por qué la Coordinadora Nacional de Protección Civil Laura Velázquez Alzúa, una Licenciada en Historia y Arte y política de carrera, fue designada hace dos años por Andrés Manuel López Obrador cuando para este tan importante encargo pudo designar a otra persona mejor calificada, ¿y con una profesión afín al cargo?
La respuesta es fácil de adivinar: “por ser honrada y leal” lo demás es lo de menos, lo importante es ser fiel, y pertenecer a Morena, lo de salvar vidas ahí lo ira aprendiendo sobre la marcha, anteponiendo por encima de sus capacidades el compromiso político, pero “nosotros no somos iguales” repiten incansablemente día tras día.
Y la información sobre los avances del trabajo de los rescatistas y elementos del ejército, la Coordinadora Laura Velázquez solo a través de segundas personas se las fue dando a cuentagotas, a los familiares y a los medios de comunicación, a los que les siempre les negó entrevistas aduciendo: “Mi reporte es exclusivamente con el señor presidente Andrés Manuel López Obrador”. Pero que tal en la mañaneras: “Todo va muy bien señor presidente, todo va muy bien” esta mentirosa frase la estaría repitiendo todos los días, manteniendo mal informado al primer mandatario mientras que los mineros y sus familias “tenían otros datos”
También hay que recordar que el 14 de septiembre de 2020, el propio presidente Andrés Manuel se comprometió con familiares de los 65 mineros fallecidos en la explosión de la mina Pasta de Conchos en febrero de 2006, a rescatar sus cuerpos, pero ya han pasado dos años sin que hasta la fecha la promesa se vea cumplida, hoy día repite la misma promesa de rescatar los cuerpos, y la encomienda se la vuelve a dar a Manuel Bartlett Diaz, titular de la CFE, el mismo que ha fracasado con el famoso “Corte a cielo abierto” para el rescate en Pasta de Conchos, y quieren repetirlo en “Las conchas”.
Se habla de indemnización por parte del gobierno federal para las familias, pero: ¿Qué acaso las minas no tienen dueño? ¿Sera que el dueño es algún renombrado político morenista? ¿Por qué al lugar de la tragedia no se pararon, el Senador Napoleón Gómez Urrutia, Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, y presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social en el Senado, cómo tampoco lo ha hecho la Secretaria de Energía Roció Nahle García?
Pero diez o veinte mineros muertos que importan, lo importante es silenciar a las familias con una magra indemnización, para que se acabe el asunto y no trascienda a lo político, no vaya a ser y repercuta en la imagen de la “corcholata” preferida, al fin que gente se muere a diario diran.
