Con Urbanidad
Por: Vicente Hernández
«En Rusia teníamos sólo dos canales de televisión. ‘Canal Uno’ era propaganda. ‘Canal Dos’ era un oficial de la KGB diciendo ‘cambie inmediatamente a Canal Uno’. «
‹Jakob Smirnoff›
El lado positivo de los modernos medios de comunicación, es que toda la información la tenemos al instante mismo que el suceso esta aconteciendo, siendo la radio, la televisión y las redes sociales las que nos mantienen informados, pero de cierta manera manipulados política, cultural, y socialmente.
La gente está fanatizada de tal manera en el sistema establecido, que es incapaz de concebir alternativas a los criterios impuestos por el poder, y el poder para conseguirlo se vale del entretenimiento vacío, con el objetivo de redondear nuestra sensibilidad social, y acostumbrarnos a ver la vulgaridad y la estupidez como las cosas más normales del mundo, incapacitándonos para poder alcanzar una conciencia crítica de la realidad.
En este entretenimiento vacío, el comportamiento rustico e irrespetuoso se considera valor positivo, como vemos constantemente en la televisión, en los programas basura llamados “del corazón”, y en los shows de grupos musicales, espectáculos en las que el griterío y la falta de respeto es la norma, siendo también el fútbol, la forma más completa y eficaz que tiene el sistema establecido para aborregar a la sociedad.
En esta subcultura del entretenimiento vacío, lo que se promueve es un sistema basado en los valores del individualismo posesivo, en el que la solidaridad y el apoyo mutuo o colectivo se consideran como algo ingenuo, en el entretenimiento vacío todo está pensado para que el individuo soporte serenamente el sistema establecido sin rechistar, en el, la historia no existe, el futuro no existe; sólo el presente y la satisfacción inmediata que procura el entretenimiento vacío, por eso no es extraño que proliferen los libros de autoayuda, auténtica basura psicológica, o misticismo a lo Coelho, o infinitas variantes del clásico “cómo hacerse millonario sin esfuerzo”.
En última instancia, de lo que se trata en el entretenimiento vacío, es de convencernos de que nada puede hacerse: de que el mundo es tal como es, y es imposible cambiarlo, y que el fanatismo político y el poder opresor del Estado son tan naturales y necesarios como la propia fuerza de gravedad, por eso es tan comun escuchar: “es algo muy triste, pero es cierto, pero siempre ha habido pobres oprimidos y ricos opresores y siempre los habrá no hay nada que pueda hacerse”.
Por esto repito que el entretenimiento vacío ha conseguido la hazaña extraordinaria de hacer que los valores del esclavista sean también los valores de los que se ven esclavizados por él, esto no es algo reciente, ya el filósofo francés Étienne La Boétie, en aquel lejano siglo XVI, lo vio claramente, expresando su estupor en su pequeño tratado “Sobre la servidumbre voluntaria”, en el que constata que los gobiernos de los tiranos perdura únicamente debido a la aprobación de los propios tiranizados.
El sistema de gobierno establecido es muy sutil, con sus estupideces forja nuestras estructuras mentales, y para ello se vale del púlpito mañanero pero también del que todos tenemos en nuestras casas: la televisión, la radio, y las redes sociales, en ellas no hay nada que sea inocente, en cada programa, en cada película, en cada noticia, en cada chat, siempre filtra los valores del sistema establecido, y sin darnos cuenta, creyendo que la verdadera vida es así, nos introduce sus valores en nuestras mentes.
Por estas razones el entretenimiento vacío existe para ocultar el evidente fracaso en el tema de inseguridad, en el sistema económico, culpando a las catástrofes que asolan el mundo, por esto para ellos es necesario que exista el espectáculo trivial: para que mientras el individuo se autodegrada revolcándose en la basura que le suministra el gobierno en sus mañaneros mensajes televisivos, no vea lo obvio, no proteste y continúe permitiendo que los ricos y poderosos enquistados en el gobierno aumenten su poder y riqueza, mientras las oprimidos militantes de su partido y mexicanos en general siguen padeciendo y muriendo en medio de existencias miserables.
Si seguimos permitiendo que el entretenimiento vacío continúe modelando nuestras conciencias, y por lo tanto al mexicano a su antojo, terminará destruyéndonos, porque su objetivo no es otro que el de crear una sociedad de hombres y mujeres que abandonen los ideales y aspiraciones que les hacen rebeldes, para conformarse con la satisfacción de unas necesidades inducidas por los intereses de las élites dominantes, así los seres humanos quedan despojados de toda personalidad, convertidos en animales vegetativos, siendo desactivada por completo la vieja idea de luchar contra la opresión, divididos en un enjambre de egoístas desenfrenados, quedando las personas solas y desvinculadas entre ellas más que nunca, absortas en la exaltación de sí mismas.
Así, de esta manera, a los individuos ya no les quedara más energía, para cambiar las estructuras políticas actuales, y ya no les quedaran fuerzas ni ideales sociales para luchar por un gobierno de alternancia en las elecciones del 2024.