Política

Con Urbanidad

Por-Vicente Hernández

“Lo que todavía nos falta a las mujeres aprender es que nadie te da poder, debes tomarlo tú”
‹Roseanne Barr›


La historia política formal del México contemporáneo, se escribe quizás con la creación del Partido Socialista Fronterizo el 15 de mayo de 1924, fundado por el entonces candidato a gobernador de Tamaulipas Emilio Portes Gil, quien lo visualiza como “un partido de francas aspiraciones socialistas” siendo el ideario de este efímero Partido, el que muchos años después, Andrés Manuel López Obrador trata de poner en práctica al ganar por Morena en 2018 la Presidencia de la Republica, pero asomémonos un poco a la historia del Partido que seria por muchos años, el que detentara la batuta política en México: el PRI.


Hace aproximadamente 94 años, el 22 de noviembre de 1928 un pequeño grupo de políticos afines al entonces presidente Plutarco Elías Calles se reunieron en la casa de Luís L. León en la calle de Londres número 156 de la Ciudad de México para iniciar los trabajos de organización del PNR. Algunos integrantes del grupo fueron Gonzalo N. Santos, Emilio Portes Gil, José Manuel Puig Casauranc, Manuel Pérez Treviño, Manlio Fabio Altamirano, David Orozco y Aarón Sáenz mismos que eligieron como su primer presidente a Plutarco Elías calles.

 Así, el 5 de enero de 1929 se convocó a una convención que se llevaría a cabo el 4 de marzo de 1929 en la ciudad de Querétaro, para formalizar los estatutos de la nueva organización y presentar al candidato a presidente del Partido Nacional Revolucionario (PNR), con el fin de estabilizar el país y normalizar el acceso al poder de los principales veteranos de la Revolución Mexicana.

 Fue un acuerdo político para que los sobrevivientes de esa guerra no se mataran entre sí¬ dado que en esa época eran frecuentes los levantamientos militares y golpes de estado. 

 De esta histórica reunión fue elegido David Casillas Peralta como el primer presidente electo por convención del comité ejecutivo de este Partido político. Pero en 1938 el entonces Presidente de la República General Lázaro Cárdenas del Rio incluyo en sus filas a las principales centrales obreras del país y cambio el nombre de la institución al que denomino Partido de la Revolución Mexicana (PRM).

 En 1946, con el fin de enfatizar el inicio de una nueva época donde el gobierno de México ya no seria encabezado por los líderes revolucionarios, sino por las instituciones sociales que emanaron a partir de esa guerra civil, el partido adoptó el nombre con el cual se le conoce en la actualidad: Partido Revolucionario Institucional (PRI).

 Entonces, a partir de 1928 el Partido Revolucionario Institucional ha tenido como presidentes del Comité Ejecutivo Nacional a más de 40 hombres, y tan solo seis mujeres; María de los Ángeles Moreno, (1994-1995), Dulce María Sauri Riancho (1999-2002) y Beatriz Paredes Rangel (2007-2011) Cristina Díaz Salazar (2011 y 2012) Carolina Monroy (2016) Claudia Ruiz Massieu (2018-2019).  

 Y mi pregunta es la siguiente: ¿Acaso el PRI es un Partido misógino? Porque si bien es cierto a la mujer se le reconocieron sus derechos políticos y se le concedió el derecho al voto el 17 de octubre de 1953, bajo el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines con la reforma al Articulo 34 de la Constitución, ¿porque debieron de trascurrir 41 años para poder elegir a una mujer como su dirigente nacional? 

 Porque no podemos negar el tan importante papel que ha jugado la mujer en la historia de México, desde doña Marina o “Malinche” en tiempos de la invasión española conocida también como Conquista, durante la independencia con Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, María Ignacia “La Güera” Rodríguez y no se diga durante la revolución: Petra Ruiz, Juana Ramona, Carmen Serdán, María Arias y cientos de anónimas soldaderas, que en medio de las balas envueltas en su rebozo cargaban por igual al crio que las municiones y que valientemente combatieron a lado de su “Juan”, igual que las líderes de colonias que con esfuerzo denodado afilian, promueven e invitan a votar en tiempos de elecciones a la gente de sus colonias sin importar horario o climas adversos. Así a través de los años, estas y otras tantas mujeres fueron las que ayudaron a forjar una patria, un Partido, pero que paradójicamente ese Partido que se dice “Revolucionario” por muchos años les negó, y le sigue regateando espacios, y cuando se los llegan a dar, es únicamente para representar el papel de “Juanitas” en cargos de elección popular, a los que tienen que renunciar para que sus suplentes en su mayoría hombres ocupen su lugar, un lugar que no les corresponde, porque la ciudadanía no voto por ellos, dio su voto a una mujer, entusiasmados quizás, con el engañoso señuelo de la “equidad de genero”.

 Altamira es hasta el dia de hoy el municipio que presume orgulloso el haber tenido cuatro alcaldesas, dos priistas, Aurora Cruz de Mora y Delia Calles Badillo, así como una tercera Romana Flores Rivera, que siendo priista y no haber sido tomada en cuenta, y ante el hecho de haber impuesto el PRI estatal un candidato varón, no le quedo otro camino que buscar la candidatura por un Partido de oposición, como fue el Partido Frente Cardenista, logrando un triunfo inobjetable sobre el candidato priista, y la cuarta alcaldesa es Alma Laura Amparan Cruz, quien también al no tener posibilidades de ser candidata por el PRI, contendió abanderada por el PAN, logrando la presidencia municipal en el trienio (2016-2018), reeligiéndose para el trienio (2018-2021). 

 Pero en lugar de aprender de esta lección, la historia se volvió a repetir, esta vez en el vecino municipio de Tampico en las elecciones de 2010, donde el PRI en lugar de valorar el trabajo partidista (diputada local) y comunitario de muchos años de la maestra Magdalena Peraza Guerra, designo como su abanderado al novel Miguel Manzur, quien mordió polvo al caer estrepitosamente ante una triunfante Magdalena Peraza Guerra, que busco y obtuvo el respaldo de Partido Acción Nacional, quien le abrió la puerta que su partido le cerro, y fue dos veces alcaldesa (2011-2023 PAN) ( 2016-2018 PRI). 

Para las elecciones presidenciales del 2024 se perfilan dos precandidatas mujeres, la priista Beatriz Elena Paredes Rangel, ex gobernadora de Tlaxcala, y la Morenista Claudia Sheinbaum Pardo, ex jefa delegacional en Tlalpan, y por el PAN son dos mujeres las que hacen ruido entre la militancia, las actuales Senadoras Xóchitl Gálvez Ruiz y Lilly del Carmen Téllez García.


Con todo lo anterior, no pretendo lanzar una arenga incendiaria en contra de este instituto político, (PRI) solo expongo mi muy particular punto de vista, ni tampoco pretendo ensalzar a otros Partidos políticos, porque siempre he sido apartidista para no perder mi imparcialidad, pero en la vida hay cosas que no se pueden callar, y de verdad que ya es tiempo de que sea una mujer la que lleve las riendas de este México, donde la misoginia es un como si fuera el deporte nacional por excelencia, y considero que también ya es tiempo de que los dirigentes, no solo del PRI, sino de los todos los Partidos nacionales, estatales y municipales, dejen de negarle los espacios a las mujeres, que no las utilicen como simples “Juanitas”, que respeten la equidad de genero y se acabe la discriminación en las candidaturas a cargos de elección popular.

Notas relacionadas

Botón volver arriba