Por:Mauricio Fernández Díaz
Intenta influir Cabeza de Vaca en jueces desde medios nacionales
Ciudad Victoria.- Francisco García Cabeza de Vaca huye de la prensa si la entrevista se desarrolla en un ambiente no controlado. Le incomodan los cuestionamientos, los temas desfavorables a su gobierno y el verse obligado a justificar sus decisiones. En sus casi seis años, solo una vez respondió preguntas “sin cuestionario” a los reporteros, y se retiró ofendido. Fue el pasado 29 de junio cuando le preguntaron sobre los periodistas asesinados durante su sexenio. Dijo que “nunca había pasado”, salvo el caso de Antonio de la Cruz, y los informadores le reviraron: “Van tres, señor gobernador”.
Para librarse de esa presión, el gobernador ha acudido a una entrevista a modo en Radio Fórmula, donde cualquier patrocinador paga cierta cantidad por 30 minutos al aire o por los que quiera contratar. Eso lo cobra el dueño, no el comunicador, pero este último le da credibilidad con su prestigio. En este caso, el conductor fue Ciro Gómez Leyva.
En un ejercicio verdaderamente periodístico, la radio habría incluido, al menos telefónicamente, la opinión de opositores o de personas que han denunciado a Cabeza de Vaca por diversos delitos, pero eso no ocurrió. En cierto momento, casi lo dejaron dar su sexto informe de gobierno.
A eso fue el reynosense, en realidad. A presumir, a presionar y a amenazar, sin debatir seriamente, como ha sido su estilo en estos años.
Su primer mensaje lo lanzó a la Suprema Corte de Justicia, ni más ni menos. Qué resuelva sus expedientes, que no los alargue, pidió ante el micrófono. El proyecto del máximo tribunal -recordó- venía favorable al Congreso del Estado de Tamaulipas (y a él), pero se suspendió indefinidamente. Eso, de acuerdo con el gobernador, era una suerte de terrorismo de Estado. “Si la Corte no resuelve esta situación, está dejando una pistola cargada. ¿Quién es el más interesado en que se resuelva o no se resuelva? El gobierno federal, porque va a seguir utilizando esto como un instrumento para seguir presionando a la oposición”.
De la suspensión que le concedió un Juez Federal para no ser detenido, Cabeza de Vaca fue más lejos y predijo lo que tiene ocurrir a su personal modo de ver. “Son situaciones paralelas; se tiene una suspensión. Va para una suspensión definitiva. A mí lo que me interesa es llegar al fondo del asunto, demostrar mi inocencia”. Como se ve, ya tiró línea: le deben otorgar la protección definitiva.
El gobernador panista se autoelogió por los resultados en atracción de inversiones y seguridad. Entonces, ¿por qué perdieron?, preguntó Gómez Leyva. ¿Perder? Y Cabeza de Vaca desconoció a Américo como ganador, casi se dijo despojado, o más bien su partido, de la gubernatura. “Hoy en día, la elección está en revisión ante las autoridades correspondientes…te recuerdo lo que se decía a nivel nacional, que Morena estaba por 30 puntos y fueron menos de 5 con un sinnúmero de situaciones irregulares… desde la participación de grupos criminales, de la participación de la delincuencia organizada en algunas ciudades del estado donde estuvieron amenazando a la gente, inclusive”.
El mandatario atribuyó una vez más su participación en la Alianza Federalista como la causa de las investigaciones en su contra, que tachó de inventadas. Refrendó que su propósito, y el de sus excompañeros, era desoír al gobierno de López Obrador. “A mí me da mucho gusto ver que todos y cada uno de ellos hicieron unas gestiones adecuadas, pero sobre todo que no se doblegaron”.
Al final, Cabeza de Vaca cerró la “entrevista” con una letanía de sus logros en seguridad, acompañada de la correspondiente censura a la política de “abrazos, no balazos”, de López Obrador.
Se equivoca quien piense que esta exclusiva de Ciro Gómez Leyva fue un trabajo espontáneo, al azar, el pedido de un periodista para extraer novedades sobre un tema de interés.
Se trata de la reacción a sendas denuncias e impugnaciones presentadas por legisladores de Morena y el mismo Américo Villarreal, el gobernador electo, en contra de los diputados panistas que bordaron leyes a la medida para proteger a funcionarios cabecistas, tema que ni siquiera se insinuó en la entrevista con Gómez Leyva.
Ahora sí, hay elementos para consignar a Félix el “Moyo” Aguiar y a Imelda Sanmiguel, presidente del Congreso y presidenta de la mesa directiva, respectivamente. Los señalan ante la Fiscalía General de Justica Estatal de ejercicio ilícito del servicio público y coalición de servidores públicos. Las pruebas son evidentes: ambos aprobaron la integración de la Comisión Permanente sin el consenso de todos los grupos parlamentarios, y dejaron prorrogar la última sesión fuera del tiempo reglamentario.
También entraron impugnaciones para la defensa de los derechos políticos de Américo Villarreal por las reformas autoritarias que merman sus facultades como gobernador constitucional.
Las denuncias penales contra los panistas Aguiar y Sanmiguel cuentan con el sustento suficiente para derivar en acciones judiciales, pero sabemos que la Fiscalía también es una marioneta del cabecismo y difícilmente lo dañará. Para Morena, lo importante es atacar la primera instancia y llevarla después ante jueces federales.
No son muchos los medios que abren sus puertas a Francisco García Cabeza de Vaca porque su mala fama desacredita. Por eso corre siempre a Radio Fórmula, donde lleva ya tres entrevistas amistosas.
Verlo otra vez en un medio nacional, en las actuales circunstancias, es un signo de preocupación del reynosense.