Por: Mauricio Fernández Díaz
Mario Delgado y Ernesto Palacios han dejado puras tragedias. No pudieron con CDV.
Ciudad Victoria.- La llegada de Santiago Nieto Castillo al equipo de transición de Américo Villarreal fue saludada con júbilo por amplios sectores de la sociedad, cansados de la corrupción de Francisco García Cabeza de Vaca. El queretano es el antídoto para curar el veneno panista infiltrado en la entidad. Pero su incorporación revela una realidad que Sentido Común ha sostenido desde 2021: hay un déficit de talentos políticos en Morena Tamaulipas.
El cabecismo es un pésimo estratega electoral (hasta se duda de su triunfo incorrupto en 2016); ni siquiera elige buenos candidatos (ahí le van dos nombres: Gerardo Peña y Luis Cantú). Sin embargo, para las marrullerías, las “concertacesiones” y los objetivos antidemocráticos, sale ganador en cualquier competencia. Y el caso Tamaulipas es una demostración elocuente de esta habilidad. Mientras los panistas se avivan y arrebatan todo lo que pueden con argucias y compra de conciencias, los morenistas se quedan sorprendidos por estos movimientos. Es como la carrera de la liebre y la tortuga.
Por más ilegales y prohibidas que sean las acciones del PAN para concentrar el poder, aunque dejen la administración, solo han usado el instinto de supervivencia que los seres vivos necesitan para no desaparecer. De ninguna manera se justifica, ya que no somos animales ni microbios. Sin embargo, es hora de entenderlos para poder anticipar sus movimientos.
Por ejemplo, en Morena Tamaulipas nadie entiende de política o solo fingen saber; fueron chamaqueados por los panistas desde el 1 de octubre de 2021, cuando dos seudomilitantes, ya en funciones como diputadas locales, renunciaron al partido y se aliaron al PAN. Ni Armando Zertuche pudo predecir su destitución como líder de la 65 Legislatura. Los acontecimientos se sucedieron velozmente, y Ernesto Palacios no atinaba a criticar al PAN por algún abuso en el Congreso cuando ya le caía otro y otro.
En parte, los jerarcas de Morena han sido responsables de esta revancha cabecista. Haber desaforado a medias al gobernador de Tamaulipas en 2021 puso las cosas donde hoy están. La obra quedó inconclusa y esto fue bien aprovechado por Francisco García Cabeza de Vaca y sus asesores. La 4T desobedeció la regla número 15 de Las Leyes del Poder: “Aplasta por completo a tu enemigo. Si se deja encendida una sola brasa, por muy débil que sea, siempre se corre el riesgo de que vuelva a desencadenarse un incendio… El enemigo se recuperará y buscará venganza”.
Este es un trabajo para gente seria y experimentada, no para un Ernesto Palacios o para una Ursula Mojica.
Estos errores de cálculo se pueden calificar de graves y muy perniciosos ya que los principales perdedores son los ciudadanos, que deben sufrir un régimen ilegítimo. Morena Tamaulipas le ha fallado en esto a toda la gente debido a que no solo tenía el compromiso de ganar las elecciones y la mayoría de los cargos sino, también, de defenderlos y refrendarlos, pero se le han ido de las manos.
Por su ignorancia o ineptitud, hoy Tamaulipas es un estado con un sistema jurídico prácticamente nuevo, al que bien pudiera llamarse “cabecicracia” o el gobierno al servicio de Cabeza de Vaca. El último despojo de los panistas en el Congreso Estatal fue la aprobación de una reforma para que el gobernador no tenga derecho de veto en temas legislativos ni pueda negarse a publicar acuerdos de la mayoría. Es un burdo golpe de estado que viola la igualdad de poderes, ya que se coloca por encima del Ejecutivo.
A esto se suma la sed de venganza que el gobierno moribundo de Cabeza de Vaca ha lanzado contra sus adversarios políticos. Acaba de detener a Octavio Leal Moncada, líder de la Columna Cívica Pedro J. Méndez, de Hidalgo. Lo acusa de un doble homicidio. Leal Moncada y su grupo apoyaron abiertamente a Américo Villarreal, de Morena, quien ganó la elección de gobernador.
Otras órdenes de aprehensión contra figuras de Morena siguen en curso, incluso alcaldes actuales, como Carlos Peña Ortiz, de Reynosa.
Dejarle a Santiago Nieto toda la responsabilidad de documentar la corrupción panista es absolutamente injusto y desgastante. Y contar con los colaboradores de la campaña es inútil. ¿De qué sirve ahí Olga Sosa, por ejemplo? Deben permitirle a Nieto Castillo traer su propia agente para hacer el trabajo.
El doctor Villarreal tiene oportunidad de golpear a Cabeza de Vaca por donde más le duela. El 1 de octubre perderá fuero y cargo. Es más, hasta su autoridad entre panistas disminuirá.
Por ahí podrán abrir un hueco al cabecismo : todos aquellos panistas, cercanos a él, que buscan pasarse a la 4T.